jueves, 12 de enero de 2017

LA ANTROPOLOGÍA Y LAS ESCRITURAS

LA ANTROPOLOGÍA Y LAS ESCRITURAS


Estudia:
El origen del hombre,
Su naturaleza,
Su propósito,
Su caída, y
Su redención en el marco de la cosmovisión bíblica.

Su propósito es hacer comprender la relación con el Dios Creador en el contexto de la magnitud del conflicto cósmico y sus consecuencias, permitiendo la intervención divina en la solución de sus problemas, y que en su vida diaria le haga asumir una conducta que realce y enaltezca su personalidad como ser creado a la imagen de Dios.

La idea es que logremos ver en Jesús a nuestro creador, amigo y salvador, nuestro Padre Celestial.

Juan 3:16:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, PARA QUE TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE, NO SE PIERDA, MÁS TENGA VIDA ETERNA.

A partir de un maravilloso día en el pasado, llamado el DÍA DE PENTECOSTÉS, Dios hizo disponible que las personas pudieran ser hijos Suyos, es decir que renazcan de Su espíritu, que sean salvos, que tengan vida eterna como dice el mismo versículo.


Esa realidad de ser hijo Suyo es un privilegio más allá de lo que nuestras mentes limitadas pueden comprender QUE TRAE CONSIGO UNA GRAN RESPONSABILIDAD.

Así como Cristo vivió y murió para que nosotros tengamos vida, necesitamos hacer QUE NUESTRA VIDA SEA EN SERVICIO DESINTERESADO A LOS DEMÁS.
Por eso el título de esta enseñanza:
NUEVO NACIMIENTO, REALIDAD, PRIVILEGIO Y RESPONSABILIDAD, pues nuestro ser hijos de Dios conlleva una tremenda responsabilidad.

Jesucristo vino para que tengamos vida espiritual abundante.
De no haber sido que Él vino, hizo todo lo que hizo y luego ascendió a la diestra de Dios NO TENDRÍAMOS ESA NUEVA CLASE DE VIDA DISPONIBLE.

Del mismo modo tampoco podríamos hacer los trabajos que él hizo y aún mayores.
Esa vida espiritual en abundancia que Jesús vino a hacer disponible es nuestra habilidad en Dios en Cristo de ser AHORA y hacer AHORA LO QUE ÉL FUE E HIZO EN EL PASADO SOBRE LA TIERRA.

Luego, en algún momento de la “prehistoria Bíblica”, la Tierra se volvió desordenada y vacía.

Dios tuvo en su corazón de amor poner al hombre, su Virrey, como gobernante sobre los asuntos de la Tierra. 

Por eso, en un acto típico de su amor, ordenó las cosas de tal modo QUE PUDIERA PONER AL REY DE LA CREACIÓN: EL HOMBRE, SOBRE TODA SU OBRA CREADA.

Para ello, a este representante suyo, lo dotó, le proveyó de la herramienta que lo habilitaba a gobernar: SU ESPÍRITU SOBRE ÉL.
El diseño original de Dios para el hombre es un ser tripartito, es decir UN SER CON CUERPO, ALMA Y ESPÍRITU.

Y el mismo  Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, ESPÍRITU (PNEUMA), ALMA (PSUCHE) Y CUERPO (SOMA), sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Más aún. Después del séptimo día Moisés comienza a hablar filosóficamente y en lo concerniente  a la formación del hombre dice así:
Que Dios tomó polvo de la tierra, Y FORMÓ AL HOMBRE, Y LE INSERTÓ UN ESPÍRITU Y UN ALMA. 

Sin lugar a dudas, en las palabras de Josefo, Dios le insertó -a aquello que previamente había formado- DOS COSAS MÁS: ESPÍRITU Y ALMA.

No dice el texto que le insertó espíritu también llamado alma o que le haya insertado espíritu o alma. DICE: ESPÍRITU Y ALMA, DOS COSAS DISTINTAS.

En su consideración el traductor de Josefo  hace una nota al pie en cuya primera parte dice:

“Podemos observar aquí que Josefo supone que el hombre está compuesto de espíritu, alma y cuerpo con San Pablo” (I Tesalonicenses 5:23) y el resto de los antiguos... Es decir que Josefo, su traductor y “el resto de los antiguos” entendían al hombre compuesto por tres entidades: cuerpo, alma y espíritu.

Y nosotros NO HEMOS RECIBIDO EL ESPÍRITU DEL MUNDO, SINO EL ESPÍRITU QUE PROVIENE DE DIOS, PARA QUE SEPAMOS LO QUE DIOS NOS HA CONCEDIDO, (v.13) lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, PORQUE PARA ÉL SON LOCURA, Y NO LAS  PUEDE ENTENDER, PORQUE SE HAN DE DISCERNIR ESPIRITUALMENTE.

El hombre natural es un hombre que no es hijo de Dios, lo que llamaríamos como criaturas de Dios.

Este hombre tiene cuerpo y alma Y SOLAMENTE PUEDE RECIBIR INFORMACIÓN A TRAVÉS DE SUS CINCO SENTIDOS, Y NO A TRAVÉS DEL ESPÍRITU DE DIOS.

De manera condensada Isaías 43 permite entender el origen del hombre, veamos los siguientes textos:

Isaías 43:7:
Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía:
LOS HE CREADO [BARAH],
LOS FORMÉ [YATSAR] Y
LOS HICE [ASAH].

Dios es perfecto y también lo es Su Palabra. Dios según el texto:

1.- Creó al hombre
2.- Formó al hombre
3.- Hizo al hombre.

La pregunta que surge es:
¿Qué fue lo que Creó Dios en el hombre?...
¿Qué fue lo que Dios formó e hizo en el hombre?.

Esas tres palabras (crear, formar y hacer) son de diferentes significados y no son sinónimas.

Por consiguiente, de haber querido usar otras palabras diferentes a “creado”, “formé” e “hice” las hubiese usado.

Dios no hace un uso impreciso de las palabras.
Estas tres palabras en cuestión no son sinónimas.
No da lo mismo usar una que otra. No significan lo mismo.
Son tan diferentes en castellano como lo son en el idioma original.

1 Tesalonicenses 5:23:
Y el mismo  Dios de paz os santifique por completo; Y TODO VUESTRO SER, ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO, SEA GUARDADO IRREPRENSIBLE PARA LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

De la misma manera “espíritu”, “alma” y “cuerpo”, tampoco son sinónimos.

Las mismas Escrituras tienen la respuesta en cuánto a QUÉ FUE CREADO, QUÉ FUE FORMADO Y QUÉ FUE HECHO POR DIOS.


Entonces a la luz de la Biblia, entenderemos lo que significa: Cuerpo, alma y espíritu, en el hombre.