jueves, 19 de mayo de 2016

¿QUÉ ROL JUEGA LA TOLERANCIA PARA ALCANZAR LA PAZ ?

       ¿QUÉ ROL JUEGA LA TOLERANCIA PARA ALCANZAR LA PAZ ?

MC 9, 38-48

Existen personas que realizan obras buenas “en nombre de Jesús”, pero no pertenecen a instituciones o agrupaciones visibles.

Los que sí forman parte de ellas –por filiación, nombramiento, o función conferida- pueden actuar frente a estas personas como lo hacían los discípulos de Jesús, es decir, NO APRECIAR NI ALEGRARSE POR EL BIEN QUE HACEN SINO CRITICARLAS ÚNICAMENTE PORQUE NO PERTENECEN AL PROPIO GRUPO, “NO SON DE LOS NUESTROS”.

Dan a entender que sólo en su ámbito actúa el espíritu de Jesús, COMO SI A ELLOS SE LES HUBIESE CONCEDIDO UN MONOPOLIO DE JESÚS Y DE SU EVANGELIO.

Sustituyen a Jesús por la institución a la que pertenecen, olvidando que Jesús está por encima de todas las instituciones.

OLVIDAN QUE ES ÉL QUIEN DEBE CRECER Y NO MI GRUPO, MI CORRIENTE, MI MODO DE PENSAR.

No se trata de que la gente nos siga a nosotros sino que siga a Cristo; no se trata de incrementar mi grupo, SINO DE HACER CRECER A LA IGLESIA; no se trata de hacer que los demás piensen y actúen como nosotros, SINO QUE SIGAN EN VERDAD A JESUCRISTO Y OBREN EL BIEN.

Creer que sólo quienes piensan como nosotros tienen la verdad y actúan correctamente, ESO ES LA RAÍZ DE TODAS LAS INTOLERANCIAS, EXCLUSIONES Y DISCRIMINACIONES, QUE DAÑAN PROFUNDAMENTE EL SER DE LA IGLESIA.

Por eso dice el Señor: QUIEN NO ESTÁ CONTRA NOSOTROS, ESTÁ CON NOSOTROS. 

El evangelio nos cura de toda tendencia al ghetto, al círculo cerrado, a la crispación sectaria y fanática, a la postura intransigente y al gesto discriminador.

Libre, por encima de todo aquello que divide en bandos y enfrenta a las personas, JESÚS ALIENTA EN NOSOTROS LA VERDADERA TOLERANCIA, QUE ES AMPLITUD DE CORAZÓN, ESPÍRITU UNIVERSAL PARA ABRAZAR, RESPETAR Y ESTIMAR A TODOS LOS QUE, EN SU NOMBRE, BUSCAN SERVIR A LOS HERMANOS.

Tolerancia, amplitud de miras, respeto, diálogo, colaboración…, son pues virtudes esencialmente eclesiales.

Y no debemos olvidar que: «SÓLO HAY UNA COSA QUE EN EL PLANO HUMANO PUEDE ESTABLECER LA UNIDAD EN LA IGLESIA: EL AMOR, QUE PERMITE AL OTRO SER DE OTRA MANERA, AUNQUE NO LOGRE “COMPRENDERLO”» (K. Rahner).


Entonces podemos afirmar con toda justicia que el mismo Jesús que quiere que la salvación alcance a todo ser humano, incluso por medio de personas que no pertenecen al grupo:

 «EL QUE NO ESTÁ CONTRA NOSOTROS, ESTÁ A FAVOR NUESTRO», NOS CAPACITA PARA APRECIAR LA LABOR QUE REALIZAN TANTOS HOMBRES Y MUJERES QUE BUSCAN SERVIR A SU PRÓJIMO Y CONTRIBUYEN A CONSTRUIR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA Y FRATERNA, AUNQUE NO PERTENEZCAN A LA IGLESIA.

En ellos podemos reconocer la acción del mismo Espíritu de Jesús y podemos sentirlos como amigos y aliados.

NO ESTÁN CONTRA NOSOTROS PUES ESTÁN A FAVOR DEL SER HUMANO, COMO ESTABA JESÚS.

