jueves, 4 de agosto de 2016

ELEGÍA A UN SER QUE VIVIÓ PARA LOS DEMÁS

 ELEGÍA A UN SER QUE VIVIÓ PARA LOS DEMÁS

Los cristianos vamos al lado del Señor en favor de nuestros prójimos, porque vivimos con Jesús, por Jesús y en Jesús, Y POR ESO DIOS NOS ACEPTA Y SALVA DE LA MUERTE, DÁNDONOS UNA NUEVA VIDA.

CUANDO MORIMOS, EL SEÑOR NOS SOSTIENE, NO NOS HUNDIMOS EN LA NADA, ÉL NOS ACOGE EN LA VIDA ETERNA Y NOS PRESERVA COMO PERSONA, COMO ÉL MISMO Y TODO ÉL EN NUESTRA NUEVA VIDA DE RESUCITADO.

Si vivimos con la verdad más profunda de nuestra existencia, QUE ES SABERNOS AMADOS, y además el Señor siempre nos ha mirado con la misma ternura de una madre, nos llevará amparados en la sombra de su brazo.

Dios siempre nos dice eres mi amigo, y hoy me ha dicho: YA ESTÁS EN MI REINO Y NADA NOS SEPARARÁ. AHORA SOMOS UNO.

 Y Él siempre con  esa voz suave y amorosa que habla en el silencio y en la soledad de nuestros  corazones, no es escuchado o no es convincente A PESAR QUE NOS LLEGA POR INFINITOS CAMINOS Y EN DIFERENTES TONOS, Y ESTO SUCEDE PORQUE MUCHOS  NO LE PRESTAN OÍDOS, VÍCTIMAS DEL TIEMPO Y DEL DINERO.

SIEMPRE NOS CUIDAS CON TERNURA Y AMOR Y HACES que nos llamen para hablarnos de alguien más grande que nosotros. Y NOS HABLAN DE TI.
Es así que llegamos a  conocer el verdadero sentido de nuestras vidas con luz y con verdad,  juntos en esta búsqueda  espiritual PARA REGRESAR A DIOS, NUESTRO CREADOR.

El mayor regalo que podemos darle a una persona ES LA CONDICIÓN DE SER AMADO, al poner en acción ese amor con el cual hemos sido creados.

Y es así, que cuando vivimos solo para nuestros propios intereses:
ü YA NO HAY ESPACIO PARA LOS DEMÁS,
ü YA NO ENTRAN LOS POBRES,
ü YA NO SE ESCUCHA LA VOZ DE DIOS,
ü YA NO SE GOZA LA DULCE ALEGRÍA DE SU AMOR,
ü YA NO PALPITA EL ENTUSIASMO POR HACER EL BIEN.
ü SIN VIDA DIGNA Y PLENA,
ü NO ES UNA VIDA CRISTIANA,
ü ESO NO DESEA DIOS PARA NOSOTROS.

DIOS NUNCA SE CANSA DE PERDONAR; SOMOS NOSOTROS LOS QUE NOS CANSAMOS DE  RECURRIR A SU TIERNA MISERICORDIA QUE NUNCA NOS DESILUSIONA Y NOS DEVUELVE LA ALEGRÍA.

No nos  abrumemos por el consumismo vanidoso y materialista, ni por los placeres superficiales BUSCANDO SÍ, EL ENRIQUECIMIENTO DE UNA VIDA CRISTIANA.

El sufrir, y el morir con Jesucristo, TIENEN SENTIDO Y ESPERANZA, NOS ELEVA, NOS ENNOBLECE, Y SIEMPRE SERÁ BELLO Y BUENO.
Porque Él padeció y murió como nosotros, con nosotros y por nosotros PARA MOSTRARNOS UN SEPULCRO VACÍO DESPUÉS DE LA BARBARIE, Y DARNOS SU LUZ SOBRE LA TIERRA DESPUÉS DE LAS TINIEBLAS.

Ser cristiano no es una emoción momentánea, sino UN MODO DE VIVIR mostrándonos  siempre compasivos y misericordiosos; ASÍ NO VIVIREMOS TRISTES, CON UN VACÍO INTERIOR, AISLADOS.
CON JESUCRISTO SIEMPRE NACE Y RENACE LA ALEGRÍA.

Ayudemos a las personas para que tengan CORAZONES CREYENTES, DESPRENDIDOS Y  SENCILLOS, porque sólo así es que se puede colaborar en la superación de los  actuales niveles de deshumanización en el mundo.
ÉL SIEMPRE ILUMINA NUESTRO CAMINO por más densas que sean las sombras.

Transformémonos interiormente liberándonos de las ataduras a las veleidades, a lo fatuo, al lujo, abdicando a una vida materialista de antivalores propios de este mundo, en el cual nos  deben querer por lo que somos y no por lo que tenemos, CONVIRTIÉNDONOS ASÍ EN CRIATURAS NUEVAS.

Hagamos que el  bien se nos arraigue y desarrolle, para vivir con dignidad y plenitud, CONDUCIÉNDONOS  POR EL CAMINO QUE RECONOCE AL OTRO Y BUSCA SU BIEN.

Asumamos verdaderamente, con nuestros ojos, el mensaje de Cristo en su belleza, y acojámoslo con fe con inteligencia y en el corazón,  ayudándonos a contemplar las dimensiones de misterio QUE PROVOCA NUESTRO ASOMBRO, HACIÉNDOLO NUESTRO.

NO TENGAMOS DUDA DE QUE INCLUSO EN EL DOLOR MÁS INTENSO, EN LA CULPA MÁS HONDA Y EN LA MUERTE MÁS INEXPLICABLE, EL AMOR DE DIOS ES UNA FUERZA ENORME PARA ACEPTAR Y SOPORTAR LA SITUACIÓN.
EL DIOS DE JESÚS ESTA JUNTO A LOS QUE SUFREN CON SU AMOR SALVADOR, ACOMPAÑÁNDONOS  Y COMPADECIÉNDONOS
                                          
ESTÁ PRESENTE CON SU AMOR QUE COMPARTE LAS HERIDAS Y LA CONSTERNACIÓN.
SIEMPRE QUE EL HOMBRE GRITE A DIOS POR CUALQUIER DOLOR O SUFRIMIENTO, SIEMPRE ESTARÁ ACOMPAÑADO POR EL GRITO DE ESE DIOS HUMANO QUE ES JESÚS.
AHÍ ESTÁ COMO CUANDO ORÓ EN EL HUERTO Y EN LA CRUZ.


                                                      Con mucho cariño:

No hay comentarios:

Publicar un comentario