CUANDO
NOS FALTA LA SALUD
Juan Pablo II en su mensaje a los
enfermos del Perú, en el año 1,985 .
Empecemos por decir
que Cristo es:
ü
ü
FIGURA Y
SENTIDO DE LA PÉRDIDA DE LA SALUD,
ü
SENTIDO
DEL SUFRIMIENTO EN EL DOLOR SALVÍFICO,
ü
POSTRACIÓN
POR LA ENFERMEDAD.
También es:
ü
UN MOMENTO
DE PRUEBA QUE NOS ACERCA A DIOS,
ü
PREDILECCIÓN
DE DIOS POR LOS ENFERMOS.
LA IMPORTANCIA DE LOS ENFERMOS:
ü
NO SÓLO SE
LES DEBE DAR UNA ATENCIÓN DE CALIDAD TÉCNICA Y PROFESIONAL, SINO SOBRE TODO CON HUMANIDAD Y CON CARIÑO.
ü
ACOMPAÑARLOS
HACIÉNDOLOS SENTIR QUE ESTAMOS Y ESTAREMOS SIEMPRE PRESENTES PARA ELLOS,
ü
EL AMOR
CRISTIANO SE HACE NOTAR POR NUESTRA ENTREGA AMOROSA E INCONDICIONAL,
El Sentido del Sufrimiento
ü
EL SENTIDO
DE NUESTRAS VIDAS SÓLO SE PUEDE
ENCONTRAR EN DIOS,
ü
EN LA CRUZ
DE CRISTO, EL HOMBRE ENCUENTRA EL SENTIDO DEL DOLOR.
Unidos con el Sacrificio Salvador de Cristo
ü
DEBEMOS
COOPERAR EN LA REDENCIÓN DE NUESTROS
HERMANOS, HACIÉNDOLES TENER FE Y ESPERANZA EN UNA NUEVA VIDA ETERNA DE REALIZACIÓN PLENA Y FELICIDAD.
A los Adultos Mayores
ü
HONRARLOS,
ü
CUIDARLOS
Y
ü
GRATITUD
CON LOS QUE LE DAN CARIÑO.
Mt. 8,17
´´ÉL TOMÓ NUESTRAS FLAQUEZAS Y CARGÓ CON NUESTRAS ENFERMEDADES”.
No solo nos describe
su sufrimiento, SINO EL SENTIDO DE SU
PASIÓN, la cual culmina con su muerte y resurrección.
Este sufrimiento así,
tendrá sentido para el hombre, SI ESTÁ
UNIDO A CRISTO POR LA FE.
Es justamente ESE SUFRIMIENTO EL QUE VA A REDIMIRNOS, porque
Cristo lo ha elevado a ese nivel.
Es así que cualquiera
de nosotros cuando sufrimos, PODEMOS
OFRECER ESTE SUFRIMIENTO PARA LA REDENCIÓN DE NUESTROS HERMANOS.
Cuando nuestras
fuerzas naturales decrecen, nos postramos y de alguna manera nos convertimos en
un ser dependiente de nuestros cuidadores.
Esta situación puede
provocar que nos concentremos en nosotros mismos.
Es así que la
enfermedad nos puede acercar al Señor O CONDUCIRNOS A LA DESESPERACIÓN.
Jesús se acercó a los
enfermos CON AMOR Y LES TENDIÓ SU MANO BONDADOSA PARA QUE REAVIVARAN SU FE Y
ANHELARAN MÁS HONDAMENTE LA SALVACIÓN PLENA.
Curó a muchos, pero
sobretodo, superó el sufrimiento, HACIÉNDOLO
SERVIR AL MISTERIO DE SU REDENCIÓN.
Es así que al visitar
a los enfermos ES UN RASGO DE CORAZÓN
CRISTIANO.
Este cuidado que
muchas veces exige sacrificios, BRILLA
LA MÁS ALTA VIRTUD: LA CARIDAD.
Pero este mundo hecho
por los hombres CON EGOÍSMO, FRECUENTEMENTE DEJAN APARTE A LOS
ENFERMOS ya que los miran como seres incapaces para la lucha activa por ´´EL
PROGRESO”; Y MÁS BIEN SE LES VE COMO UN LASTRE.
También se ve como ´´UNA PÉRDIDA DE TIEMPO” a la visita o
al consuelo que se les puede dar a los que yacen en el lecho de enfermo.
El enfermo como ser
humano, siempre va a apreciar la calidez que siente de los que lo visitan con
sus buenos deseos. ESTA ES LA MEDICINA
ESPIRITUAL QUE NOS HACE AMAR LA VIDA
y nos inclina a luchar por ella con más fuerza interior, que tantas veces
influye decisivamente en la recuperación de la salud.
