miércoles, 17 de enero de 2018

LA CONVERSIÓN A CRISTO ES LO QUE HACE POSIBLE MANTENER EL SENTIDO DE LA FIESTA Y DE LA ALEGRÍA COMO CARACTERÍSTICA DE LA VIDA DEL CRISTIANO.

LA CONVERSIÓN A CRISTO ES LO QUE HACE POSIBLE MANTENER EL SENTIDO DE LA FIESTA Y DE LA ALEGRÍA COMO CARACTERÍSTICA DE LA VIDA DEL CRISTIANO.


P. Carlos Cardó SJ
(Mc, 2, 18-22)

Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?".
Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos?
Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
 Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!". 
Los fariseos están al acecho para ver de qué pueden acusar a Jesús. Seguramente lo han visto a Él y a sus discípulos comiendo en casa del publicano Leví. Por eso le preguntan: Por qué razón… tus discípulos no ayunan?  
Jesús les contesta indirectamente haciéndoles ver el significado de su presencia. Él trae consigo la realización de aquello que se esperaba para el tiempo del Mesías. Su venida inaugura la fiesta anunciada por los profetas: “El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha ungido.
ME HA ENVIADO… PARA CONSOLAR A LOS AFLIGIDOS…; PARA CAMBIAR SU CENIZA EN CORONA, SU LUTO EN PERFUME DE FIESTA, SU ABATIMIENTO EN TRAJE DE GALA” (Is 61, 1.3).
Jesús dice de sí mismo que es el novio y que sus seguidores son los amigos del novio. La metáfora del “novio” o del “esposo” la usaban los profetas para designar a Dios, que se había unido a su pueblo Israel CON UNA ALIANZA DE AMOR Y FIDELIDAD.
Jesús se la aplica. Afirma con ello que ocupa el lugar de Dios y que la antigua alianza da paso a la nueva, que consiste ahora en vincularse a Dios presente en su persona.
La relación con Dios es directa, la presencia de Dios se ha hecho inmediata.
Por tanto, EL PERDÓN NO DEPENDE DEL AYUNO PENITENCIAL Y EXPIATORIO, SINO DE LA ADHESIÓN PERSONAL A JESÚS. DE ESO SE TRATA, DE ADHERIRSE A ÉL, DE SEGUIRLO POR MEDIO DE UNA RELACIÓN DE AMISTAD (COMO AMIGOS DEL NOVIO) Y NO COMO UN SOMETIMIENTO A NORMAS VENIDAS DEL EXTERIOR.
Jesús pasa a ser la norma interior de vida.
SU PERSONA, SU TAREA, SU MODO DE PROCEDER, SUS ACTITUDES E IDEALES SE CONVIERTEN EN EL REFERENTE DEL CRISTIANO EN TODO SU COMPORTAMIENTO.
En esto consiste la novedad que trae consigo el evangelio. Para reforzar la idea, Marcos añade dos parábolas sobre el remiendo del vestido viejo con tela nueva, que acaba por romperlo más, y el vino nuevo que se guarda en cueros viejos y los hace reventar.
La advertencia es clara: son inconciliables lo nuevo y lo viejo, es peligroso intentar acomodarlos.
LOS VALORES DEL REINO QUE JESÚS TRANSMITE SON INCOMPATIBLES CON EL TEJIDO DE LA ANTIGUA LEY Y RELIGIÓN.
ES NECESARIA LA RENOVACIÓN, a la que el mismo Jesús exhorta desde el inicio de su predicación: ¡CAMBIEN DE VIDA Y CREAN EN EL EVANGELIO! (Mc 1, 15).
LA CONVERSIÓN A CRISTO ES LO QUE HACE POSIBLE MANTENER EL SENTIDO DE LA FIESTA Y DE LA ALEGRÍA COMO CARACTERÍSTICA DE LA VIDA DEL CRISTIANO.

