sábado, 16 de julio de 2016

POBRE TORERO Y POBRE TORO

                 POBRE TORERO Y POBRE TORO

La tauromaquia dicen que es el arte y la técnica de torear toros; yo diría que es ´´el arte” de confrontar a una persona alienada QUE LE HAN HECHO CREER QUE ESO ES MUY BONITO, QUE SE LE VA A VER COMO MUY VALIENTE FRENTE A UN ANIMAL QUE POR INSTINTO DE SOBREVIVENCIA ATACA POR DEFENDER SU VIDA.

Pero con quien se enfrenta el torero verdaderamente es con un toro disminuido en su bravura recurriendo a formas inhumanas de  dañarlo con alevosía y ventaja para que así maltrecho salga al ruedo y el torero, con esa ventaja, LO PUEDA TORTURAR DIVIRTIENDO ASÍ A GENTES QUE INSENSIBLEMENTE Y EGOÍSTAMENTE GOZAN CON ESE ESPECTÁCULO SANGRIENTO; EL CUAL TERMINA CUANDO MUERE EL TORO O MUERE EL TORERO. ES UNA CONTIENDA A MUERTE.

Esta barbarie es una tradición muy antigua y sigue viva porque simplemente una gran mayoría VIVE ACEPTANDO Y CONSINTIENDO MUCHAS COSAS COMO ESTA PORQUE VIVEN UNA VIDA NO REFLEXIVA NI CRÍTICA FRENTE TRADICIONES QUE HACE MUCHO TIEMPO HAN DEBIDO DESAPARECER; porque si se trata de divertirse, hace mucho tiempo que existen muchas otras formas y mejores para satisfacer esa necesidad.

Vivimos en una sociedad hipócrita, haciéndose los que hacen estas barbaridades como que no se dan cuenta.
Cuando un equilibrista arriesga su vida en este espectáculo de alto riesgo, lo detienen, lo multan y muchas veces lo encarcelan. ¿NO ES MUCHO MÁS RIESGOSO LO QUE HACE UN TORERO?

Me interesaría mucho saber si los que viven de este triste espectáculo y los aficionados a las corridas animarían a sus hijos para que sean toreros.

Y lo que pasa es que no les interesa la vida de los toreros, porque asistiendo a estos espectáculos execrables lo que están haciendo es colaborar financieramente a que esta absurda forma de divertirse exista y continúe.

De esta manera, esos que se dicen aficionados a esta estúpida diversión se hacen cómplices de la inútil muerte de los toreros, y lo que sucede es que en el mundo, estos supuestos empresarios que realizan estas corridas de toros, los proveedores de los toros y los que a su vez brindan los servicios de publicidad y propaganda para la venta de las entradas, en lo único que piensan es en el dinero que van a ganar; no les preocupa si el torero va a salir a la morgue dejando padres desconsolados, viuda y huérfanos. ES FÁCIL REEMPLAZARLO

Pero en esta supuesta diversión, lo que buscan además los asistentes con afán es exhibirse ante los demás, mostrando mucha belleza artificial y buenos envoltorios sobre sus cuerpos tratando de  competir  haber quien tiene más recursos, haciendo gala de su lugar en las tribunas (sol o sombra) o de los palcos. .Una estúpida competencia con bienes caducos y temporales, seguros ellos de que el que más tiene más vale.

NO SABEN QUE UNO VALE POR LO QUE ES Y NO POR LO QUE TIENE, EN SU MODO DE VIVIR EQUIVOCADO. CUNDEN LOS ANTIVALORES.


Ojalá que la lamentable pérdida de este torero no sea inútil y que podamos hacer lo necesario para que esta absurda diversión quede desterrada de una vez por todas.