Mañana podemos ser
nosotros, los que hoy estamos sanos, QUIENES
OCUPEMOS EL LECHO DEL DOLOR, y entonces nos aliviará también compartir la solidaridad
y el afecto de parientes y amigos.
PERO
HAY MUCHOS QUE NO LOS TOMAN EN CUENTA
Hoy al hombre se le
quiere ver COMO UN SER DURO Y CASI
INSENSIBLE, SÓLO HECHO PARA EL TRABAJO, LA PRODUCCIÓN Y LA PRODUCTIVIDAD.
Jesús en cambio nos enseña a amar al hombre tanto en SU
GRANDEZA COMO EN SU DESVALIMIENTO.
Es ahí donde el amor se hace más necesario y verdadero, haciendo
sentir la necesidad de otro mundo:
ü
CON AMOR
HUMANO,
ü
CON AMOR
DESINTERESADO Y
ü
QUE SE
SIENTE EN EL CORAZÓN Y LAS BUENAS OBRAS, Y NO EN UN MUNDO SIGNADO CON EL
SUFRIMIENTO HUMANO.
NO PODEMOS VER EL SUFRIMIENTO AJENO CON DESINTERÉS.
SÓLO EL HOMBRE QUE ES CAPAZ DE ACOGER EL AMOR MISERICORDIOSO, será capaz de darlo sin egoísmos.
Los enfermos así se
constituyen en signos de la dignidad humana; Jesús se entrega a ellos y nos
Invita a servirle COMO EXPRESIÓN DE AMOR GENUINO AL HOMBRE.
Toda enfermedad grave,
suele pasar por un desaliento radical, donde surge la pregunta del porqué de la
vida, precisamente porque nos sentimos arraigados de ella. En esos momentos son
las oraciones de nuestros familiares y amigos las que nos ayudan eficazmente.
Pero finalmente, será
Dios que ANTE NUESTRO CORAZÓN HERIDO NOS
DARÁ SU AMOR MISERICORDIOSO LLENO DE ESPERANZA.
Cuando en nuestra
aflicción decimos: Señor, Señor, ¿Por
qué me has abandonado?, sólo El nos aquietará y reconfortará con su gracia.
Es la cruz de Cristo
la que proyecta un rayo de luz sobre el misterio del dolor humano.
SÓLO EN LA CRUZ PODREMOS ENCONTRAR UNA RESPUESTA VÁLIDA a la interpelación angustiada que surge en
el corazón del hombre doliente.
´´Suplo en mi carne lo
que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia” (Col.
1,24).
Identificados con
Cristo en la cruz, el hombre puede experimentar QUE EL DOLOR ES UN TESORO, Y LA MUERTE GANANCIA (Flp. 1,21).
Puede experimentar
como el amor a Cristo DIGNIFICA, HACE
DULCE EL DOLOR Y NOS REDIME.
Este es el consuelo de
los creyentes cuando somos con la fe verdaderos cristianos, así mantiene nuestra esperanza y aviva nuestra caridad.
Vista así la vida en
libertad, gracias a Cristo, podremos ver
la muerte como vida para nosotros, convirtiéndose en una cosecha abundante
de redención.
Los tiempos de
enfermedad no son realidades inútiles, más bien pueden convertirse ante Dios,
los más decisivos para nuestras vidas, las de los nuestros y las de los demás
con muchos frutos.
Hay adultos mayores
que se van acercando a la ciudad permanente. Es una etapa para muchos de
incomprensión y soledad.
Ésta, mas bien debe
ser una etapa de reposo, de paz y felicidad, producto del amor de su familia y
de sus amigos.
Esta edad se
caracteriza por la experiencia y madurez QUE PERMITEN VER LA VIDA TERRENA CON
LOS OJOS DEL ESPÍRITU SANTO, QUE NOS LLEVA A DIOS, A ESA PLENITUD QUE TODOS
ANSIAMOS.
Cuando los cristianos
viven en un lugar donde cunde el materialismo, ESTOS DEBEN ANTEPONER LOS
VALORES DEL ESPÍRITU- UN PRECIOSO DON - Y ENTONCES LOS ANCIANOS SON TRATADOS
CON CARIÑO, BIEN ATENDIDOS.
Muchos ancianos son
migrantes, apartados de su tierra, más aun muchos no gozan de una jubilación, a
ellos deben asistirlos el Estado Y TODO HOMBRE DE BUENA VOLUNTAD.
Si comprendemos esta
gracia donde la fuerza del Espíritu es la que nos lleva a Dios, AHÍ
ALCANZAREMOS LA PLENITUD Y VIVIREMOS CON
PAZ, SUPERANDO LA SOLEDAD. CUANDO
NOS FALTA LA SALUD
Juan Pablo II en su mensaje a los
enfermos del Perú, en el año 1,985 .