Jesús, el Novio, nos hace imaginar un “estado permanente de boda”, una existencia en la que es posible experimentar de continuo el amor incesante del Padre por nosotros, por nuestro mundo y por nuestra historia.
Además, el Novio nunca se irá. Por eso la fiesta tiene rango de valor cristiano permanente. 
TENDRÁN UNA ALEGRÍA QUE NADIE LES PODRÁ QUITAR(Jn 16,22).
Pero hay que entenderla bien. Fruto de la alegre noticia QUE ES EL EVANGELIO, LA ALEGRÍA CRISTIANA NO ES SIMPLEMENTE EL SENTIMIENTO NATURAL DE OPTIMISMO, NI MENOS AÚN EL CINISMO O FRIVOLIDAD DE QUIEN NO PERCIBE QUE HAY MUCHAS COSAS EN EL MUNDO QUE DEBEN SER NEGADAS, SUPRIMIDAS O CAMBIADAS RADICALMENTE PORQUE CAUSAN DOLOR Y SUFRIMIENTO.
Siempre la alegría cristiana, más que cualquier otra virtud, puede ser mal empleada y manipulada. Pero si es auténtica, es todo un programa de vida.
LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO INCLUYE AFIRMAR QUE LA VIDA HUMANA, LA PROPIA Y LA DE LOS DEMÁS, ES DIGNA DE ACEPTACIÓN, DEBE SER RESPETADA Y SERVIDA, Y PUEDE ASÍ CONVERTIRSE EN FUENTE DE GRATITUD. 
Por eso, no se da sin amor: LA ALEGRÍA SIN EL INTERÉS PRÁCTICO PROPIO DEL AMOR, NO ES MÁS QUE UNA VANA ILUSIÓN; ASÍ COMO EL AMOR, SIN LA AMABILIDAD DE LA ALEGRÍA, DEGENERA EN UN FRÍO DEBER O EN UNA ACTITUD DE DOMINIO.
Por ahí es por donde adquieren sentido válido y eficiente para nosotros hoy las palabras de Jesús: 
            ¿PUEDEN ACASO AYUNAR LOS INVITADOS A LA BODA MIENTRAS EL NOVIO ESTÁ CON ELLOS?


ES LA CONMOCIÓN DEL HIJO DE DIOS ANTE LA DUREZA DE LOS CORAZONES DE LOS HOMBRES QUE INAUGURA EL VERDADERO SÁBADO DE LA PRESENCIA DE DIOS ENTRE LOS HOMBRES.

ES LA CONMOCIÓN DEL HIJO DE DIOS ANTE LA DUREZA DE LOS CORAZONES DE LOS HOMBRES QUE  INAUGURA EL VERDADERO SÁBADO DE LA PRESENCIA DE DIOS ENTRE LOS HOMBRES.
(Mc 3,1-6)                                                               
P. Carlos Cardó SJ

Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado, con el fin de acusarlo.
Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: "Ven y colócate aquí delante". Y les dijo: "¿ESTÁ PERMITIDO EN SÁBADO HACER EL BIEN O EL MAL, SALVAR UNA VIDA O PERDERLA?".
Pero ellos callaron.  Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: "Extiende tu mano". El la extendió y su mano quedó curada. Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él. 
Este pasaje condensa la enseñanza de Jesús respecto a la libertad de espíritu frente al rigorismo legal y, concretamente, respecto al precepto del sábado.
El sábado es para el hombre: en Jesús LLEGA EL SÁBADO PERFECTO, TIEMPO DE LA GRACIA Y AMOR SALVADOR DE DIOS.

Jesús está en una sinagoga. Como siempre, los fariseos aparecen al acecho para acusarlo: no se muestran dispuestos a reconocer a Dios en el hombre, y sus defensas de los preceptos de la ley corresponden a la imagen que tienen de Dios: ALEJADO, EXTRAÑO A LA VIDA Y A LAS REALES NECESIDADES HUMANAS.

Aparece en escena un hombre que tiene la mano atrofiada. No es un enfermo que está en las últimas, pero es un ser humano inhabilitado para muchas acciones.
Según la mentalidad judía, además, lleva en su cuerpo la huella del pecado.
Jesús invita al enfermo a ponerse de pie y a colocarse en el centro. Hace que la atención de toda la comunidad se dirija a este ser humano.

La atención de Jesús al enfermo no se va a limitar a su salud física; APUNTA A LA LIBERTAD INTERIOR QUE ÉL QUIERE QUE TENGA LA GENTE RESPECTO DEL SÁBADO Y DE LA LEY.
QUIERE LIBERAR DE LA OPRESIÓN LEGALISTA A QUE SOMETEN LOS FARISEOS Y DIRIGENTES A LOS FIELES. Al mismo tiempo, por medio del signo de la curación del enfermo va a manifestar QUE, CON SU VENIDA Y POR LA FE EN ÉL, EL AMOR DE DIOS DESPLIEGA SU FUERZA SALVADORA, LA CREACIÓN ES LIBERADA DEL MAL Y DE LA MUERTE Y SE INAUGURA EL VERDADERO SÁBADO DE LA PRESENCIA DE DIOS ENTRE LOS HOMBRES.

Todo esto sugiere Jesús con su pregunta: ¿Qué está permitido en sábado salvar la vida o destruirla? EL SÁBADO, EL CULTO, LA MORAL Y, EN GENERAL, LA RELIGIÓN AUTÉNTICA, SON PARA DAR VIDA, NO LO CONTRARIO.

