LA ANTROPOLOGÍA Y LAS ESCRITURAS
Estudia:
El origen del hombre,
Su naturaleza,
Su propósito,
Su caída, y
Su redención en el marco de la
cosmovisión bíblica.
Su propósito es hacer comprender la relación con el Dios Creador en el contexto de la magnitud del conflicto cósmico y sus consecuencias, permitiendo la intervención divina en la solución de sus problemas, y que en su vida diaria le haga asumir una conducta que realce y enaltezca su personalidad como ser creado a la imagen de Dios.
La idea es
que logremos ver en Jesús a nuestro creador, amigo y salvador, nuestro
Padre Celestial.
Juan 3:16:
Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, PARA QUE TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE, NO SE
PIERDA, MÁS TENGA VIDA ETERNA.
A partir de
un maravilloso día en el pasado, llamado el DÍA DE PENTECOSTÉS, Dios hizo disponible que las personas pudieran
ser hijos Suyos, es decir que renazcan
de Su espíritu, que sean salvos, que tengan vida eterna como dice el mismo
versículo.
Esa realidad
de ser hijo Suyo es un privilegio más allá de lo que nuestras mentes limitadas
pueden comprender QUE TRAE CONSIGO
UNA GRAN RESPONSABILIDAD.
Así como Cristo vivió y murió para que nosotros tengamos vida, necesitamos hacer QUE NUESTRA VIDA SEA EN SERVICIO DESINTERESADO A LOS DEMÁS.
Por eso el
título de esta enseñanza:
NUEVO NACIMIENTO, REALIDAD,
PRIVILEGIO Y RESPONSABILIDAD, pues nuestro ser hijos de Dios conlleva una tremenda responsabilidad.
Jesucristo
vino para que tengamos vida espiritual abundante.
De no haber
sido que Él vino, hizo todo lo que hizo y luego ascendió a la diestra de Dios NO TENDRÍAMOS ESA NUEVA CLASE DE VIDA
DISPONIBLE.
Del mismo
modo tampoco podríamos hacer los trabajos que él hizo y aún mayores.
Esa vida
espiritual en abundancia que Jesús vino a hacer disponible es nuestra
habilidad en Dios en Cristo de ser AHORA
y hacer AHORA LO QUE ÉL FUE E HIZO EN EL
PASADO SOBRE LA TIERRA.
Luego, en
algún momento de la “prehistoria Bíblica”, la Tierra se volvió
desordenada y vacía.
Dios tuvo
en su corazón de amor poner al hombre, su Virrey, como gobernante sobre los
asuntos de la Tierra.
Por eso,
en un acto típico de su amor, ordenó las cosas de tal modo QUE PUDIERA PONER AL REY DE LA CREACIÓN: EL HOMBRE, SOBRE TODA SU OBRA
CREADA.
Para ello,
a este representante suyo, lo dotó, le proveyó de la herramienta que
lo habilitaba a gobernar: SU ESPÍRITU
SOBRE ÉL.
El diseño
original de Dios para el hombre es un ser tripartito, es decir UN SER CON CUERPO, ALMA Y ESPÍRITU.
Y el
mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro
ser, ESPÍRITU
(PNEUMA), ALMA (PSUCHE) Y CUERPO (SOMA), sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Más aún. Después del séptimo día Moisés comienza a hablar filosóficamente y en lo concerniente a la formación del hombre dice así:
Que Dios
tomó polvo de la tierra, Y FORMÓ AL
HOMBRE, Y LE INSERTÓ UN ESPÍRITU Y UN ALMA.
Sin lugar a
dudas, en las palabras de Josefo, Dios le insertó -a aquello que previamente
había formado- DOS COSAS MÁS: ESPÍRITU Y
ALMA.
No dice el
texto que le insertó espíritu también llamado alma o que le haya insertado
espíritu o alma. DICE: ESPÍRITU Y
ALMA, DOS COSAS DISTINTAS.
En su
consideración el traductor de Josefo hace una nota al pie en cuya
primera parte dice:
“Podemos
observar aquí que Josefo supone que el hombre está compuesto de espíritu, alma
y cuerpo con San Pablo” (I Tesalonicenses 5:23) y el resto de los antiguos... Es
decir que Josefo, su traductor y “el resto de los antiguos” entendían al
hombre compuesto por tres entidades: cuerpo, alma y espíritu.
Y nosotros NO HEMOS RECIBIDO EL ESPÍRITU DEL MUNDO,
SINO EL ESPÍRITU QUE PROVIENE DE DIOS, PARA QUE SEPAMOS LO QUE DIOS NOS HA
CONCEDIDO, (v.13) lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por
sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual
a lo espiritual.
Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, PORQUE PARA ÉL SON LOCURA, Y NO
LAS PUEDE ENTENDER, PORQUE SE HAN DE DISCERNIR ESPIRITUALMENTE.
El hombre natural es un hombre que no es hijo de Dios, lo que llamaríamos como criaturas de Dios.
Este hombre
tiene cuerpo y alma Y SOLAMENTE PUEDE RECIBIR
INFORMACIÓN A TRAVÉS DE SUS CINCO SENTIDOS, Y NO A TRAVÉS DEL ESPÍRITU DE DIOS.
De manera condensada Isaías 43 permite entender el origen del hombre, veamos los siguientes textos:
Isaías 43:7:
Todos los
llamados de mi nombre; para gloria mía:
LOS HE CREADO [BARAH],
LOS FORMÉ [YATSAR] Y
LOS HICE [ASAH].
Dios es perfecto y también lo es Su Palabra. Dios según el texto:
1.- Creó al hombre
2.- Formó
al hombre
3.- Hizo al
hombre.
La pregunta que surge es:
¿Qué fue lo
que Creó Dios en el hombre?...
¿Qué fue lo
que Dios formó e hizo en el hombre?.
Esas tres
palabras (crear, formar y hacer) son de diferentes significados y no son
sinónimas.
Por
consiguiente, de haber querido usar otras palabras diferentes a “creado”,
“formé” e “hice” las hubiese usado.
Dios no
hace un uso impreciso de las palabras.
Estas tres
palabras en cuestión no son sinónimas.
No da lo
mismo usar una que otra. No significan lo mismo.
Son tan
diferentes en castellano como lo son en el idioma original.
1 Tesalonicenses 5:23:
Y el
mismo Dios de paz os santifique por completo; Y TODO VUESTRO SER, ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO, SEA GUARDADO IRREPRENSIBLE
PARA LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
De la misma manera “espíritu”, “alma” y “cuerpo”, tampoco son sinónimos.
Las mismas
Escrituras tienen la respuesta en cuánto a QUÉ
FUE CREADO, QUÉ FUE FORMADO Y QUÉ FUE HECHO POR DIOS.
Entonces a
la luz de la Biblia, entenderemos lo que significa: Cuerpo, alma y espíritu, en
el hombre.