Un día en el año se rinde homenaje A LA MADRE en el mundo.
Y en ese día se siente de modo muy especial la alegría que Jesús deseó para nosotros.
Siendo ese día propicio para pedir que el Señor siga suscitando en el corazón de todas las jóvenes, de todas las mujeres, en especial de nuestro país, UNA VALORACIÓN PROFUNDA DE ESA VOCACIÓN SUBLIME QUE ES LA MATERNIDAD.
Dios tuvo en cuenta esta vocación de la mujer CUANDO TUVO NECESIDAD DE UNA MADRE PARA HACERSE HOMBRE ENTRE NOSOTROS.
CREÓ ENTONCES A LA VIRGEN MARÍA, MODELO DE TODAS LAS MADRES, MADRE DE SU HIJO Y MADRE NUESTRA.
La mujer debe llegar a considerar que es en la maternidad donde más se realiza: QUE SU ORGANISMO, SU PSICOLOGÍA, SUS SENTIMIENTOS, TIENDEN A HACER DE ELLA UN SER PRIVILEGIADO PARA RECIBIR EL DON DE LA VIDA, QUE ELLA DA A LUZ, LO CRÍA, LO EDUCA Y SOSTIENE.
Por eso es la mujer la que está más cerca de la persona humana; LA QUE MÁS TERNURA, ENTREGA, SOLICITUD LE MANIFIESTA, SIN QUITARLE NADA A LA DEDICACIÓN Y CUIDADO QUE OFRECE Y DEBE OFRECER EL PADRE.
Ella, por todo lo es naturalmente, PUEDE ACOMPAÑAR MÁS DE CERCA, SENTIR MÁS DE CERCA LAS ALEGRÍAS Y LAS PRUEBAS, LOS GOZOS Y TRABAJOS DE LOS HIJOS.
En una sociedad que pierde valores éticos, que EL SEÑOR NOS HAGA A TODOS CELOSOS DEFENSORES DE LA SAGRADA DIGNIDAD DE LA MUJER MADRE.
Y recordando que la maternidad no es solamente una función orgánica, biológica, pidamos que toda mujer viva con el anhelo de realizar su maternidad en todos los campos de la existencia humana personal y social.
En virtud de este anhelo, hay mujeres admirables que ADOPTAN A UN NIÑO SIN HOGAR, Y MUJERES ADMIRABLES QUE, EN LA DONACIÓN PLENA DE SU SER A LAS TAREAS DE CUIDAR, PROTEGER Y EDUCAR LA VIDA, SE REALIZAN PLENAMENTE COMO MADRES.
Roguemos, pues, al Señor por nuestras madres todo lo que Él es capaz de darles PARA QUE SEAN VERDADERAMENTE FELICES.
Y A NUESTRAS MADRES DIFUNTAS LES CONCEDA EL PREMIO DE SU ETERNA FELICIDAD.
Y en ese día se siente de modo muy especial la alegría que Jesús deseó para nosotros.
Siendo ese día propicio para pedir que el Señor siga suscitando en el corazón de todas las jóvenes, de todas las mujeres, en especial de nuestro país, UNA VALORACIÓN PROFUNDA DE ESA VOCACIÓN SUBLIME QUE ES LA MATERNIDAD.
Dios tuvo en cuenta esta vocación de la mujer CUANDO TUVO NECESIDAD DE UNA MADRE PARA HACERSE HOMBRE ENTRE NOSOTROS.
CREÓ ENTONCES A LA VIRGEN MARÍA, MODELO DE TODAS LAS MADRES, MADRE DE SU HIJO Y MADRE NUESTRA.
La mujer debe llegar a considerar que es en la maternidad donde más se realiza: QUE SU ORGANISMO, SU PSICOLOGÍA, SUS SENTIMIENTOS, TIENDEN A HACER DE ELLA UN SER PRIVILEGIADO PARA RECIBIR EL DON DE LA VIDA, QUE ELLA DA A LUZ, LO CRÍA, LO EDUCA Y SOSTIENE.
Por eso es la mujer la que está más cerca de la persona humana; LA QUE MÁS TERNURA, ENTREGA, SOLICITUD LE MANIFIESTA, SIN QUITARLE NADA A LA DEDICACIÓN Y CUIDADO QUE OFRECE Y DEBE OFRECER EL PADRE.
Ella, por todo lo es naturalmente, PUEDE ACOMPAÑAR MÁS DE CERCA, SENTIR MÁS DE CERCA LAS ALEGRÍAS Y LAS PRUEBAS, LOS GOZOS Y TRABAJOS DE LOS HIJOS.
En una sociedad que pierde valores éticos, que EL SEÑOR NOS HAGA A TODOS CELOSOS DEFENSORES DE LA SAGRADA DIGNIDAD DE LA MUJER MADRE.
Y recordando que la maternidad no es solamente una función orgánica, biológica, pidamos que toda mujer viva con el anhelo de realizar su maternidad en todos los campos de la existencia humana personal y social.
En virtud de este anhelo, hay mujeres admirables que ADOPTAN A UN NIÑO SIN HOGAR, Y MUJERES ADMIRABLES QUE, EN LA DONACIÓN PLENA DE SU SER A LAS TAREAS DE CUIDAR, PROTEGER Y EDUCAR LA VIDA, SE REALIZAN PLENAMENTE COMO MADRES.
Roguemos, pues, al Señor por nuestras madres todo lo que Él es capaz de darles PARA QUE SEAN VERDADERAMENTE FELICES.
Y A NUESTRAS MADRES DIFUNTAS LES CONCEDA EL PREMIO DE SU ETERNA FELICIDAD.
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