¿SABES QUE DIOS NO QUIERE QUE NINGUNO DE SUS HIJOS SE PIERDA Y MUESTRA UNA PREDILECCIÓN
ESPECIAL POR EL PERDIDO?
LC 15, 1-32
Homilía del Padre Carlos Cardó SJ
En
el camino hacia Jerusalén (Lc 14,25), Jesús ha expuesto las condiciones para
seguirlo (Lc 14,26-35).
Ahora
lo vemos enfrentando las críticas de los fariseos y doctores de la ley PORQUE ACOGE A PECADORES O «PERDIDOS» Y
COME CON ELLOS (Lc 15,2).
El
cap. 15 de Lucas contiene las parábolas de la misericordia, o parábolas de “lo
perdido”.
Las
tres parábolas:
LA
OVEJA PERDIDA (vv. 4-7),
LA
MONEDA EXTRAVIADA (8-10) y
EL HIJO PRÓDIGO
(11-32), son tan características de la figura de Jesús, tal como la ofrece
Lucas, que algunos llaman a esta parte de su narración «EL CORAZÓN DEL TERCER EVANGELIO», QUE ES «EL EVANGELIO DE LOS
MARGINADOS», porque MUESTRA LA
MISERICORDIA DE DIOS PARA CON LOS QUE SUFREN RECHAZO, EXCLUSIÓN E INCLUSO
CONDENA, POR PARTE DE SUS SEMEJANTES.
El tono de estas parábolas es de confrontación: Jesús se ve rodeado, por una parte, DE LOS POBRES, DE LOS ENFERMOS Y DE «RECAUDADORES Y DETESTADOS» (v. 1), y por otra, DE LA GENTE MÁS DISTINGUIDA, «FARISEOS Y DOCTORES DE LA LEY», que critican su cercanía a los indeseables (ver el llamamiento del publicano Leví - en 5,29-32).
El tono de estas parábolas es de confrontación: Jesús se ve rodeado, por una parte, DE LOS POBRES, DE LOS ENFERMOS Y DE «RECAUDADORES Y DETESTADOS» (v. 1), y por otra, DE LA GENTE MÁS DISTINGUIDA, «FARISEOS Y DOCTORES DE LA LEY», que critican su cercanía a los indeseables (ver el llamamiento del publicano Leví - en 5,29-32).
En
ese contexto, Jesús empela las tres parábolas para justificar y convalidar su
comportamiento frente a las críticas que le hacen y, sobre todo, PARA TRANSMITIR LA IMAGEN DE UN DIOS QUE,
POR SER PADRE, NO QUIERE QUE NINGUNO DE SUS HIJOS SE PIERDA Y MUESTRA UNA
PREDILECCIÓN ESPECIAL POR EL PERDIDO.
Dios
es así, dice Jesús, y por eso yo hago bien en actuar como actúo. «El Hijo del
hombre HA VENIDO A BUSCAR Y A SALVAR
LO QUE ESTABA PERDIDO» (Lc 19,10).
La parábola del Pastor que sale a buscar a la oveja perdida es una llamada a hacer lo mismo que hizo Jesús, SER COMPASIVO Y MISERICORDIOSO.
La parábola del Pastor que sale a buscar a la oveja perdida es una llamada a hacer lo mismo que hizo Jesús, SER COMPASIVO Y MISERICORDIOSO.
Vista
en dimensión eclesial, la parábola del Pastor, recuerda a la comunidad de los
discípulos que tiene el deber de hacer visible el estilo de Dios como Jesús lo
ha manifestado y puesto en práctica.
INVITACIÓN A HACER SITIO A LOS QUE
VIENEN DE FUERA, A ALEGRARSE DE SU VENIDA.
La parábola de la mujer que ha perdido una moneda y se pone a buscarla con esmero hasta encontrarla, reproduce la misma enseñanza: Así es Dios.
La parábola de la mujer que ha perdido una moneda y se pone a buscarla con esmero hasta encontrarla, reproduce la misma enseñanza: Así es Dios.
SE ESMERA POR ENCONTRAR A LOS
PERDIDOS, PUES LE PERTENECEN; Y SE ALEGRA DE RECOBRARLOS.
La
defensa de Jesús es clara: porque Dios ama a todos con una tan incomprensible
misericordia, que SU MAYOR ALEGRÍA
CONSISTE EN EL PERDÓN, POR ESO HAGO BIEN YO EN BUSCAR A LOS QUE NECESITAN
AYUDA, COMPRENSIÓN, MISERICORDIA.
La parábola del hijo pródigo –que habría que llamar LA «PARÁBOLA DEL AMOR DEL PADRE», ya que el personaje central es el padre–, es una de las piezas maestras de Lucas.
La parábola del hijo pródigo –que habría que llamar LA «PARÁBOLA DEL AMOR DEL PADRE», ya que el personaje central es el padre–, es una de las piezas maestras de Lucas.