Empecemos por decir
que Cristo es:
ü
ü
FIGURA Y
SENTIDO DE LA PÉRDIDA DE LA SALUD,
ü
SENTIDO
DEL SUFRIMIENTO EN EL DOLOR SALVÍFICO,
ü
POSTRACIÓN
POR LA ENFERMEDAD.
También es:
ü
UN MOMENTO
DE PRUEBA QUE NOS ACERCA A DIOS,
ü
PREDILECCIÓN
DE DIOS POR LOS ENFERMOS.
LA IMPORTANCIA DE LOS ENFERMOS:
ü
NO SÓLO SE
LES DEBE DAR UNA ATENCIÓN DE CALIDAD TÉCNICA Y PROFESIONAL, SINO SOBRE TODO CON HUMANIDAD Y CON CARIÑO.
ü
ACOMPAÑARLOS
HACIÉNDOLOS SENTIR QUE ESTAMOS Y ESTAREMOS SIEMPRE PRESENTES PARA ELLOS,
ü
EL AMOR
CRISTIANO SE HACE NOTAR POR NUESTRA ENTREGA AMOROSA E INCONDICIONAL,
El Sentido del Sufrimiento
ü
EL SENTIDO
DE NUESTRAS VIDAS SÓLO SE PUEDE
ENCONTRAR EN DIOS,
ü
EN LA CRUZ
DE CRISTO, EL HOMBRE ENCUENTRA EL SENTIDO DEL DOLOR.
Unidos con el Sacrificio Salvador de Cristo
ü
DEBEMOS
COOPERAR EN LA REDENCIÓN DE NUESTROS
HERMANOS, HACIÉNDOLES TENER FE Y ESPERANZA EN UNA NUEVA VIDA ETERNA DE REALIZACIÓN PLENA Y FELICIDAD.
A los Adultos Mayores
ü
HONRARLOS,
ü
CUIDARLOS
Y
ü
GRATITUD
CON LOS QUE LE DAN CARIÑO.
Mt. 8,17
´´ÉL TOMÓ NUESTRAS FLAQUEZAS Y CARGÓ CON NUESTRAS ENFERMEDADES”.
No solo nos describe
su sufrimiento, SINO EL SENTIDO DE SU
PASIÓN, la cual culmina con su muerte y resurrección.
Este sufrimiento así,
tendrá sentido para el hombre, SI ESTÁ
UNIDO A CRISTO POR LA FE.
Es justamente ESE SUFRIMIENTO EL QUE VA A REDIMIRNOS, porque
Cristo lo ha elevado a ese nivel.
Es así que cualquiera
de nosotros cuando sufrimos, PODEMOS
OFRECER ESTE SUFRIMIENTO PARA LA REDENCIÓN DE NUESTROS HERMANOS.
Cuando nuestras
fuerzas naturales decrecen, nos postramos y de alguna manera nos convertimos en
un ser dependiente de nuestros cuidadores.
Esta situación puede
provocar que nos concentremos en nosotros mismos.
Es así que la
enfermedad nos puede acercar al Señor O CONDUCIRNOS A LA DESESPERACIÓN.
Jesús se acercó a los
enfermos CON AMOR Y LES TENDIÓ SU MANO BONDADOSA PARA QUE REAVIVARAN SU FE Y
ANHELARAN MÁS HONDAMENTE LA SALVACIÓN PLENA.
Curó a muchos, pero
sobretodo, superó el sufrimiento, HACIÉNDOLO
SERVIR AL MISTERIO DE SU REDENCIÓN.
Es así que al visitar
a los enfermos ES UN RASGO DE CORAZÓN
CRISTIANO.
Este cuidado que
muchas veces exige sacrificios, BRILLA
LA MÁS ALTA VIRTUD: LA CARIDAD.
Pero este mundo hecho
por los hombres CON EGOÍSMO, FRECUENTEMENTE DEJAN APARTE A LOS
ENFERMOS ya que los miran como seres incapaces para la lucha activa por ´´EL
PROGRESO”; Y MÁS BIEN SE LES VE COMO UN LASTRE.
También se ve como ´´UNA PÉRDIDA DE TIEMPO” a la visita o
al consuelo que se les puede dar a los que yacen en el lecho de enfermo.
El enfermo como ser
humano, siempre va a apreciar la calidez que siente de los que lo visitan con
sus buenos deseos. ESTA ES LA MEDICINA
ESPIRITUAL QUE NOS HACE AMAR LA VIDA
y nos inclina a luchar por ella con más fuerza interior, que tantas veces
influye decisivamente en la recuperación de la salud.
