NUESTRA RELACIÓN PERSONAL CON JESUCRISTO

“¿Quién dice la gente que soy yo?”. Los discípulos responden impresionados por la vida austera y la muerte del precursor de Jesús, dicen que es Juan Bautista que ha resucitado. 

Otros, movidos quizá por la autoridad con que habla Jesús y la fuerza con que cura a los enfermos, creen que se trata del profeta Elías, que ha vuelto a la tierra para consagrar al Mesías y preparar la llegada del Reino de Dios. Otros, lo identifican con un profeta, sin mayor concreción.
 

También hoy, si hiciéramos la misma pregunta, la gente daría muchas respuestas y seguramente todas muy positivas. 

LA PERSONALIDAD DE JESÚS Y SU MENSAJE SIGUEN ATRAYENDO, INDUDABLEMENTE. 
Es verdad que muchos no saben nada de él, o tienen una imagen muy superficial. 

Pero si han escuchado sus enseñanzas Y CONOCIDO LO QUE HIZO EN FAVOR DE LA HUMANIDAD, NO DUDO QUE SERÍAN CAPACES DE ADMIRARLO Y SEGUIRLO.
 
Después de oír su respuesta, Jesús les dirige a sus discípulos la misma pregunta: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. 

Quiere conocer la fe de sus discípulos, cuánto confían en él, pues no saben lo que le va a pasar Y ELLOS SON LOS QUE HAN DE CONTINUAR SU OBRA. 

Entonces Pedro, tomando la palabra, le contesta: “Tú eres el Mesías” (el Cristo). 

 “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque esto no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo...”.
 
HAY QUE LEER LOS RELATOS DEL EVANGELIO HACIÉNDOSE PRESENTE EN ELLOS; ES LA MEJOR MANERA DE QUE LA PALABRA DE DIOS ALCANCE NUESTRA SITUACIÓN PERSONAL. 

EN ESTE CASO, ES COMO SI JESÚS ME HICIERA TAMBIÉN A MÍ SU PREGUNTA: “¿QUIÉN SOY YO PARA TI?”. Y QUIERE VER QUÉ RESPONDO.

 EL CRISTIANISMO NO ES UNA IDEOLOGÍA, NI SIMPLEMENTE UNA DOCTRINA O UNA MORAL, SINO UNA RELACIÓN PERSONAL CON JESUCRISTO, QUE SALE A MI ENCUENTRO Y ME MUESTRA SU OBRA: ME HACE VER QUE CON ÉL, HA IRRUMPIDO EL REINADO DE DIOS, EL TRIUNFO DEL AMOR DE DIOS SOBRE LA INJUSTICIA Y MALDAD DEL MUNDO, Y QUE PARA QUE SE EXTIENDA Y ABRACE AL MUNDO Y A TODA LA HUMANIDAD, ÉL CUENTA CON NOSOTROS.
 

Después de ordenar a los discípulos que no hablaran de él porque la gente tenía una idea muy distinta de lo que había de ser el Mesías, JESÚS LES ADVIRTIÓ CLARAMENTE QUE “TENÍA QUE SUFRIR MUCHO, SER RECHAZADO POR LOS ANCIANOS, POR LOS JEFES DE LOS SACERDOTES Y POR LOS MAESTROS, QUE LO MATARÍAN Y A LOS TRES DÍAS RESUCITARÍA”. 

Este lenguaje les resultó insoportable. Jesús, el Mesías esperado, el sucesor de David que habría de restaurar la monarquía en Israel y darle auge, SE IDENTIFICABA CON EL MESÍAS SIERVO DE LOS CÁNTICOS DE ISAÍAS. 

UN MESÍAS QUE NO SE ACREDITA CON UN TRIUNFO SEGÚN ESTE MUNDO SINO ASUMIENDO EL DOLOR, LA OPRESIÓN Y LA CULPA DE SU PUEBLO. 

JESÚS HABLA DE ESTA MISIÓN COMO UN DESIGNIO QUE CORRESPONDE A LA VOLUNTAD DE SU PADRE, CON LA QUE ÉL SE IDENTIFICA PLENAMENTE. 

Dios ama tanto al mundo hasta entregar a su Hijo Y SU HIJO ASUME CON EL MISMO AMOR SU PROPIA ENTREGA. 

“NO HAY MAYOR AMOR QUE EL QUE DA SU VIDA POR SUS AMIGOS”. 