Este  evangelio ilumina otros aspectos de la vida, que tienen que ver con el seguimiento de Cristo y la lucha contra el mal.
TODO EL QUE LES DÉ A BEBER UN VASO DE AGUA A USTEDES EN RAZÓN DE QUE SIGUEN A CRISTO, NO QUEDARÁ SIN RECOMPENSA. 

La tolerancia va siempre acompañada de la magnanimidad.

Hasta los más pequeños gestos de atención y acogida del prójimo, como dar un vaso de agua, SON SIGNIFICATIVOS, TOCAN PERSONALMENTE AL MISMO CRISTO.

Jesús hace ver, con gran severidad, AQUELLO QUE CONSTITUYE LO CONTRARIO DEL SERVICIO Y LO LLAMA EL ESCÁNDALO.

 Escándalo es toda acción, gesto o actitud QUE INDUCE A OTRO A OBRAR EL MAL.

Los pequeños, los niños, y la gente sencilla creen ya en Dios, PERO LAS ACCIONES Y CONDUCTA DE LOS MAYORES PUEDEN HACERLES DIFÍCIL LA FE. NADA HAY MÁS GRAVE QUE INDUCIR A PECAR A LOS DÉBILES.

La advertencia es tajante: quienes no respetan a los pequeños y se convierten en sus seductores acaban de manera desastrosa.

Pero no solamente se puede escandalizar a otros, SINO QUE UNO PUEDE TAMBIÉN SER ESCÁNDALO PARA SÍ MISMO.

En este sentido, Jesús nos exhorta a que tengamos cuidado con nosotros mismos Y MIREMOS NUESTRO INTERIOR, de donde surgen los conflictos.

Debemos pues  preguntarnos, DÓNDE RADICAN LAS POSIBLES OCASIONES DE NUESTRO MAL PROCEDER, PARA NO HACERLO.

SI TU MANO, TU PIE O TU OJO SON OCASIÓN DE ESCÁNDALO…, CÓRTATELO”, obviamente no significan mutilación. SON IMÁGENES HIPERBÓLICAS, GRÁFICAS Y DE GRAN FUERZA EXPRESIVA; con ellas lo que Jesús nos dice es que debemos llegar a una opción firme y decisiva por un estilo de vida que refleje un humanismo cristiano.

Se ve con mucha frecuencia, que:
Las personas  quieren ser los primeros Y HAN DE OPTAR POR SER SERVIDORES DE LOS DEMÁS,
Otros descubren el tesoro escondido y deciden dejarlo todo para obtenerlo. En este caso, SE TRATA DE VIVIR COMO VERDADEROS CRISTIANOS, QUE ES EL BIEN SUPREMO.

Decidirse por llevar una vida conforme a los valores cristianos implica modificar el uso que damos a cosas que pueden ser muy apreciadas.

Toda opción implica renunciar a otras posibilidades que pueden ser válidas y preciosas, PERO QUE NO PUEDEN MANTENERSE JUNTO CON EL BIEN MAYOR QUE SE HA ELEGIDO.

No debemos entender estas advertencias de Jesús en clave moralista tratando de ser cristianos perfectos.


EN TODO ESTO ESTÁ DE POR MEDIO LA ALEGRÍA QUE NOS MOTIVA Y NOS ORIENTA HACIA LA PLENA REALIZACIÓN DE NUESTRA PERSONA EN DIOS.

EL MATRIMONIO

EL MATRIMONIO

Dios ha dado a la persona humana, desde su origen, una orientación fundamental A REALIZARSE PLENAMENTE EN LA ENTREGA A LA PERSONA AMADA.

Esta relación encuentra SU EXPRESIÓN MÁS DENSA Y SIGNIFICATIVA en la unión del hombre y la mujer, DE LA QUE PUEDE SURGIR UNA VIDA NUEVA por una acción creativa, que los hace participar de la fecundidad de Dios, FUENTE Y ORIGEN DE LA VIDA.

Los lenguajes con que se expresa esta experiencia pueden cambiar a lo largo de los tiempos, pero siempre queda esta verdad: que cuando un hombre y una mujer deciden unirse, AHÍ SE LES REVELA LA ENTREGA Y EL SERVICIO MUTUO COMO LA VERDAD Y EL SENTIDO DE SUS VIDAS.