Mañana podemos ser
nosotros, los que hoy estamos sanos, QUIENES
OCUPEMOS EL LECHO DEL DOLOR, y entonces nos aliviará también compartir la solidaridad
y el afecto de parientes y amigos.
PERO
HAY MUCHOS QUE NO LOS TOMAN EN CUENTA
Hoy al hombre se le
quiere ver COMO UN SER DURO Y CASI
INSENSIBLE, SÓLO HECHO PARA EL TRABAJO, LA PRODUCCIÓN Y LA PRODUCTIVIDAD.
Jesús en cambio nos enseña a amar al hombre tanto en SU
GRANDEZA COMO EN SU DESVALIMIENTO.
Es ahí donde el amor se hace más necesario y verdadero, haciendo
sentir la necesidad de otro mundo:
ü
CON AMOR
HUMANO,
ü
CON AMOR
DESINTERESADO Y
ü
QUE SE
SIENTE EN EL CORAZÓN Y LAS BUENAS OBRAS, Y NO EN UN MUNDO SIGNADO CON EL
SUFRIMIENTO HUMANO.
NO PODEMOS VER EL SUFRIMIENTO AJENO CON DESINTERÉS.
SÓLO EL HOMBRE QUE ES CAPAZ DE ACOGER EL AMOR MISERICORDIOSO, será capaz de darlo sin egoísmos.
Los enfermos así se
constituyen en signos de la dignidad humana; Jesús se entrega a ellos y nos
Invita a servirle COMO EXPRESIÓN DE AMOR GENUINO AL HOMBRE.
Toda enfermedad grave,
suele pasar por un desaliento radical, donde surge la pregunta del porqué de la
vida, precisamente porque nos sentimos arraigados de ella. En esos momentos son
las oraciones de nuestros familiares y amigos las que nos ayudan eficazmente.
Pero finalmente, será
Dios que ANTE NUESTRO CORAZÓN HERIDO NOS
DARÁ SU AMOR MISERICORDIOSO LLENO DE ESPERANZA.
Cuando en nuestra
aflicción decimos: Señor, Señor, ¿Por
qué me has abandonado?, sólo El nos aquietará y reconfortará con su gracia.
Es la cruz de Cristo
la que proyecta un rayo de luz sobre el misterio del dolor humano.
SÓLO EN LA CRUZ PODREMOS ENCONTRAR UNA RESPUESTA VÁLIDA a la interpelación angustiada que surge en
el corazón del hombre doliente.
´´Suplo en mi carne lo
que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia” (Col.
1,24).
Identificados con
Cristo en la cruz, el hombre puede experimentar QUE EL DOLOR ES UN TESORO, Y LA MUERTE GANANCIA (Flp. 1,21).
Puede experimentar
como el amor a Cristo DIGNIFICA, HACE
DULCE EL DOLOR Y NOS REDIME.
Este es el consuelo de
los creyentes cuando somos con la fe verdaderos cristianos, así mantiene nuestra esperanza y aviva nuestra caridad.
Vista así la vida en
libertad, gracias a Cristo, podremos ver
la muerte como vida para nosotros, convirtiéndose en una cosecha abundante
de redención.
Los tiempos de
enfermedad no son realidades inútiles, más bien pueden convertirse ante Dios,
los más decisivos para nuestras vidas, las de los nuestros y las de los demás
con muchos frutos.
Hay adultos mayores
que se van acercando a la ciudad permanente. Es una etapa para muchos de
incomprensión y soledad.
Ésta, mas bien debe
ser una etapa de reposo, de paz y felicidad, producto del amor de su familia y
de sus amigos.
Esta edad se
caracteriza por la experiencia y madurez QUE PERMITEN VER LA VIDA TERRENA CON
LOS OJOS DEL ESPÍRITU SANTO, QUE NOS LLEVA A DIOS, A ESA PLENITUD QUE TODOS
ANSIAMOS.
Cuando los cristianos
viven en un lugar donde cunde el materialismo, ESTOS DEBEN ANTEPONER LOS
VALORES DEL ESPÍRITU- UN PRECIOSO DON - Y ENTONCES LOS ANCIANOS SON TRATADOS
CON CARIÑO, BIEN ATENDIDOS.
Muchos ancianos son
migrantes, apartados de su tierra, más aun muchos no gozan de una jubilación, a
ellos deben asistirlos el Estado Y TODO HOMBRE DE BUENA VOLUNTAD.
Si comprendemos esta
gracia donde la fuerza del Espíritu es la que nos lleva a Dios, AHÍ
ALCANZAREMOS LA PLENITUD Y VIVIREMOS CON
PAZ, SUPERANDO LA SOLEDAD.
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