sábado, 11 de junio de 2016

UNA REFLEXIÓN SOBRE EL VOLUNTARIADO

UNA REFLEXIÓN SOBRE EL VOLUNTARIADO

Qué bonito es saber que podemos ayudar en superar desigualdades  sociales, evitar el surgimiento de nuevas pobrezas y de graves llagas sociales como: la migración de millones de gentes de sus pueblos, que es parte de  este apostolado.

Enfrentemos el desafío del creciente deterioro de la realidad, esforzándonos  por ser otros cristos, dando señales claras para encontrar al Señor que es presencia y vida digna, solidaria,  obras que se convertirán en   motivo de esperanza y alegría trabajando  en favor de un orden social solidario que implica:
ü El combate al injusto empobrecimiento y miseria de millones,     
ü El combate a situaciones y estructuras sociales que lastiman la vida humana, particularmente de las mayorías pobres y excluidas, 

El Señor ha de querer que podamos ver los frutos de esta labor que revela al Cristo de la fe en nuestra comunidad.
Con tenacidad alcanzaremos  relevancia social por lo recio de nuestros  valores y por nuestra  ardua labor.

Con esperanza vemos la ilusión y el esfuerzo de numerosas personas: matrimonios, jóvenes, ancianos, mujeres, indígenas, intentando dar solución a la creciente deshumanización en el mundo, creando comunidades cristianas en los diversos sectores sociales y ambicionando crear signos del Reino de Dios entre nosotros.

 Se requiere una evangelización integral que construya una nueva forma de ser iglesia, que sea fruto de la inculturación del Evangelio en nuestros pueblos.
Su dimensión sociológica ha entrado en cierta crisis.
Hemos pasado de una sociedad de Cristiandad a otra heterogénea y pluricultural.
El catolicismo tiene más un tinte sociológico que teologal.
Las parroquias están marcadas más por la costumbre que por la fe.
La parroquia se constituye en un elemento cultural y respetado, pero que no involucra la vida de las personas: se separa la fe de la vida.
Se hace necesario profundizar teológicamente en las estructuras o niveles eclesiales fundamentales:
Familia cristiana,
Pequeñas comunidades eclesiales,
Parroquia,
Iglesia local,
Superando así ampliamente las meras descripciones sociológicas o administrativas de las mismas.


La heterogeneidad social da pie al surgimiento de diferentes pastorales específicas y movimientos apostólicos, que en ocasiones, dificultan una pastoral de conjunto.

LA FAMILIA ES “IGLESIA DOMÉSTICA”, PRIMERA COMUNIDAD EVANGELIZADORA, LA CÉLULA PRIMERA Y VITAL DE LA SOCIEDAD.

“DEBEN SER PARA SUS HIJOS LOS PRIMEROS PREDICADORES DE LA FE, MEDIANTE LA PALABRA Y EL EJEMPLO”.

         FELICITACIONES Y GRATITUD A TODAS USTEDES.


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