Ellos no respondieron nada. Y Jesús sintió ira. EL EVANGELISTA MARCOS SE VALE DE ESTA EXPRESIÓN FUERTE PARA AFIRMAR QUE EL PESAR QUE SIENTE JESÚS ES LA CONMOCIÓN DEL HIJO DE DIOS ANTE LA DUREZA DE LOS CORAZONES DE LOS HOMBRES.
Es el mismo sentimiento que, según los profetas, llevaba a Dios a lamentarse por el corazón endurecido, expresión suprema de la incredulidad (cf. Jer 3, 17; 7, 24; 9,13; 11,18; 13, 10; 16, 12; 18, 12; 23, 17; Sal 81,13; Dt 29,18).

El milagro va a ser signo del don de la vida nueva, liberada, que ya Ezequiel había prefigurado como EL DON DEL CORAZÓN NUEVO, QUE REEMPLAZA AL CORAZÓN SECO, DE PIEDRA (cf. Ez 36,26).
La humanidad, representada en el hombre de la mano seca, extiende la mano para acoger el don del agua de la nueva vida, del espíritu que vivifica y hace vivir en la libertad de los hijos de Dios.
Los fariseos ven lo ocurrido y se retiran como habían venido, con todas sus resistencias a la vida y a la libertad, CON SU AFERRARSE A LA LEY QUE MATA Y SU RECHAZO AL ESPÍRITU DE JESÚS QUE LOS INVITA A OLVIDARSE DE SÍ Y ABANDONAR SU FUTURO EN MANOS DE DIOS.
Ellos, a diferencia del hombre de este pasaje, no abren la mano «seca», SE QUEDAN FOSILIZADOS EN SUS LEYES Y EN SUS MÉRITOS PARA SIEMPRE; SU CORAZÓN ENDURECIDO NO PALPITA DE ALEGRÍA ANTE EL DON DE LA SALVACIÓN QUE JESÚS OFRECE. Y ellos, que no permiten hacer el bien y salvar una vida en sábado, SE PERMITEN A SÍ MISMOS EL MAL, TOMANDO EN SÁBADO LA DECISIÓN DE ASESINAR A JESÚS. 

LA DUREZA DE CORAZÓN ES LA CAUSA DE LA MUERTE DE JESÚS Y DEL HOMBRE.
Contrapuesta a esta dureza de corazón APARECERÁ EL GOZO Y MARAVILLA DE LOS SENCILLOS POR LA AUTORIDAD CON QUE JESÚS ENSEÑABA Y POR LA CURACIÓN DE LOS ENFERMOS (cf. 1,22.27).

Queda claro que una religión, que no abre los ojos a la fe que libera, es la peor enemiga del evangelio. Y es un peligro constante contra el que Pablo advierte a los gálatas y a los romanos.

"EL SÁBADO HA SIDO HECHO PARA EL HOMBRE, Y NO EL HOMBRE PARA EL SÁBADO”.

"EL SÁBADO HA SIDO HECHO PARA EL HOMBRE, Y NO EL HOMBRE PARA EL SÁBADO”. 
(Marcos 2, 23-28)
P. Carlos Cardó SJ
Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le dijeron: "¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?".  
Él les respondió: "¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, Y COMIÓ Y DIO A SUS COMPAÑEROS LOS PANES DE LA OFRENDA, QUE SÓLO PUEDEN COMER LOS SACERDOTES?". Y AGREGÓ: "EL SÁBADO HA SIDO HECHO PARA EL HOMBRE, Y NO EL HOMBRE PARA EL SÁBADO. DE MANERA QUE EL HIJO DEL HOMBRE ES DUEÑO TAMBIÉN DEL SÁBADO".

El marco del relato es el siguiente: los discípulos de Jesús atraviesan un campo y sienten hambre. Recogen unas espigas de trigo, las restriegan entre las manos y comen los granos. Este simple hecho escandaliza a los fariseos: ¡hacen en sábado lo que no está permitido! Jesús aprovecha la ocasión PARA DEFENDER LA LIBERTAD Y AMPLITUD DE ESPÍRITU QUE QUIERE QUE TENGAN SUS DISCÍPULOS.
LA LEY ESTÁ AL SERVICIO DE LA PERSONA HUMANA, NO ESTÁ DADA PARA OPRIMIR.
Por eso, ante la necesidad, la ley cede; NO ES UN ABSOLUTO. Para demostrarlo, Jesús argumenta poniendo el ejemplo de David que entró en el santuario, tomó los panes consagrados –que sólo podían comer los sacerdotes– y comió él y sus soldados porque tenían hambre (Cf. 1Sam 21, 2-7).
Recordaba así a los fariseos QUE LA NECESIDAD HUMANA ESTABA POR ENCIMA INCLUSO DEL CULTO Y DE LO REFERENTE AL TEMPLO. PUEDE DEJARSE EL SENTIDO LITERAL DE LA LEY CUANDO LO EXIGE UNA NECESIDAD MÁS ELEVADA.
Las normas son para orientar en las relaciones con Dios y con los demás, PERO POR ENCIMA ESTÁN LAS NECESIDADES VITALES.

