¿VIVIMOS ESFORZÁNDONOS PARA FORMAR ENTRE TODOS UNA SOLA FAMILIA, UN
BELLO HOGAR EN EL MUNDO?
Con la ayuda de la sabiduría del Espíritu Santo, conozcamos
el misterio de la Santísima Trinidad.
Pero recordemos que “misterio” NO ES UNA SUERTE DE ENIGMA QUE NO SE PUEDE COMPRENDER.
Para los cristianos, misterio ES UNA VERDAD REVELADA, es decir, que conocemos PORQUE ALGUIEN, EN QUIEN CONFIAMOS
PLENAMENTE, NOS LAS HA COMUNICADO Y QUE, UNA VEZ ACOGIDA, NO DEJA DE DÁRSENOS A
CONOCER, PRODUCIENDO EFECTOS EN NUESTRA VIDA.
NO
ES UNA IDEA ABSTRACTA SINO UNA VERDAD QUE TRANSFORMA LA VIDA, DÁNDOLE SENTIDO Y
CALIDAD.
El misterio de la Trinidad nos dice que DIOS ES COMUNIDAD DE PERSONAS.
NO
ES UN ENTE ABSTRACTO Y LEJANÍSIMO, SINO VIDA Y FUENTE DE VIDA, Y POR ESO ES
COMUNIDAD Y RELACIÓN.
La expresión de San Juan: “Dios es amor” pone
justamente de relieve la relación interna amorosa que constituye el ser de
Dios:
EL
QUE AMA (EL PADRE),
EL
QUE ES AMADO (EL HIJO) Y
EL
AMOR CON QUE SE AMAN Y SE UNEN (EL ESPÍRITU SANTO).
Y como hemos sido creados a su imagen y semejanza, los seres humanos alcanzamos
nuestro pleno desarrollo EN NUESTRA RELACIÓN DE HIJOS E HIJAS PARA CON DIOS Y
DE HERMANOS Y HERMANAS ENTRE NOSOTROS.
Es lo que deseamos realizar con la bendición del comienzo
de la misa: “LA GRACIA DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO, EL AMOR DEL PADRE Y LA COMUNIÓN EN EL ESPÍRITU SANTO ESTÉN CON
USTEDES” (2 Cor 13, 11-13).
Guiados por los profetas, los israelitas fueron intuyendo progresivamente a lo largo de su historia, el misterio del único Dios en tres personas, y siempre de manera velada y fragmentada.
Guiados por los profetas, los israelitas fueron intuyendo progresivamente a lo largo de su historia, el misterio del único Dios en tres personas, y siempre de manera velada y fragmentada.
Vieron a Dios como Padre, creador y señor, que por
pura benevolencia había escogido a su pueblo de Israel para desde él OFRECER A LA HUMANIDAD EL DON DE LA
SALVACIÓN DE UNA VIDA DESPERDICIADA, CON LIBERTAD Y MUCHO AMOR.
Experimentaron también el misterio de Dios al
sentir la fuerza, que como fuego o viento impetuoso (espíritu), SOSTIENE Y ORIENTA LA CREACIÓN, ILUMINA LAS
MENTES, DISPONE LOS CORAZONES PARA EL AMOR E INSTRUYE EN EL RECTO OBRAR
CONFORME A LA LEY MORAL.
Y también por inspiración de los profetas, llegaron
a intuir que, en el tiempo fijado, Dios enviaría un Salvador, el Mesías, el
Señor.
Anunciado como luz de las naciones, pastor, maestro
y servidor, el Mesías haría posible la máxima cercanía de Dios con los hombres,
y sería llamado EMMANUEL, DIOS CON
NOSOTROS.
Pero podemos afirmar que sólo en Jesús de Nazaret, en su palabra y en sus actitudes, en su vida y en su muerte, SE ABRIÓ PARA LA HUMANIDAD EL CAMINO AL CONOCIMIENTO DE DIOS TRINIDAD.
Pero podemos afirmar que sólo en Jesús de Nazaret, en su palabra y en sus actitudes, en su vida y en su muerte, SE ABRIÓ PARA LA HUMANIDAD EL CAMINO AL CONOCIMIENTO DE DIOS TRINIDAD.
Ante la revelación de Dios en Jesús de Nazaret, LAS ANTIGUAS INTUICIONES DE LOS PROFETAS
QUEDAN OPACADAS.
Podemos decir que SIN JESÚS, difícilmente habríamos podido conocer que, en efecto,
Dios realiza la unidad de su ser en tres personas:
Como EL
PADRE a quien Jesús ora y se entrega hasta la muerte y es El quien lo
resucita;
Como EL HIJO
que está junto al Padre, NOS TRANSMITE
TODO SU AMOR LIBERADOR Y EN QUIEN EL MISMO DIOS SE HACE PRESENTE ENTRE NOSOTROS
AL MODO HUMANO; y
Como el Espíritu Santo que ES LA PRESENCIA CONTINUA DEL AMOR DE DIOS EN NOSOTROS Y EN LA HISTORIA.
