"La clase media se ha hecho pobre y la clase pobre se ha hecho
miserable en Alepo”
“No hay agua, no hay electricidad, no
existe trabajo, no existe alimento ni nada, la gente está de alguna forma
desesperada”
“La situación de un
sitio donde viven más de dos millones de personas y no hay agua, no hay
electricidad, no existe trabajo, no existe alimento ni nada, pues es una
situación catastrófica”.
ASÍ VIVEN LOS
SIRIOS DE ALEPO SEGÚN LAS PALABRAS DE MONS. ANTOINE AUDO, OBISPO DE LA DIÓCESIS
DEL MISMO NOMBRE.
En su visita a España, con motivo del
concierto “Misa por la paz” celebrada
el pasado mes de julio en la Diócesis de Santander, el prelado denunció las
circunstancias que padecen los cristianos perseguidos en Siria y las consecuencias
de una guerra civil que persiste después de 5 años.
“Cuando paseo por
las calles de Alepo me encuentro con NIÑOS QUE NO TIENEN ZAPATOS Y VAN DESCALZOS, PERSONAS MAYORES QUE NO SE PUEDEN DUCHAR QUE
NO PUEDEN COMER, y me da la impresión que cada vez es más
desastrosa la situación", explica el
obispo sirio.
“Las personas ricas
han huido han salido del país de modo que los que han quedado son las personas
que no tienen posibilidades.
LA CLASE MEDIA SE
HA HECHO POBRE Y A CLASE POBRE SE HA HECHO MISERABLE”.
Mons. Audo se refirió a los cristianos de Alepo
expresando que “aunque existe
mucha desesperación queda una pequeña llama, el resto de cristianos que sirve para seguir manteniendo la fe en
este país y en este pueblo”.
Y continuó diciendo “estamos hablando de la Iglesia donde San Pablo de Tarso se convirtió,
donde fue incluso bautizado, la iglesia antioquena, de donde partió de alguna
forma el mismo cristianismo.
Una iglesia donde
se encuentran diferentes ritos como el melquita, el caldeo, el maronita y todo
ello hace de ellos una situación especial”. Que se da y se ve en las diferentes partes del mundo producto de la
inculturización masificada del cristianismo en la diversidad de culturas
existentes.
En este sentido indicó que espera que no
desaparezca la fe. “YO TENGO CONFIANZA EN LA PROVIDENCIA QUE
NOS ESTÁ PROTEGIENDO DESDE HACE MÁS DE DOS MIL AÑOS.
Esta confianza nos
ha hecho seguir caminando en medio de esta situación que estamos viviendo.”
Definiendo las necesidades más urgentes de los
ciudadanos de Alepo, el también responsable de Cáritas Siria afirmó que “A
NIVEL GENERAL NECESITAN LA PAZ, ESA ES LA PRIMERA NECESIDAD QUE TIENE EL PAÍS.
Y a nivel
secundario, medicinas porque hay muchísimas personas enfermas y heridas que
están abandonadas, así como la educación para los jóvenes.”
A su vez reconoce la ayuda de la Fundación
Pontificia ´´Ayuda a la Iglesia
Necesitada” que mantiene proyectos en Siria y en especial en la
ciudad de Alepo desde el comienzo del conflicto financiando programas para
garantizar la atención de la población que sufre necesidad.
Por ejemplo ayudas para personas sin techo. Por
todo ello dijo: “estoy muy agradecido
por lo que están haciendo los cristianos en España para ayudar a Siria.
Me deja ver el
sentimiento y la solidaridad con la diócesis de Alepo y los cristianos sirios”.
Con respecto al cese de la guerra el Mons. Audo
señaló: “En esta situación se
espera que Naciones Unidas o las demás potencias que ayuden a crear la paz,
pero la paz no puede venir fuera de Siria SINO QUE TIENE QUE SURGIR
DENTRO DEL PAÍS.
No puede ser
impuesta desde fuera, tiene que ser una solución política no de guerra, porque
la guerra nunca puede dar paso a la paz, sino una solución política desde el
interior de Siria que ayude a crear la paz de forma definitiva”.
Por último el obispo de la Diócesis siria de Alepo,
Mons. Audo expresó que venía “como
peregrino de la Virgen María, ella que se muestra humilde ante la gente como a
los niños de Fátima, en Portugal.
Yo vengo con ese
mismo sentimiento como un pequeño niño a los pies de la Virgen para pedirle la
paz de mi pueblo porque nosotros la reconocemos como todo poder”.
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