martes, 5 de enero de 2016

A LA FAMILIA LE CORRESPONDE UNA APORTACIÓN DECISIVA EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD DEL SER HUMANO: EN NUESTRA FISONOMÍA FÍSICA, PSÍQUICA, CULTURAL Y SOCIAL.

En la fiesta de la Sagrada Familia, el evangelio nos trae el pasaje del Niño Jesús en el templo. 

Nos dice que los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de Pascua y que llevaron también al Niño cuando cumplió doce. 

Terminada la fiesta, se quedó en Jerusalén sin saberlo sus padres. 

Al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca. Lo buscaron tres días. Sólo podían imaginar que estaría con los parientes y conocidos. 
Angustia, impotencia de quien no encuentra al ser querido, a la persona que uno no puede dejar de buscar. 

EVOCA ESTA ANGUSTIA A LA QUE SENTIRÁN LAS MUJERES EN EL SEPULCRO AL NO HALLAR ENTRE LOS MUERTOS AL QUE ESTÁ VIVO.

Después de tres días. Lo hallaron en el templo. 
Es decir, en el lugar donde la gloria de Dios se manifestaba. 

Está allí, en lo suyo, sentado y enseñando con autoridad la Palabra de Dios a los maestros de la Palabra. 

Como su padre y su madre que lo buscan tres días en vano, los apóstoles y las santas mujeres TENDRÁN QUE ESPERAR AL TERCER DÍA PARA COMPROBAR QUE LA PALABRA DE DIOS SE HA CUMPLIDO EN EL CRUCIFICADO. 

Y a nosotros también, que lo buscamos sin saber cómo, el texto nos da la respuesta.
 
La pregunta de Jesús a sus padres: ¿Por qué me buscaban? No sabían que…, MÁS QUE UN REPROCHE, HAY QUE ENTENDERLA COMO UNA INVITACIÓN QUE LES HACE A PROCURAR COMPRENDER, CON LA CONFIANZA PROPIA DE LA FE, NO CON ANGUSTIA, LOS PLANES QUE DIOS TIENE. 

Y Jesús les recuerda que Dios es su Padre. Es la primera vez que designa a Dios como su Padre. 

“Abbá” es en el evangelio de Lucas la primera y última palabra de Jesús. 
La más reveladora de su propia identidad y de la nuestra, PUES ES EL HIJO AMADO DEL PADRE,  EN QUIEN Y POR QUIEN SOMOS TAMBIÉN NOSOTROS HIJOS E HIJAS DE DIOS.
 
Este Hijo debe estar en las cosas de su Padre, ocuparse de ellas pues para esto ha venido al mundo: 

Para escuchar y cumplir lo que el Padre le diga. 
Y ese será su alimento, hacer su voluntad.

María y José no comprendieron lo que les decía, lo comprenderán más tarde. 
Y para ello, María, la creyente, la que oye y acoge la Palabra, CONSERVARÁ TODAS ESTAS COSAS MEDITÁNDOLAS EN SU CORAZÓN. 

Ella nos enseña a meditar las palabras de su Hijo, TODAS, LAS QUE NOS CONSUELAN Y ALEGRAN Y LAS QUE NOS EXIGEN Y NOS CUESTA COMPRENDER...

Acabado este episodio, dice el evangelio que Jesús bajó con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndoles… 
E IBA CRECIENDO EN SABIDURÍA, EN ESTATURA Y EN GRACIA ANTE DIOS Y LOS HOMBRES. 

Necesitamos contemplar la vida familiar de José, María y Jesús en Nazaret PARA IMITARLA EN NUESTROS HOGARES: CÓMO SE RELACIONABAN ENTRE SÍ Y CON LOS PARIENTES Y AMIGOS, CÓMO LLEVABAN JUNTOS EL PESO DE LOS DÍAS, CÓMO HACÍAN SUS PLANES, CÓMO DESCANSABAN, ORABAN E IBAN JUNTOS A LA SINAGOGA.
 
La familia es como la tierra: ENGENDRA Y NUTRE PLANTAS SANAS O RAQUÍTICAS SEGÚN LA CALIDAD DE LOS NUTRIENTES QUE POSEE. 

Es verdad que la familia no lo es todo, y que hay casos en los que uno dice: ¡FELIZMENTE QUE LA FAMILIA NO LO ES TODO!, PORQUE SI FUERA ASÍ TAL O CUAL PERSONA ESTARÍA MORALMENTE HERIDA, CON TRAUMAS Y CARENCIAS MUY DIFÍCILES DE SUPERAR; 
PERO A DIOS GRACIAS OTRAS PERSONAS SUPLIERON EN SU CASO LO QUE LA FAMILIA LES NEGÓ. 

ESTO SUPUESTO, LO NORMAL ES QUE A LA FAMILIA LE CORRESPONDA UNA APORTACIÓN DECISIVA EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD DEL SER HUMANO. 

DESDE QUE ABRIMOS NUESTROS OJOS EN EL REGAZO DE NUESTRA MADRE Y DESDE QUE INICIAMOS EL PROCESO PRIMARIO DE NUESTRA AUTOCONCIENCIA COMO SERES DISTINTOS, FRENTE A LA MIRADA CARIÑOSA O AIRADA DE NUESTRA MADRE Y DE NUESTRO PADRE, LA FAMILIA MARCA NUESTRA FISONOMÍA FÍSICA, PSÍQUICA, CULTURAL Y SOCIAL. 

Nos abrimos a la vida y la vamos descubriendo a través de los ojos de nuestros padres y de nuestros hermanos. 

Lo que vivimos y sentimos en esos  primeros años nos marcó para siempre. 

