LLEVAR UN NIÑO EN EL VIENTRE ES UNA
RESPONSABILIDAD MUY GRANDE
Hace mucho tiempo que no escribo en
el blog, la razón: Hace 11 meses que vivo la aventura de ser madre.
Mi hija, Fernanda María, nació el 1ro
de marzo de este año.
Han sido los 11 meses más
intensos que he vivido hasta ahora, mi vida y mi ser han cambiado profundamente.
Me enteré que estaba embarazada
el 27 de junio del año pasado y si bien no fue un embarazo planificado, la
noticia nos llenó de mucha alegría pero también de mucho miedo.
Siendo sincera no esperaba ser
madre hasta dentro de un tiempo más, Pancho y yo a penas nos habíamos casado en abril.
Tenía muchos planes propios que
no incluían un hijo por el momento.
Mi esposo y yo tuvimos un noviazgo
corto y queríamos primero viajar, salir de fiesta, conocernos más.
En realidad queríamos primero
“divertirnos” como no lo habíamos podido hacer, ya que entre el trabajo y la
maestría nuestro romance fue muy tranquilo. Todos nos decían que eso no era bueno.
Nos aconsejaron que no tengamos hijos
los dos primero años que primero disfrutemos juntos…Pero eso no pasó.
Además del embarazo no planificado,
tenía la sensación de ser una mujer engañada.
Siempre me habían dicho que la
maternidad era algo maravilloso, lo más hermoso que me podía pasar en la vida.
Durante los 4 primeros meses supuse
que eso era una mentira… ¡nunca en mi vida me había sentido tan mal, tan
enferma!
¡Un hijo! por más que lo esperaba en
algún momento de mi vida, no me lo esperaba en ESTE momento.
Pero al final creo que una nunca está
lista para convertirse en madre hasta que sucede.
Durante este tiempo he pensado en
muchas cosas: cómo va a cambiar mi vida; nunca más voy a estar sola; ahora
tengo una persona dentro mío; SU VIDA
DEPENDE DE MÍ, ES MI TOTAL RESPONSABILIDAD, NO TIENE NADIE QUE LA PROTEJA MÁS
QUE A MI, SU MADRE. DEPENDE DE LO QUE COMO, DE LO QUE HAGO, DE LO QUE RESPIRO,
INCLUSO HASTA DE LO QUE SIENTO.
Como les contaba hace un momento;
durante los cuatro primeros meses pasé una época bastante desagradable; tenía
náuseas, todo el día sentía un sabor raro en la boca, me sentía tan cansada que
podía quedarme dormida en cualquier sitio, estaba tan sensible que quería
llorar de todo, no quería ir a trabajar, todos los olores fuertes me daban
asco, hice que mi esposo cambiara de desodorante varias veces, y que se
cambiara de ropa fuera del cuarto.
Fue un tiempo realmente duro para mí
y de mucha paciencia para Pancho.
Junto a mi cama hay una imagen de
barro de la Virgen María, nos la regaló mi hermano por nuestro
matrimonio.
Fue en uno de esos días en
que me levantaba corriendo al baño por las náuseas, mareada, con sueño y dolor,
en que tuve mi primera rebeldía contra el asunto.
Regresando del baño para volverme a
meter a la cama, me encontré con los ojos tiernos de esta Virgen mía y le
grité. “¿¿¿Cómo hiciste???”
Pensaba en que María fue
caminando durante 3 días, a visitar a su prima Isabel y encima se quedó a
ayudarla durante los 3 primeros meses de embarazo. ¿Cómo fue que hizo eso?
Sé que los embarazos no son todos
iguales y no sólo en el sentido de que te den náuseas o tengas un embarazo de
riesgo en el que no puedas pararte de la cama, sino también a las condiciones
en que se da este embarazo.
A veces no son las más felices,
sé que hay situaciones muy tristes y duras en las que se enfrenta un embarazo:
Una enfermedad, una violación, pobreza extrema…en fin tantas cosas que nos
pueden llenar de dudas.
Lo único que tenía claro en ese
momento es que LLEVAR UN NIÑO EN EL
VIENTRE ES UNA RESPONSABILIDAD MUY GRANDE y esa mañana mientras yo le
reclamaba a María, empecé a meditar en su embarazo, en mi embarazo.
María era una jovencita que de pronto
se le aparece un Angel, el Angel Gabriel y le dice que ha sido especialmente
escogida para ser la madre del hijo de Dios, DE AQUEL QUE NOS RECONCILIARÍA, NOS LIBRARÍA DE NUESTROS PECADOS Y NOS
PERMITIRÍA VOLVER A DIOS PADRE Y ALCANZAR LA VIDA ETERNA.
¿Se
imaginan? María una joven virgen de pronto quedaría embarazada del hijo de Dios
¿Quién le
iba a creer?
¿Qué diría
la gente?
¿Qué
podría decir José, su prometido?
Se
imaginan que alguna de nosotras le hubiéramos dicho a nuestro esposo, a nuestro
novio, a nuestros padres, amigos que de pronto estábamos embarazadas del
Espíritu Santo y vamos a dar a luz al Salvador.
Si ahora
nadie nos creería, pues antes en esa época tampoco.
Por su embarazo, María podía
enfrentarse a un escándalo.
José podría haberla dejado, repudiado
por haber quedado embarazada y no precisamente de él.
Sus padres podían haberla
desamparado, PODRÍA HABER MUERTO
LAPIDADA. PENSANDO EN TODO ESTO, ADEMÁS MARÍA PODRÍA HABERLE DICHO AL
ANGEL: NO
Sin embargo, María dijo SI.
La Virgen María sin embargo sólo
confío en la palabra del Ángel que venía de Dios, y entendiendo esas palabras
mucho mejor que los mismos profetas,
ENTENDIÓ QUE EL DESTINO DE LA HUMANIDAD DEPENDÍA DE SU RESPUESTA.
Y ELLA
RESPONDIÓ “HÁGASE, HE AQUÍ LA SIERVA DEL SEÑOR” MARÍA ACEPTÓ ESA VIDA.
María vio que el destino de la
humanidad dependía de su respuesta y generosidad para llevar ese niño en el
vientre.
Ese niño que las escrituras
prometían.
María sabía también que por supuesto
no iba a ser un camino fácil, sino por el contrario muy difícil, ella en su
silencio y amor profundo entendía que aquél niño, tan hermoso, que sería su
hijo amado iba a padecer por todos nosotros, ella en su corazón sabía que su
hijo iba a morir.
Aun así, comprendiendo todo esto, la
respuesta de María es un sí, UN SI
DESPRENDIDO Y LLENO DE AMOR.
Es por este sí de María que hemos
sido salvados. Qué hubiera sido de nosotros si María decía no…
Hoy comprendo la importancia de la
maternidad, EN CÓMO ESE DON DE AMOR
INFINITO, QUE SE ENCUENTRA EN CADA UNO DE NOSOTROS, SE MANIFIESTA.
AL DECIR SÍ
A ESA VIDA HERMOSA QUE LLEVAMOS DENTRO, SEGUIMOS EL EJEMPLO DE MARÍA,
ENTREGANDO A NUESTROS HIJOS A VIVIR, A CRIARLOS SIN IMPORTAR LAS CONDICIONES EN
LAS QUE FUERON ENGENDRADOS, NI SI FUERON PLANEADOS, NI SI VIENEN ENFERMOS
CONDENADOS A MUERTE.
PRIVAR QUE
UN NIÑO VENGA AL MUNDO ES PRIVAR AL MUNDO DE UN PEQUEÑO SALVADOR.
Es por eso que hoy me siento feliz de
haber sido escogida como la madre de Fernanda.
A Pancho y a mi poco nos ha
importado el que no haya sido “planificada” y que haya interferido en
todos nuestros planes.
Ha sido la mejor interferencia de
nuestra vida. Nuestro matrimonio, puedo decir es ahora más feliz que antes
y estamos mucho más unidos
Mientras le velo el sueño pienso:
¿Qué planes tendrá Dios para ella?
Entiendo ahora que MARÍA ES MI MODELO, MI MODELO DE SER MADRE,
SIN IMPORTAR LAS DIFICULTADES QUE MI EMBARAZO O LA CRIANZA DE MI HIJA TRAIGAN
CONSIGO, LO QUE IMPORTA ES MI RESPUESTA GENEROSA Y LLENA DE AMOR.
Participemos y celebremos nuestra respuesta a favor de la vida.
De esta manera HAGAMOS SENTIR
A AQUELLOS QUE DUDAN QUE A UN NIÑO POR NACER LA ÚNICA RESPUESTA QUE SE LE
PUEDE DAR ES UN SÍ, TÚ NACERÁS.