jueves, 28 de enero de 2016

RAZONABILIDAD DE LOS VALORES ÉTICOS Eduardo López Azpitarte SJ

 

El comportamiento ético adulto y responsable, EXIGE UN CONOCIMIENTO DE CAUSA, UN MOTIVO RAZONABLE PARA SU ACEPTACIÓN, ya que la simple obediencia, será necesaria para los misterios de fe, que no son de fácil comprensión, pero no para las normas que deben regir y orientar la conducta.

Si la explicación se hace incomprensible, o si la persona estuviera incapacitada para comprenderla, más que frente a un acto moral, NOS ENCONTRARÍAMOS FRENTE A UN ACTO DE SUMISIÓN O DOCILIDAD POR OTROS MOTIVOS AJENOS.

Sería un mandato de Dios, pero no una norma ética.

Nuestra vida debería desenvolverse en un contexto teológico, sin que esto signifique quitarle su fundamentación racional, pues la dimensión religiosa de la teología moral, NO EXCLUYE SINO QUE SUPONE, LA BASE RAZONABLE DE LOS ACTOS Y COMPORTAMIENTOS HUMANOS.

El que otros no compartan todos nuestros valores éticos se explica por la complejidad y las dificultades que reviste este tipo de fundamentación cuando se analizan problemas discutidos, pero no porque sean algo irracional o absurdo y cuya única justificación se base en la autoridad de quien los enseña.

Cuando la tradición insiste en las exigencias éticas reveladas, no indica por tanto, que a tales contenidos no tenga acceso la razón.

LO QUE LA REVELACIÓN MANIFIESTA ES LA AUTENTICIDAD DE UNA ÉTICA RACIONAL, QUE ASÍ QUEDA CONFIRMADA CON UNA MAYOR GARANTÍA.

El conocimiento mayor de otras culturas y civilizaciones, como el mundo ético de muchas personas honestas sin relación especial con la fe, HACE MUY DIFÍCIL PROBAR QUE ALGUNOS VALORES ÉTICOS SON EXCLUSIVOS DEL CRISTIANISMO.

Los contenidos concretos, señalados por algunos autores como los más típicos y exclusivos de la moral católica, SE HAN ENCONTRADO TAMBIÉN FUERA DE ELLA.

HASTA EL PERDÓN DE LOS ENEMIGOS, QUE SE PROPONE COMO LO MÁS CARACTERÍSTICO DE LA REVELACIÓN, ESTABA PRESENTE EN OTRAS RELIGIONES Y CÓDIGOS ANTIGUOS, QUE ENSEÑAN TAMBIÉN OTROS VALORES ÉTICOS BASTANTE UNIVERSALES Y COMUNES.

Entre el 1,600 al 1,200 A.C., en el que el padre exhorta a su hijo con un talante que nos recuerda mucho al sermón de la montaña:
´´NO HAGAS MAL A TU ADVERSARIO,
RECOMPENSA CON BIENES AL QUE TE HACE MAL;
PROCURA QUE SE HAGA JUSTICIA A TU ENEMIGO,
SONRÍE A TU ADVERSARIO……
MUÉSTRATE AMABLE CON EL DÉBIL,
NO INSULTES AL OPRIMIDO,
NO LO DESPRECIES CON AIRE AUTORITARIO…..
DA PAN DE COMER, CERVEZA DE BEBER,
HONRA AL QUE TE PIDE LIMOSNA,
VÍSTELO, SU DIOS SE ALEGRA DE ESO … LO RECOMPENSA CON BIENES..
AYUDA HAZ EL BIEN”

Todo esto demuestra que la razón humana, a través de la experiencia y la reflexión individual y comunitaria, LLEGA A CAPTAR INCLUSO LOS VALORES CATALOGADOS COMO MUY DIFÍCILES E INCOMPRENSIBLES.
En algunos casos, sin ayuda ninguna de la revelación cristiana.
Y  en otros, aunque se hubieran conocido por estar ya en un clima cristianizado, SE MANTIENEN Y CONSERVAN POR UN CONVENCIMIENTO PERSONAL, YA QUE LA FE PARA EL AGNÓSTICO O POR EL ATEO, NO FUNDAMENTA NINGUNA VALORACIÓN.
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