Jesús mantuvo con Dios una singular relación de cercanía e intimidad, que Él expresaba con el lenguaje con que un hijo se dirige a su padre llamándole: Abbá.
Jesús mantuvo con Dios una singular relación de cercanía e intimidad, que Él expresaba con el lenguaje con que un hijo se dirige a su padre llamándole: Abbá.
Mantuvo con Él la más absoluta confianza:
TÚ
SIEMPRE ME ESCUCHAS, decía en su oración;
Mi alimento ES
HACER LA VOLUNTAD DE MI PADRE;
Mi Padre me ha enviado y YO VIVO POR ÉL;
Las palabras que les digo se las he oído a mi Padre;
MI PADRE Y YO SOMOS UNA MISMA COSA.
Al explicarnos esto, Jesús nos enseñó cómo y por
qué Dios es Padre, suyo Y NUESTRO.
Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y
vuestro Dios.
Asimismo, Jesús reclamó para sí la plena posesión del Espíritu divino.
Asimismo, Jesús reclamó para sí la plena posesión del Espíritu divino.
Se aplicó, sin temor a ser tenido por pretencioso y
blasfemo, las palabras de Isaías: EL
ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTÁ SOBRE MÍ PORQUE ME HA CONSAGRADO; ME HA ENVIADO A
ANUNCIAR LA BUENA NUEVA A LAS NACIONES... (Lc 4, 18-19; Is 61, 1-2).
Y después de su resurrección, envió desde el Padre
al Espíritu Santo a fin de santificar todas las cosas, llevando a plenitud su
obra en el mundo.
Por este mismo Espíritu TENEMOS ACCESO A JESUCRISTO, LO ADORAMOS COMO DIOS Y HOMBRE VERDADERO.
Por Él también tenemos acceso al Padre como hijos e
hijas, LIBERADOS DE TODA OPRESIÓN Y
TEMOR.
POR
ÉL FORMAMOS ENTRE TODOS UNA FAMILIA ESPECIAL, más allá de toda diferencia, la
Iglesia en la que Cristo se prolonga por toda la historia.
Este es el núcleo central de nuestra fe:
UN
SOLO DIOS QUE EN CUANTO PADRE CREA FAMILIA,
QUE
EN CUANTO HIJO CREA FRATERNIDAD Y
EN
CUANTO ESPÍRITU SANTO CREA COMUNIDAD.
De este modo, el misterio de la Trinidad se convierte en nuestro propio misterio: NOS REALIZAMOS A IMAGEN DE DIOS NO COMO INDIVIDUOS AISLADOS SINO FORMANDO LA COMUNIDAD HUMANA.
De este modo, el misterio de la Trinidad se convierte en nuestro propio misterio: NOS REALIZAMOS A IMAGEN DE DIOS NO COMO INDIVIDUOS AISLADOS SINO FORMANDO LA COMUNIDAD HUMANA.
Misterio de comunión, la Trinidad nos hace apreciar
esta verdad que da sentido a la vida:
LA
VERDAD DE LA COMUNIÓN FRATERNA,
DE
LA SOLIDARIDAD,
DEL
RESPETO Y LA MUTUA COMPRENSIÓN,
DEL
AFECTO Y LA BONDAD, EN UNA PALABRA, LA VERDAD DEL AMOR.
Por eso, la fe en Dios Trinidad, ENCUENTRA EN EL AMOR HUMANO SU EXPRESIÓN
MÁS CERCANA Y SUGERENTE.
En la unión amorosa del hombre y de la mujer, de la
que nace el niño, PODEMOS TENER UNA
CONTINUA FUENTE DE INSPIRACIÓN PARA NUESTRA ORACIÓN Y PARA NUESTRO EMPEÑO
DIARIO POR HACER DE ESTE MUNDO UN VERDADERO HOGAR.
El misterio de la Trinidad Santa no es, pues, una teoría ni un dogma racional.
El misterio de la Trinidad Santa no es, pues, una teoría ni un dogma racional.
Es una verdad que ha de ser llevada a la práctica.
PORQUE
QUIEN CONFIESA A DIOS COMO TRINIDAD, VIVE LA PASIÓN DE CONSTRUIR COMUNIDAD.
La Trinidad inspira nuestras acciones y decisiones
para que todo contribuya a crear una sociedad en la que sea posible:
SENTIR
A DIOS COMO PADRE,
A
JESUCRISTO COMO HERMANO QUE DA SU VIDA POR NOSOTROS, Y
AL
ESPÍRITU COMO FUERZA DEL AMOR QUE UNE LOS CORAZONES PARA FORMAR ENTRE TODOS
UNA SOLA FAMILIA.