martes, 5 de enero de 2016

VIVAN CON AMOR

La parábola de ´´Los Viñadores Asesinos" nos muestra cómo ve Dios la historia humana.
Desde el origen del mundo MANIFIESTA SU AMOR INDULGENTE Y MISERICORDIOSO, que llega a su plenitud en la entrega de Jesucristo, su propio Hijo.

La parábola pone de relieve el CUIDADO QUE TIENE EL SEÑOR CON SU VIÑA, QUE ES LA HUMANIDAD: “LA PLANTÓ... LA RODEÓ CON UNA CERCA... CAVÓ... CONSTRUYÓ UN LUGAR...LA ARRENDÓ... SE MARCHÓ”.                  

  A NOSOTROS, QUE SOMOS SU VIÑA, DIOS MUESTRA EN OBRAS EL AMOR QUE NOS TIENE Y ESPERA QUE, DE NUESTRA PARTE, DEMOS LOS FRUTOS QUE NOS HACEN SEMEJANTES A ÉL.

Pero a la bondad de Dios, la humanidad responde con gestos de maldad. Dios NOS PUSO EN LA VIDA PARA QUE VIVAMOS CON LA ALEGRÍA DEL COMPARTIR Y PERDONAR, pero nosotros endurecemos nuestro corazón y lo cubrimos con cien formas de hostilidad, envidia y avaricia.

 DIOS NOS HIZO CAPACES DE CAVAR SURCOS DE FRATERNIDAD Y DE PAZ EN LA TIERRA; Y NOSOTROS ENSANCHAMOS BRECHAS DE DESIGUALDADES INJUSTAS ENTRE LOS HERMANOS.

 Dios se nos muestra como el Padre que respeta la libertad que nos ha dado para que busquemos el bien, PERO NOSOTROS PERVERTIMOS LA LIBERTAD CON NUESTRAS BÚSQUEDAS DE ÍDOLOS QUE SUPLANTAN A DIOS: DINERO, PODER, PLACER Y TANTAS COSAS BANALES.

La respuesta de los labradores a los enviados del Señor fue de una violencia tremenda: “A UNO LO APALEARON, A OTRO LO MATARON, AL TERCERO LO APEDREARON”.
 El señor envío a más criados, PERO LOS CAMPESINOS REACCIONARON CON IGUAL INGRATITUD Y PREPOTENCIA.
El dueño de la viña se juega la última carta que le queda: enviar a su propio hijo, con la esperanza de que lo respetarán.
 ¡Pero nada de eso! LOS LABRADORES LO ARROJAN FUERA DE LA VIÑA, LE DAN MUERTE Y DECIDEN QUEDARSE CON LA HERENCIA.

Los espectadores, interpelados por Jesús, responden diciendo que el delito merece la más severa condena. Así es como leemos la historia: PENSAMOS QUE DIOS PUEDE SER MÁS VIOLENTO QUE LOS MALVADOS Y QUE LA VENGANZA TRIUNFA. Pero Dios no piensa así. NO ES UN DIOS VENGATIVO, NO DEVUELVE MAL POR MAL, SINO QUE LO RESTAURA TODO CON SU AMOR QUE SALVA. EN ESTE SENTIDO, LA PARÁBOLA ENCIERRA EL MENSAJE CENTRAL DE NUESTRA FE: LA ENTREGA DE JESÚS DEMUESTRA EL AMOR INCONDICIONAL DE DIOS POR NOSOTROS.

EN LA CRUZ DE JESÚS SE REVELA HASTA QUÉ HORRORES PUEDE LLEGAR LA MALDAD HUMANA Y HASTA QUE EXTREMOS DE BONDAD PUEDE LLEGAR EL AMOR DE DIOS PARA VENCER EL MAL CON EL BIEN Y RESTAURARLO TODO CON SU AMOR QUE TRIUNFA SOBRE EL MAL Y LA INJUSTICIA DE LOS HOMBRES.

Nuestro mal descarga todo su contenido mortífera quitándole la vida al Autor de la vida. Dios se manifiesta como EL AMOR OMNIPOTENTE QUE DA SU VIDA A QUIENES SE LA QUITAN.

Israel no aceptó el mensaje de Jesús, NO SE CONVIRTIÓ, NO LO SIGUIÓ.
Pero la consecuencia de esto no fue la de un castigo divino, como podía esperarse por algunos pasajes del Antiguo Testamento.

 Lo que ocurre más bien es que a su pueblo que lo rechaza, Dios le hace la “oferta” más radical: LE ENTREGA A SU “HIJO QUERIDO” COMO LA EXPRESIÓN DE SU AMOR.

Por su parte, el mismo Jesús, con la confianza absoluta que mantuvo en Dios, y que le hizo estar en profunda sintonía con Él para asumir su voluntad como propia, nos hace ver que SU MUERTE NO FUE UN SIMPLE ASESINATO NI EL RESULTADO DE UN DESTINO CIEGO.

En su pasión, voluntariamente aceptada, Jesús revela hasta dónde es capaz de llegar el amor solidario de Dios su Padre, y el suyo propio, porque está dispuesto a ir hasta lo más alejado de sí mismo, para salvar a todos, SIN EXCLUIR NI AL MÁS ABANDONADO Y PERDIDO DE SUS HERMANOS.

Esta adhesión de Jesús al plan de salvación del Padre se muestra de modo claro en las  palabras que pronunció antes de su pasión, tal como están recogidas en el evangelio de Juan: “AHORA ME ENCUENTRO PROFUNDAMENTE ANGUSTIADO, ¿PERO QUÉ PUEDO DECIR? ¿PADRE, LÍBRAME DE ESTA HORA? DE NINGÚN MODO; PORQUE HE VENIDO PRECISAMENTE PARA ACEPTAR ESTA HORA.

PADRE GLORIFICA TU NOMBRE. ENTONCES SE OYÓ UNA VOZ VENIDA DEL CIELO: - YO LO HE GLORIFICADO Y LO VOLVERÉ A GLORIFICAR”.
 Y con esta confianza de que el Padre pondría de manifiesto el valor salvador de su entrega por nosotros, Jesús morirá exclamando: “TODO ESTÁ CUMPLIDO. “PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU.

Estas palabras tienen un especial efecto en el cual  nuestro pueblo fiel va a buscar al Crucificado, que para nosotros es el Señor de los Milagros.
LLEVAN A SUS ESPALDAS SUS ANHELOS Y ANGUSTIAS, SUS VIDAS TANTAS VECES ROTAS, NECESITADAS Y PRECARIAS. ¿Y qué se encuentran? Se encuentran a un Dios Crucificado, UN DIOS QUE SUFRE COMO ELLOS Y CON ELLOS. Y nuestro pueblo se pone a acompañar al Señor.
Lo hacemos también nosotros y aprendemos a ver la vida como él la ve, A LLENAR DE AMOR TODA SITUACIÓN DE DOLOR, Y A ENFRENTAR EL MAL Y VENCERLO COMO ÉL NOS ENSEÑÓ CON EL BIEN.
Mostrar menos
1

No hay comentarios:

Publicar un comentario