¿VIVIMOS REVELANDO AL
CRISTO RESUCITADO?
Lo
fundamental en el hecho de la resurrección de Cristo es que se constituye en un
misterio de fe, un horizonte de esperanza y un acontecimiento de amor.
Jesús,
vencedor de la muerte, ha realizado su subida al Padre y nos comunica el
Espíritu Santo a través del cual sigue presente en medio de nosotros.
El evangelio nos hace ver cómo llegan los discípulos a la convicción de que Jesús ha resucitado.
El evangelio nos hace ver cómo llegan los discípulos a la convicción de que Jesús ha resucitado.
Ellos
toman conciencia de que la cruz no ha sido el final, SINO EL INICIO DEL RETORNO
DE JESÚS AL PADRE Y DE SU GLORIFICACIÓN.
Los
discípulos viven un proceso de descubrimiento, recorren un camino lleno de
sorpresas, que se inicia con la constatación de que el sepulcro está vacío, Y
CONCLUYE CON LA FE EN LA RESURRECCIÓN.
El evangelio muestra también que es una comunidad de personas diversas la QUE BUSCA LOS SIGNOS QUE LES AYUDEN A SUPERAR EL ESCÁNDALO DE LA CRUZ.
El evangelio muestra también que es una comunidad de personas diversas la QUE BUSCA LOS SIGNOS QUE LES AYUDEN A SUPERAR EL ESCÁNDALO DE LA CRUZ.
Y
es, además, una comunidad acongojada, encerrada en sí misma por miedo, y que
comienza a reaccionar y a recobrar la fe.
A
pesar de las advertencias que les había hecho, el final de su Maestro HABÍA
SIGNIFICADO PARA ELLOS UN FRACASO TOTAL QUE ECHÓ POR TIERRA SUS ESPERANZAS.
NO
OBSTANTE, REACCIONAN, Y BUSCAN, INDAGAN, DESENTRAÑAN LOS SIGNOS.
En Magdalena, Pedro y Juan vemos representada el ansia de la Iglesia POR COMPRENDER LOS SIGNOS DEL RESUCITADO SOBRE TODO EN SITUACIONES ADVERSAS O DOLOROSAS.
En Magdalena, Pedro y Juan vemos representada el ansia de la Iglesia POR COMPRENDER LOS SIGNOS DEL RESUCITADO SOBRE TODO EN SITUACIONES ADVERSAS O DOLOROSAS.
Todos
están en la Iglesia y a todos mueve la misma ansia de la presencia del Señor.
María
Magdalena fue muy de mañana al sepulcro y regresó corriendo adonde estaban
Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús tanto quería; éstos por su parte
salieron corriendo…EN ELLOS APARECE REFLEJADA LA BÚSQUEDA DEL CRISTIANO QUE NO
SE DEJARA ABATIR POR LAS FRUSTRACIONES Y ADVERSIDADES QUE CONMUEVEN SU FE.
“Vio y creyó. No había comprendido la Escritura...”.
“Vio y creyó. No había comprendido la Escritura...”.
Juan
subraya la importancia de la Sagrada Escritura para comprender los signos en la
historia.
Si
el discípulo hubiese comprendido la Escritura, le habría bastado quizá el
primer anuncio de la Magdalena, para tomar conciencia de la presencia del
Señor.
Pero
al faltarle esta comprensión, necesita “ver y tocar”.
Leer
la Escritura, revisar nuestra vida a la luz de la Palabra de Dios ES EL MEDIO
PODEROSO PARA ADVERTIR LA PRESENCIA DE DIOS EN TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS OSCURAS
POR LAS QUE ATRAVESEMOS.
La tumba vacía y las vendas menoscabadas no son una prueba contundente, los enemigos de Jesús dirán que sus seguidores robaron el cuerpo, pero sí son un signo de que la resurrección es un hecho consumado: JESÚS HA VENCIDO A LA MUERTE.
La tumba vacía y las vendas menoscabadas no son una prueba contundente, los enemigos de Jesús dirán que sus seguidores robaron el cuerpo, pero sí son un signo de que la resurrección es un hecho consumado: JESÚS HA VENCIDO A LA MUERTE.
NECESITAMOS
LOS OJOS CREYENTES DEL DISCÍPULO para descubrir a ese Jesús que vive en el
mismo corazón del mundo y que se muestra en múltiples presencias, TODAS
ELLAS LIBERADORAS.
El discípulo al que Jesús quería es una figura emblemática, el relato evangélico nos invita a identificarnos con él.
El discípulo al que Jesús quería es una figura emblemática, el relato evangélico nos invita a identificarnos con él.
Vivimos
una época que exacerba el valor de los sentidos, hasta hacernos pensar que sólo
existe y cuenta lo contante y sonante, lo que hacemos o podemos transformar.
La
dimensión de lo trascendente queda así a menudo arrinconada y sofocada.
Por
eso, a muchos, incluso entre creyentes de misa dominical, les resulta difícil
creer realmente en la resurrección Y, EN CONSECUENCIA, DEMOSTRAR EN SU VIDA
PRÁCTICA QUE NO SOMOS SERES PARA LA MUERTE, NI TODO ACABA EN LA MUERTE.
La
Pascua nos invita a aceptar la buena
noticia de que el Crucificado vive y proclamarla a través de nuestro trabajo,
en la tarea concreta que debemos ejercer, CADA CUAL SEGÚN SU VOCACIÓN, pues
este es realmente un medio indispensable para la evangelización.
CRISTO RESUCITADO ESTÁ EN LA COMUNIDAD DE LOS QUE ANUNCIAN SU MENSAJE, CELEBRAN LOS SACRAMENTOS Y TESTIMONIAN SU AMOR.
CRISTO RESUCITADO ESTÁ EN LA COMUNIDAD DE LOS QUE ANUNCIAN SU MENSAJE, CELEBRAN LOS SACRAMENTOS Y TESTIMONIAN SU AMOR.
Se
encuentra, sobre todo, en lo más vivo y profundo de la eucaristía.
TAMBIÉN
EN LOS HERMANOS NECESITADOS QUE HAN DE OCUPAR EL CENTRO DE NUESTRO INTERÉS,
PORQUE CRISTO SE IDENTIFICA CON CADA UNO DE ELLOS.
El
verdadero discípulo descubre en profundidad la presencia y acción del Resucitado
en las distintas áreas de la sociedad Y SE ESFUERZA POR TRANSPARENTAR CON LA
FUERZA DE SU TESTIMONIO EL ROSTRO LUMINOSO Y AMABLE DE JESÚS ENTRE LOS HOMBRES.