A partir de esa enseñanza, Jesús pasa a tratar el tema del sábado. Moisés, inspirado por Dios, había dejado a los israelitas este precepto: Durante seis días trabajarás y harás todos tus trabajos. Pero el día séptimo es día de descanso en honor del Señor tu Dios. No harás en él trabajo alguno ni tú, ni tus hijos, ni tus siervos, ni tu ganado, ni el extranjero que habita contigo.

El descanso, por tanto, no había sido impuesto como una prueba, como un deber riguroso, sino como un recurso humano para asegurarle a todos, judíos y no judíos, libres o esclavos QUE PUDIERAN TENER UN DÍA SEMANAL PARA REPARAR LAS FUERZAS, ESTAR EN FAMILIA, Y, SOBRE TODO, HONRAR A DIOS RECORDANDO EL DESCANSO QUE TUVO EL CREADOR AL CONCLUIR SU OBRA (Ex 20, 8-11), y acordándose de que fueron esclavos en Egipto y el Señor los liberó (Dt 5,12-15).
Por su significación y por su contenido de memorial, el sábado pasó a convertirse en un elemento fundamental de la espiritualidad judía, hasta hoy, la espiritualidad del Shabat. El descanso sabático es una solemne proclamación de la identidad del judío y de su nación: identidad de hijos y pueblo de la alianza, que vale no por lo que produce o posee sino por lo que es.
El sábado recuerda a los israelitas que no son simples ciudadanos, trabajadores, o consumidores. El Shabat no es una simple costumbre ni un simple medio para el ordenamiento social del trabajo mediante el descanso obligatorio, sino la afirmación pública y rotunda de que Israel es el pueblo de Dios, que obra según Dios.

Sin embargo, en tiempos de Jesús la espiritualidad del Shabat había quedado  deformada por el rigorismo y la intransigencia de los rabinos fariseos.
El precepto del sábado que en su origen había tenido un fuerte sentido liberador, al asegurar a todos el descanso semanal, y que ERA DÍA SANTO PARA HONRAR A DIOS, SE HABÍA CONVERTIDO EN UNA LEY OPRESORA.

Jesús no sólo devuelve a la práctica del descanso sabático su verdadero sentido, sino que con su afirmación: El sábado está hecho para el hombre, pone al sábado en relación y al servicio del hombre.
 Como todas las observancias morales, ritos, celebraciones liturgias y prácticas religiosas, por medio de las cuales se expresa la fe, tampoco el sábado es un fin en sí mismo. TODO ELLO ES MEDIO AL SERVICIO DEL SER HUMANO.

Finalmente, la declaración: El Hijo del hombre es señor también del sábado, debió sonar a los oídos de los dirigentes del pueblo como una pretensión insoportable. En el evangelio de Juan aparece claro: perseguían a Jesús porque hacía obras como éstas (curar a un paralítico) en día sábado, pero Jesús les replicó:
Mi Padre no cesa de trabajar hasta ahora y yo también trabajo. En vista de esto trataban de matarlo porque no sólo no respetaba el sábado sino que además decía que Dios era su Padre, y se hacía igual a Dios (Jn 5,19). 
Jesús, por tanto, no trasgrede el sábado SINO QUE LO SUPERA, HACIENDO LO QUE HACE DIOS SU PADRE.
En adelante, Jesús es quien transmite la identidad al nuevo pueblo de Israel Y QUIEN REALIZA LA VERDADERA Y PLENA LIBERACIÓN.
Queda atrás el sábado como signo y recuerdo. Se ha hecho realidad aquello de lo que el sábado era signo. Se ha inaugurado con Jesús el definitivo séptimo día, DÍA DEL ENCUENTRO DE DIOS CON SUS HIJOS, SÁBADO ETERNO, TIEMPO DE GRACIA Y SALVACIÓN EN QUE SE CUMPLE LO ANUNCIADO: HABITARÉ EN ELLOS Y CAMINARÉ JUNTO A ELLOS (Lv 26,12; 2Cor 6,16).