Existe una conexión entre la dualidad de sexos y la propagación de la vida humana, pero no se agota ahí el sentido de la sexualidad.

La finalidad de ésta no es únicamente la procreación; ni tampoco lo es la simple satisfacción placentera de un instinto.

Con su sexualidad, los seres humanos ESTABLECEN UNA RELACIÓN DE AMOR Y MUTUA PERTENENCIA, QUE LOS LLEVA A DESEAR Y SOSTENER JUNTOS UNA VIDA BIEN ESTRUCTURADA.

Por eso, la procreación de los hijos aparece ya en el Génesis encuadrada en el marco de una relación de encuentro, compañía y ayuda mutua: “NO ESTÁ BIEN QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO –DIJO DIOS; VOY A HACERLE ALGUIEN COMO ÉL QUE LE AYUDE”.

Con lo cual queda excluida cualquier subordinación de un sexo a las pretensiones de poder y a las necesidades del otro, y toda ofensa a la dignidad asignada a uno y otro sexo.

La igualdad del varón y la mujer y su destinación a formar una unidad estaba asentada en la Biblia.

Sin embargo, EN LA CULTURA JUDÍA, LA MUJER ERA PROPIEDAD DEL VARÓN Y LA SUPERIORIDAD DE ÉSTE SE VEÍA REFRENDADA EN LA LEY DE MOISÉS QUE CONCEDÍA AL HOMBRE EL DERECHO DE DIVORCIARSE

Si Moisés permitió el divorcio fue por la “DUREZA DEL CORAZÓN” del pueblo judío, que le impedía comprender en profundidad los planes divinos y poner en práctica los preceptos más santos.

Jesús critica esta actitud parcial, legalista, que lleva al hombre a quedarse sólo en lo que señala la ley, y no aspirar a ideales más altos de amor y de servicio.

El segundo argumento lo toma Jesús del libro del Génesis, rebatiendo con él una norma legal secundaria.

Lo que está en el Génesis es lo que Dios QUISO DESDE EL PRINCIPIO.

EL PODER REPUDIAR A LA ESPOSA ES UN AÑADIDO POSTERIOR, QUE NO CONCUERDA CON EL PLAN ORIGINAL DEL CREADOR SINO QUE PARTE DE CONVENIENCIAS HUMANAS EGOÍSTAS.

De este modo, Jesús SE PONE COMO GARANTE, TANTO DE LA ESTABILIDAD DE LA PAREJA COMO DE LA IGUALDAD ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER.

Por el matrimonio ambos forman una sola carne, que ninguna autoridad humana puede separar; eso fue lo establecido originalmente por Dios: “POR ESO DEJARÁ EL HOMBRE A SU PADRE Y A SU MADRE, Y SE UNIRÁ A SU MUJER Y SERÁN LOS DOS UNO SOLO”.

La conclusión: “POR TANTO, LO QUE DIOS HA UNIDO, QUE NO LO SEPARE EL HOMBRE”, se deduce perfectamente de las razones aportadas.

La respuesta de Jesús mira a la comunidad de los que le siguen, entonces y ahora.

Separarse del cónyuge y casarse con otro lo equipara Jesús con el ADULTERIO y así ha de pensar el cristiano, pero Jesús les responde: “NO TODOS PUEDEN CON ESO, SINO SÓLO AQUELLOS A QUIENES DIOS SE LO CONCEDE”.

Los discípulos, como muchos hoy, deben entender que el Señor nunca los abandona y que LO QUE RESULTA IMPOSIBLE A LOS HOMBRES PUEDE SER FACTIBLE CON LA AYUDA DE DIOS.

Esto supuesto, todos sabemos que el matrimonio puede naufragar PORQUE SIEMPRE ESTÁ EL RIESGO DEL ERROR Y SIEMPRE LA PERSONA PUEDE MANIFESTAR SU INCAPACIDAD PARA AMAR ASÍ.

Por eso la Iglesia y sus ministros, SIGUIENDO EL EJEMPLO DE JESÚS, QUE ERA CLARO EN LOS IDEALES Y VALORES, PERO COMPRENSIVO ANTE LOS FRACASOS, ha de mostrar comprensión, dar ánimos y acompañar al hermano o hermana QUE, POR LA HUMANA FLAQUEZA Y FALIBILIDAD FRACASÓ EN SU MATRIMONIO.