En el tejido de las relaciones familiares, se nos educó nuestra capacidad de relación: 
APRENDIMOS A AVANZAR DESDE LOS PRIMEROS VÍNCULOS MARCADOS POR NECESIDADES INSTINTIVAS PRIMARIAS: 
CONSUMIR, 
RETENER, 
RECHAZAR, 
DOMINAR, 
COMPETIR 
A VÍNCULOS QUE MANIFIESTAN: 
MUTUALIDAD, 
SOCIABILIDAD, 
DAR Y RECIBIR. 

POR ESO, NO SE PUEDE NEGAR EL PAPEL QUE LE CORRESPONDE A LA FAMILIA EN EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LAS CONCIENCIAS, EN LA ELABORACIÓN DE LA CULTURA DE LOS VALORES, DE LOS SENTIMIENTOS Y DE LOS AFECTOS.
 
ES YA UN LUGAR COMÚN DECIR QUE LA FAMILIA ESTÁ EN CRISIS, PERO ES UN PROBLEMA REAL Y MUY SERIO. 

ADEMÁS DE IR EN AUMENTO EL NÚMERO DE FAMILIAS INCOMPLETAS Y DE HIJOS NACIDOS FUERA DE MATRIMONIO, LAS FAMILIAS BIEN CONSTITUIDAS PADECEN UN INCESANTE BOMBARDEO DE MENSAJES QUE MINAN SU UNIDAD. 

A LA CASA ENTRAN, VIOLANDO CONTROLES Y VIGILANCIA, LOS MENSAJES DIRECTOS O SUBLIMINALES DE LOS MEDIOS: 
VIOLENCIA, 
PORNOGRAFÍA, 
FRIVOLIDAD, 
RELATIVISMO MORAL. 

SE AÑADEN A ESTO LAS DIFICULTADES ECONÓMICAS: 

LA FALTA DE TRABAJO, QUE GENERA ANGUSTIA Y DESASOSIEGO, O EL TENER QUE SOBRECARGARSE Y PASARSE LA MAYOR PARTE DEL DÍA FUERA DEL HOGAR, Y 
AUN EMIGRAR LEJOS DE LA PATRIA PARA PODER CUBRIR EL PRESUPUESTO FAMILIAR. 

Por estas y otras causas de orden moral y social, LA FAMILIA PUEDE SER EN ALGUNOS CASOS LA PRIMERA CÉLULA NEURÓTICA DE LA SOCIEDAD. 

LA FAMILIA ES EL ÁMBITO EN EL CUAL ES POSIBLE VIVIR LAS MAYORES ALEGRÍAS, PERO TAMBIÉN LOS MÁS DUROS SUFRIMIENTOS Y TRIBULACIONES.

Sabemos que hay tanto de lo uno como de lo otro, y que el problema no está en la institución, en cuanto tal, SINO EN LAS PERSONAS QUE COMPONEN CADA FAMILIA. 

ELLAS SON, EN DEFINITIVA, LAS QUE PREPARAN Y ABONAN LA TIERRA PARA QUE LA FRÁGIL PLANTA QUE ES UNA PERSONA CREZCA SANA. 

Cuando un hombre y una mujer se aman de verdad (Y ESTA ES LA CONDICIÓN SINE QUA NON PARA QUE HAYA FAMILIA), SE DA EL CALOR AFECTIVO QUE PROPICIA EL DIÁLOGO, EL ESPÍRITU DE SUPERACIÓN Y, SOBRE TODO, LA FE.
 
Pido que el ejemplo de la Santa Familia de Nazaret OBTENGA PARA LOS HOGARES DE TODOS USTEDES UN CLIMA AFECTIVO EN EL QUE TODOS SE SIENTAN QUERIDOS Y VALORADOS. 

ASÍ LOS NIÑOS Y LOS JÓVENES PODRÁN EDUCAR SU AUTOESTIMA, APRENDERÁN EL MANEJO DE SUS SENTIMIENTOS Y ASIMILARÁN LA SOLIDARIDAD, LA COMPASIÓN Y LA SENSIBILIDAD HACIA SUS PRÓJIMOS.

QUE SE CULTIVE EL DIÁLOGO EN LA CASA, DE MODO QUE SEA POSIBLE HABLAR Y SER ESCUCHADO, PONER SOBRE LA MESA LOS ASUNTOS Y LLEGAR A ACUERDOS EFECTIVOS, DESPUÉS DE DECIR CADA UNO LO QUE PIENSA.

Es normal que haya conflictos por las diferencias generacionales y la diversidad de opinión. 

QUE DIOS LES INSPIRE SABIDURÍA Y TACTO PARA HALLAR LA OCASIÓN DE ABORDAR LOS PROBLEMAS, TRATARLOS ADECUADAMENTE Y DARLES SOLUCIÓN.

Finalmente, que sus familias demuestren la calidad de su fe. 
LA FAMILIA ES LA PRIMERA EDUCADORA DE LA FE: ENSEÑA A AMAR A JESUCRISTO, ENSEÑA A REZAR, TRANSMITE SUS CONVICCIONES Y PRÁCTICAS RELIGIOSAS CON CONSTANCIA, EN MEDIO DE TANTA INDIFERENCIA, INCREDULIDAD Y VACÍO DE DIOS. 

Sobre esta base, LA FAMILIA FORMA EN SUS MIEMBROS UNA CONCIENCIA MORAL RESPONSABLE, BASADA EN VALORES CONSISTENTES Y TRASCENDENTES.

Que María recoja nuestros mejores deseos y los presente con su solicitud maternal a su Hijo Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario