¿VIVIMOS POSEÍDOS POR REALIDADES DE ESTE MUNDO
QUE SE NOS HAN VUELTO VERDADEROS ÍDOLOS A LOS QUE NOS SOMETEMOS ESPERANDO
CONSEGUIR CON ELLOS SEGURIDAD Y FELICIDAD? PERO LA VERDAD ES QUE TERMINAMOS ESCLAVIZADOS Y DESHUMANIZADOS.
(Mc 5, 1-20)
P. Carlos Cardó SJ
Llegaron a la otra orilla del
mar, a la región de los gerasenos. Apenas Jesús desembarcó, le salió al
encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro.
Él habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con
cadenas.
Muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto
las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarlo. Día y
noche, vagaba entre los sepulcros y por la montaña, dando alaridos e hiriéndose
con piedras. Al ver de lejos
a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él, gritando con
fuerza: ¿Qué tengo que ver contigo, Jesús, Hijo del Altísimo? ¡Te conjuro por
Dios, no me atormentes!". Porque Jesús le había dicho: "¡Sal de
este hombre, espíritu impuro!". Después le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?". El respondió:
"Mi nombre es Legión, porque somos muchos". Y le rogaba con
insistencia que no lo expulsara de aquella región.
Había allí una gran piara de
cerdos que estaba campeando en la montaña. Los espíritus
impuros suplicaron a Jesús: "Envíanos a los cerdos, para que entremos en
ellos". Él se los
permitió.
Entonces los espíritus impuros
salieron de aquel hombre, entraron en los cerdos, y desde lo alto del
acantilado, toda la piara -unos dos mil animales- se precipitó al mar y se
ahogó.
Los cuidadores huyeron y difundieron la noticia en la ciudad y en los poblados.
La gente fue a ver qué había sucedido. Cuando llegaron donde estaba Jesús,
vieron sentado, vestido y en su sano juicio, al que había estado poseído por
aquella Legión, y se llenaron de temor.
Los testigos del hecho les
contaron lo que había sucedido con el endemoniado y con los cerdos. Entonces
empezaron a pedir a Jesús que se alejara de su territorio.
En el momento de embarcarse,
el hombre que había estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con
él. Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con tu
familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de
ti".
El hombre se fue y comenzó a
proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho por él, y
todos quedaban admirados.
La escena se
desarrolla en Gerasa, una ciudad de la Decápolis pagana, lugar donde no se
conoce a Dios y el mal actúa libremente.
EL MENSAJE DEL TEXTO SERÁ QUE
AUN EN LUGARES COMO ESE, LA ACCIÓN SALVADORA DE CRISTO OBTIENE VICTORIA.
JESÚS DESTRUYE DE RAÍZ EL MAL
Y DISIPA NUESTROS MIEDOS PORQUE HA VENCIDO AL PRÍNCIPE DE ESTE MUNDO, QUE TENÍA
EL PODER DE LA MUERTE.
Le salió al encuentro un
endemoniado. Fue hacia él, no esperó a que lo llamara. Seguramente ha oído que
libera a aquellos a quienes el espíritu del mal esclaviza, separándolos de Dios
(PORQUE ES ESPÍRITU DE ESCLAVITUD),
de los demás (PORQUE ES ESPÍRITU DE
VIOLENCIA Y DIVISIÓN, EL DEMONIO, EN LA BIBLIA, ES EL QUE DIVIDE), y de su
yo auténtico (PORQUE ENAJENA, ES
ESPÍRITU DE MENTIRA).
Este pobre
desgraciado viene del cementerio donde habita, es decir, sale del LUGAR DE LA MUERTE, BUSCA LA VIDA.
SIMBOLIZA A TODOS AQUELLOS QUE
VIVEN SOMETIDOS A FUERZAS O PODERES HOSTILES A DIOS, “POSEÍDOS” POR
REALIDADES DE ESTE MUNDO QUE SE LES HAN VUELTO VERDADEROS ÍDOLOS A LOS QUE SE
SOMETEN (CF. 1 COR 8,5),
ESPERANDO CONSEGUIR CON ELLOS SEGURIDAD Y FELICIDAD PERO SE ESCLAVIZAN Y
DESHUMANIZAN.