LAS MAYORES FRUSTRACIONES Y MÁS HONDOS SUFRIMIENTOS PROVIENEN DE LA RUPTURA DEL AMOR, precisamente porque es la fuente de todo buen deseo y de las mayores alegrías.

Lo prioritario es curar heridas. Pero aunque todo esto sea verdad, y aunque sean tan frecuentes los fracasos matrimoniales, la conclusión no puede ser no casarse o casarse hasta ver qué pasa…

No podemos aceptar como lo normal la “MENTALIDAD DIVORCISTA”; con ella no se puede contraer un matrimonio válido.

Muchos lamentablemente se casan con la idea de vivir juntos mientras dure el amor y uno se sienta feliz, pero ¿de qué amor hablan?
Eso no es el amor cristiano, del que dice san Pablo en 1Cor 13: que no pasa nunca, PORQUE PERDONA Y SE REHACE CONTINUAMENTE.

Desde el punto de vista humano –y no sólo bíblico– no se puede considerar como lo “normal” UN AMOR SIN HONDURA, QUE DEJA ABIERTA LA PUERTA A POSIBLES ABANDONOS, RUPTURAS, VARIABLES Y SUCEDÁNEOS.

En el fondo de todo esto late una mentalidad pesimista y amargada que desconfía en la capacidad de la personas para rehacerse Y NO CREE QUE SE PUEDAN ASUMIR COMPROMISOS ESTABLES Y DEFINITIVOS.

Esta mentalidad del desaliento ignora la fuerza de la gracia.
Por eso, la indisolubilidad del matrimonio se ve sólo como una ley, dura ley.

Y muchas veces los ministros de la iglesia presentan la indisolubilidad únicamente como ley Y NO COMO IDEAL MORAL Y ASPIRACIÓN DE TODA PERSONA CASADA.

La fidelidad indisoluble NO ES LEY SINO EVANGELIO, es la buena noticia de que la gracia de Dios PUEDE TRANSFORMAR EL EGOÍSMO EN MUTUA ACEPTACIÓN, los límites del otro en diálogo y comprensión, las frustraciones en sano realismo que, cuando falta lo ideal, se aferra a lo posible, lo disfruta todo lo que puede, y no desespera jamás en la búsqueda del ideal.

Por todo eso, no basta proclamar la prohibición del divorcio.
Si no formamos a los jóvenes que se han de casar, eso no conduce a nada.

Es una necesidad urgente, clamorosa. Para que puedan llegar a formar familias estables y unidas, ellos necesitan una formación que los capacite para poner las condiciones necesarias de la unión matrimonial EN UNA SOCIEDAD FRAGMENTADA QUE TIENDE A DESUNIR.

SÓLO UNA LIBERTAD EDUCADA EN EL MANEJO HUMANO DE LOS SENTIMIENTOS hace que la persona sea capaz de entregarse con sentido de unidad e indisolubilidad.

HOY MÁS QUE NUNCA LA CAPACIDAD DE ASUMIR FRUSTRACIONES FORMA PARTE DE LA EDUCACIÓN DEL ADULTO.

El evangelio forja hombres y mujeres de personalidad recia, libres y responsables.

Él nos abre los ojos a la acción de Dios que, sobre todo en los momentos de dolor y de crisis, mueve a poner con coraje y perseverancia las condiciones necesarias para seguir unidos, para seguir aspirando al ideal de un amor fiel y duradero, AUN CUANDO OTRAS VOCES PUEDAN DECIRTE: ¡ABANDONA, SEPÁRATE, DIVORCIATE!

La Iglesia no puede dejar de transmitir las palabras de su Señor.
Sería infiel a Él. Ella no nos puede recortar el horizonte de nuestra generosidad.

Por eso, ella nos anuncia la buena noticia de que somos capaces de aspirar a lo alto Y DARLE A ESTE MUNDO NUESTRO, DIVIDIDO Y FRAGMENTADO, EL TESTIMONIO DE UN AMOR CAPAZ DE SUPERAR CRISIS.
Mostrar menos
1