NO ES QUE LE AGRADE A DIOS VER SUFRIR A SU PROPIO HIJO; SERÍA BLASFEMO PENSAR UNA COSA ASÍ. 

PERO EL AMOR VERDADERO PASA INELUDIBLEMENTE POR EL DOLOR DEL OTRO, POR LA CULPA DEL OTRO Y POR SU MUERTE. 

Este amor de Jesús por nosotros, unido a su inquebrantable esperanza en su Padre, ES LO QUE LE HARÁ EXPERIMENTAR, EL TRIUNFO DE SU VIDA SOBRE LA MUERTE, LA GLORIA DE LA RESURRECCIÓN.
 
Pedro no comprende este lenguaje. No puede admitir QUE SU MAESTRO TENGA QUE PADECER A MANOS DE LAS AUTORIDADES MANIPULADORAS INTERESADAS SÓLO POR SUS BAJOS INTERESES. 

EL DESTINO DEL MESÍAS ES EL TRIUNFO, NO LA HUMILLACIÓN DEL FRACASO. 

Además, Pedro no está dispuesto a verse involucrado en un final como el que Jesús anuncia. 

Por eso se le enfrenta y, “TOMÁNDOLO APARTE, COMENZÓ A INCREPARLO”. PERO JESÚS REACCIONA Y LO REPRENDE SEVERAMENTE A LA VISTA DE TODOS: “APÁRTATE DE MI, SATANÁS. TÚ PIENSAS COMO LO HOMBRES, NO COMO DIOS”. 

PONTE DETRÁS, TENTADOR. ESTÁN LOS PENSAMIENTOS DE DIOS Y LOS PENSAMIENTOS DE LOS HOMBRES; Y EL DISCÍPULO PREFERIDO AÚN NO HA DADO EL PASO.
 
En adelante, SER DISCÍPULOS DE JESÚS CONSISTIRÁ EN DECIDIRSE A SEGUIRLO, ASUMIR SU ESTILO DE VIDA Y CAMINAR CON ÉL HASTA EL FINAL CON TODAS SUS CONSECUENCIAS. “BÁSTALE AL DISCÍPULO CON SER COMO SU MAESTRO”.

ES LO QUE QUIERE JESÚS: LA IDENTIFICACIÓN CON ÉL, PARA QUE SU VIDA SE PROLONGUE EN LA DEL DISCÍPULO.

 Por eso los invita a cargar cada uno su cruz, es decir, A LIBERARSE DE TODA ATADURA Y SALIR DE SÍ, PARA HACER POSIBLE LA DONACIÓN SIN RESERVAS. 

Pero se carga la cruz detrás de Él, porque es lo propio del discípulo: ir tras el Maestro. 

Y conviene que sea así: ÉL ES QUIEN VA DELANTE, ABRIENDO CAMINO, RECIBIENDO TAMBIÉN ÉL PRIMERO LOS GOLPES PARA HACERNOS MÁS FÁCIL NUESTRO CAMINAR. 

“CARGUEN MI YUGO Y APRENDAN DE MÍ QUE SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN Y ENCONTRARÁN DESCANSO… PORQUE MI YUGO ES SUAVE Y MI CARGA LIGERA”.
 
LA VIDA ES UN DON Y SE REALIZA DÁNDOLA. 

QUIEN QUIERA GUARDÁRSELA SÓLO PARA SÍ Y SIMPLEMENTE PASARLA BIEN, LA DESPERDICIA; QUIEN LA ENTREGA EN EL SERVICIO, LA REALIZA Y GANA PARA SIEMPRE. 

LA ENTREGA A LOS DEMÁS Y A DIOS HACE VIVIR LA VIDA QUE NO ACABARÁ, ES DECIR LA VIDA ETERNA QUE PERTENECE YA A DIOS Y QUE ÉL LEVANTARÁ DE LA MUERTE (RESURRECCIÓN) Y ASUMIRÁ (ASUNCIÓN) JUNTO A SÍ PARA SIEMPRE. 

ESO ES RESUCITAR CON CRISTO, EL OBJETO DE NUESTRA GOZOSA ESPERANZA, DONDE FINALMENTE PODREMOS VIVIR REALIZÁNDONOS A PLENITUD Y CON UNA  FELICIDAD PLENA E INFINITA.