JESUCRISTO ESTA CERCA

San Pablo nos dice: “¡Alégrense! Nuevamente les digo: alégrense. El Señor está cerca”. SE  NOS PIDE QUE DEJEMOS BROTAR DE NUESTRO INTERIOR LA ALEGRÍA DE UN CORAZÓN AGRADECIDO.
 
Para Isaías, la razón de nuestra alegría es que Dios viene a salvarnos y que ya se acerca nuestra liberación. 
EL SEÑOR CAMBIARÁ LA SITUACIÓN DE DESDICHA QUE VIVE SU PUEBLO. El profeta siente que el Espíritu del Señor le ha enviado A DAR LA BUENA NOTICIA A LOS QUE SUFREN, PARA VENDAR LOS CORAZONES DESGARRADOS, PARA PROCLAMAR EL AÑO DE GRACIA DEL SEÑOR”. 

Esta misión le produce una gran alegría que lo lleva a exclamar: “DESBORDO DE GOZO EN EL SEÑOR Y ME ALEGRO CON MI DIOS”, palabras que nos recuerdan las del Magníficat de la Virgen: “ENGRANDECE MI ALMA AL SEÑOR, SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS, MI SALVADOR”. (Lc 1,46).
 
San Pablo nos invita a  estar “SIEMPRE ALEGRES, CONSTANTES EN EL ORAR… Y EN LA ACCIÓN DE GRACIAS”. Si nos dejamos guiar por el espíritu, viviremos en la alegría fruto de nuestra confianza.
 
Conviene, por tanto, preguntarnos: ¿HASTA QUÉ PUNTO LA ALEGRÍA ES EL SIGNO DE NUESTRA FE Y DE NUESTRA ESPERANZA?, ¿O NUESTRA RELIGIOSIDAD ESTÁ HECHA MÁS DE TRISTEZAS, AGOBIOS, DEBERES Y CULPABILIDADES? ¿SALIMOS ALEGRES DE NUESTRAS REUNIONES LITÚRGICAS O MÁS BIEN APESADUMBRADOS?  

La alegría debe ser un componente esencial de la fe. Pero para que esta afirmación no sirva de pretexto que quite seriedad a nuestro compromiso cristiano, debemos recordar que LA ALEGRÍA CRISTIANA NO ES EL SIMPLE OPTIMISMO QUE NACE DE LA NATURALEZA HUMANA, O DE UNA SITUACIÓN PERSONAL DE PROSPERIDAD, NI ES FRUTO SIMPLEMENTE DE NUESTRAS DIVERSIONES POR SANAS QUE SEAN. 

La auténtica y más profunda alegría ES LA QUE SENTIMOS CUANDO NOS HACEMOS CONSCIENTES DE LA CERCANÍA DEL SEÑOR, Y ESTA ALEGRÍA NOS HACE CAPACES DE RECONOCER, SIN INGENUIDAD NI CINISMO, QUE ESTE MUNDO NUESTRO, TRANSIDO DE VIOLENCIA Y DOLOROSAMENTE MALTRECHO, ES DIGNO DE ACEPTACIÓN Y OCASIÓN RECÓNDITA DE GRATITUD. 

Por eso la alegría cristiana PUEDE SENTIRSE INCLUSO EN MEDIO DEL DOLOR, FORTALECE EN LAS PRUEBAS, DA PAZ Y CONFIANZA AL MOMENTO DE MORIR. 

Asimismo, la alegría cristiana sostiene la disposición pronta para afirmar que LA VIDA DE LOS DEMÁS ES DIGNA DE ACEPTACIÓN Y ME DA GRANDES MOTIVOS DE GRATITUD. 

Por eso, LA ALEGRÍA CRISTIANA NO SE DA SIN AMOR. 
SIN EL INTERÉS PRÁCTICO PROPIO DEL AMOR, la alegría no es más que vana ilusión. 
Y sin la amabilidad de la alegría, el amor PUEDE DEGENERAR EN ACTITUD DE DOMINIO. 