Se
han hecho de ella un sinnúmero de interpretaciones porque contiene una gama de
temas:
LIBERTAD Y ALIENACIÓN,
NOSTALGIA Y RETORNO,
GRACIA Y RESPONSABILIDAD,
ANGUSTIA Y RECONCILIACIÓN...,
RASGOS UNIVERSALES Y NECESIDADES
BÁSICAS DE LA PERSONA.
Pero
es importante por encima de todo porque ilustra uno de los temas más centrales
de nuestra fe en Dios, tal como Jesús nos lo ha enseñado: EL PERDÓN.
Dios
perdona al pecador, saliendo Él, en persona, a su encuentro.
Así
es Dios, puro amor y misericordia.
SE ALEGRA DEL REGRESO DE UN HIJO QUE
SE PIERDE COMO EL PADRE QUE ORGANIZA UN BANQUETE.
Por
consiguiente, si así es el amor de Dios para con todos sus hijos, incluso con
aquellos que se le van, NO SEAN USTEDES
COMO EL HIJO MAYOR DE LA PARÁBOLA, ENVIDIOSOS, DESAGRADECIDOS Y, SOBRE TODO,
CRUELES EN SUS JUICIOS CONTRA LOS DEMÁS. ¡SEAN TAMBIÉN MISERICORDIOSOS!
¡MUESTREN COMPASIÓN POR LOS QUE ANDAN MAL! ¡ALÉGRENSE CONMIGO CUANDO ALGUIEN
RECOBRA UNA VIDA DIGNA Y SIENTE QUE ES IMPORTANTE PARA MÍ, TANTO COMO
USTEDES!
La parábola tiene dos partes y en cada una nos podemos ver incluidos:
La parábola tiene dos partes y en cada una nos podemos ver incluidos:
EN
LA DEL HIJO MENOR QUE SE ALEJA, Y
EN
LA DEL HIJO MAYOR QUE SE QUEDA.
El hijo menor, que echa a perder la herencia,
abraza
simbólicamente
toda situación de ruptura con Dios, QUE
ACARREA SIEMPRE DAÑOS Y PERJUICIOS LAMENTABLES PARA LA PERSONA.
El
pródigo lo pierde todo, sus bienes y derechos, su dignidad de hijo y su lugar
en el hogar: ya no se siente capaz de considerarse hijo y ve que, en justicia,
tendrá que ganarse la vida como un peón.
Pero
se trata de un hijo y aunque sea un pródigo (que desperdicia y consume su hacienda
en gastos inútiles, sin medida ni razón),
el padre siempre será un padre.
Él
sabe que la mala conducta del hijo lo ha llevado a malgastar el patrimonio,
pero quiere salvarlo.
El
amor restablece y eleva. Por eso lo acoge con cariño, lo cubre de besos, le da
un anillo y un traje nuevo y organiza una fiesta extraordinaria, que despierta
los celos y la envidia del hijo mayor.
Por su parte, el hijo mayor era incapaz de imaginar que el amor de un padre por su hijo PUEDE IR MÁS ALLÁ DE LO QUE LA JUSTICIA ESTABLECE, ES DECIR: “DARLE SU MERECIDO”.
Por su parte, el hijo mayor era incapaz de imaginar que el amor de un padre por su hijo PUEDE IR MÁS ALLÁ DE LO QUE LA JUSTICIA ESTABLECE, ES DECIR: “DARLE SU MERECIDO”.
Por
eso, lleno de amargura y rabia, se niega a participar en la fiesta.
Ya
no ve a su hermano como hermano. Se refiere a él diciéndole a su padre: “tu
hijo ése que se ha gastado tus bienes con prostitutas”.
Lo
único que le interesa es reclamar derechos y reconocimientos porque él siempre
se ha mostrado trabajador y obediente, pero no le han dado ni un cabrito.
Queda
claro, sin embargo, que hasta que este hermano, tan creído y seguro de sus
méritos, tan celoso y displicente, NO SE
RECONCILIE CON EL PADRE Y CON SU HERMANO, EL BANQUETE NO SERÁ EN PLENITUD LA
FIESTA DEL ENCUENTRO Y DEL HALLAZGO.
En resumen, que esta palabra del Señor AVIVE EN NOSOTROS EL DESEO DE UNA RECONCILIACIÓN QUE CAMBIE NUESTRA VIDA Y NOS HAGA VIVIR COMO VERDADEROS HIJOS E HIJAS DE DIOS.
En resumen, que esta palabra del Señor AVIVE EN NOSOTROS EL DESEO DE UNA RECONCILIACIÓN QUE CAMBIE NUESTRA VIDA Y NOS HAGA VIVIR COMO VERDADEROS HIJOS E HIJAS DE DIOS.
Que
nos ayude a superar las dificultades que sentimos para servir de manera
desinteresada y fomentar la unión sin egoísmos, ni celos ni juicios contra
nadie.
Y QUE PONGA EN NOSOTROS UN CORAZÓN
NUEVO PARA ACOGER A NUESTROS PRÓJIMOS Y RECHAZAR LA INCOMPRENSIÓN Y LAS
HOSTILIDADES ENTRE LOS HERMANOS.