Llama la
atención el contraste tan marcado que se da entre la primera actitud del
endemoniado: se postró ante él,
y el grito que da a continuación: ¿Qué
tengo que ver contigo, Jesús, Hijo del Altísimo? No me atormentes. La
explicación la da el mismo texto: Es
que Jesús le estaba diciendo: ESPÍRITU
INMUNDO SAL DE ESTE HOMBRE.
Hay, pues, una
inconsecuencia en el endemoniado. Ha buscado a Jesús, pero la irracionalidad
del espíritu que lo posee le impide hacer lo que podría liberarlo. TENDRÍA QUE DEJAR LA VIOLENCIA Y LA
MENTIRA A LA QUE VIVE SOMETIDO, PERO LE RESULTA UNA TORTURA, SE SIENTE INCAPAZ.
Nada,
absolutamente nada en común hay entre Cristo y el mal. No hay lugar para
componendas.
Pero el
endemoniado se contenta con que no
lo echen fuera de esa región. El nombre que se da –Legión–
sugiere la idea de que se trata de una colectividad, incluso quizá REPRESENTA A TODOS AQUELLOS QUE, VÍCTIMAS
DE CUALESQUIERA CLASE DE DEMONIOS, VIVEN UNA VIDA DESHUMANIZADA Y NO PONEN LOS
MEDIOS PARA DEJARLA.
RECONOCEN QUE SU VIDA LES HACE
VIVIR ANGUSTIAS DE MUERTE, PERO NO DAN EL PASO A LA VICTORIA FINAL QUE CRISTO
LES OFRECE.
PREFIEREN SUPLICARLE: ENVÍANOS A LOS CERDOS PARA QUE ENTREMOS EN
ELLOS.
Se subraya la
condición de vencido de Satán. Los
demonios rogaban a Jesús. Y al mismo tiempo se
señala que los puercos, animales
impuros, inmundos, eran digna morada para ellos.
Jesús les
permitió entrar en ellos, pero queda claro QUE
EL DESTINO ÚLTIMO DE ESAS FUERZAS DEL MAL ES EL ABISMO: los cerdos se lanzaron al lago desde el
barranco… y se ahogaron.
A continuación
ocurre algo sorprendente: mientras los demonios suplican a Jesús que no los
saque de aquel lugar y que los deje en los cerdos, los gerasenos fueron donde
Jesús y comenzaron a suplicarle
que se alejara de su territorio.
LA PRESENCIA DE JESÚS TRAE
CAMBIOS EN LA VIDA QUE PUEDEN CONTRADECIR LOS PROPIOS INTERESES. ENTONCES SE LE
PUEDE DECIR A JESÚS COMO LOS GERASENOS: MEJOR VETE, DÉJANOS TRANQUILOS.
Las curaciones,
en particular las expulsiones de demonios, son signos del poder de Dios en
Jesús sobre todas las fuerzas del mal que TRASTORNAN
EL ORDEN DE SU CREACIÓN Y DAÑAN A SUS CRIATURAS. Por eso son signos de la presencia de su
reino. Si expulso los demonios
con el dedo de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a ustedes” (Mc
3).
Estas acciones de Jesús se nos
confían. Designó a Doce, a los
que llamó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con
poder de expulsar demonios (Mc 3,15).
Como Iglesia, todos debemos
contribuir en la medida de nuestras posibilidades a exorcizar los demonios QUE EN NUESTRA SOCIEDAD ATENTAN CONTRA LA INTEGRIDAD DE LAS
PERSONAS, RECORTAN SU LIBERTAD, AFECTAN SU SALUD Y DESPERSONALIZAN.
QUIEN
EXPERIMENTA LA SALVACIÓN NO PUEDE SINO DESPERTAR EN OTROS LA EXPERIENCIA DE SER
SALVADO.