La alegría cristiana se nutre en la oración. En medio de nuestras vidas agitadas y llenas de preocupaciones, gustamos la presencia de Dios Y RECIBIMOS DE ÉL CONSUELO, PAZ, ESPERANZA, FORTALEZA. LA AUTÉNTICA ALEGRÍA SÓLO VIENE DE DIOS, ES REFLEJO DE SU GRACIA.
 
Juan Bautista nos invita a prepararnos para la venida del Señor. Su figura sintetiza a los sabios y profetas que en todas las épocas han despertado las conciencias y han movido a la gente a cambiar. 

Juan Bautista no es la luz, sino testigo de la luz. Él invita a reconocer LA LUZ QUE VIENE A ILUMINARNOS Y A DEJARNOS GUIAR POR ELLA HACIA LA VERDAD DE NOSOTROS MISMOS ANTE DIOS.

Los judíos enviaron desde Jerusalén una comisión de sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era… Representan la ceguera de quienes obran el mal y odian la luz, de quienes EN VEZ DE LA VERDAD, PREFIEREN LAS GANANCIAS Y BENEFICIOS QUE SE HAN PROCURADO DE ESPALDAS A DIOS Y EN CONTRA DE SUS HERMANOS, HACIÉNDOSE AUTORES Y VÍCTIMAS A LA VEZ DE MENTIRA Y OPRESIÓN.
 
Estos enviados se atreven a someter a Juan a un interrogatorio. Es el proceso de denuncias y acusaciones que se inicia aquí contra Juan y seguirá luego contra Jesús, para continuarse después de él contra sus discípulos. 

Es un drama, con protagonistas y antagonistas. Por una parte, JUAN Y JESÚS, RESPECTIVAMENTE EL TESTIGO DE LA PALABRA Y LA PALABRA TESTIMONIADA; por otra, los sacerdotes, escribas y fariseos, QUE REPRESENTAN AL PODER DOMINADOR E INJUSTO, QUE SE OPONE A LUZ.
 
Siempre ha habido profetas, personas libres e inspiradas que iluminan a la humanidad como faros en la noche. 
A lo largo de la Biblia, ellos aparecen cumpliendo la misión de MANTENER VIVA LA HUMANIDAD DE LA GENTE, PARA QUE NADIE SE RESIGNE A NINGÚN TIPO DE ESCLAVITUD O PÉRDIDA DE SU DIGNIDAD. 

Por eso, la Biblia, al narrar los acontecimientos de la historia, NO JUSTIFICA LAS INJUSTICIAS NI SE PONE DE PARTE DE LOS PODEROSOS SINO QUE, POR EL CONTRARIO, DESENMASCARA SU FALSEDAD Y CORRUPCIÓN Y PRESTA SU VOZ A LOS QUE NO TIENEN VOZ, A LOS POBRES Y A CUANTOS SUFREN, EN QUIENES REENCIENDE EL ANHELO DE VERDAD, JUSTICIA Y LIBERTAD. 

Se entiende por qué los profetas terminan pagando un altísimo precio a su misión: EL MARTIRIO.
 
Todos debemos ser testigos de Cristo y de su evangelio. Todos debemos dar razón de nuestra esperanza. Testigo es uno que ha visto, recuerda y cuenta. EL TESTIMONIO SIEMPRE ES UNA EXPERIENCIA DE VIDA QUE SE HACE PALABRA Y SE TRANSMITE.
 
El Señor ya está cerca asumamos nuestra misión de ser testigos de la luz de Navidad, señalemos con alegría a Jesús que viene a ofrecernos su gracia y bendición. 

IMPOSIBLE ESPERARLO, SABER QUE VIENE Y NO ESTAR ALEGRES. ALGO HA DE CAMBIAR EN NUESTRA VIDA, SOBRE TODO EN NUESTRO CORAZÓN.