¿SABÍAS QUE UNIENDO ARMONIOSAMENTE LAS
ENSEÑANZAS Y LA PRÁCTICA DEL MUTUO AMOR, SE REALIZA ADMIRABLEMENTE ESE DOBLE
DAR QUE COMPENDIA LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA”?
CÁRITAS
La Doctrina Social de la Iglesia ES
UN CONJUNTO DE NORMAS Y PRINCIPIOS REFERENTES A LA REALIDAD SOCIAL, POLÍTICA Y
ECONÓMICA DE LA HUMANIDAD, BASADA EN EL EVANGELIO Y EN EL MAGISTERIO DE LA
IGLESIA CATÓLICA.
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia y el Catecismo de la
Iglesia Católica la definen como un “cuerpo doctrinal renovado que se va
articulando a medida que la Iglesia, en la plenitud de la Palabra revelada por
Jesucristo y mediante la asistencia del Espíritu Santo, lee los hechos según se
desenvuelven en el curso de la historia”.
“Nada, pues,
tiene de extraño que la Iglesia Católica, siguiendo el ejemplo y cumpliendo el
mandato de Cristo, HAYA MANTENIDO
CONSTANTEMENTE EN ALTO LA ANTORCHA DE LA CARIDAD DURANTE DOS MILENIOS, es
decir, desde la institución del antiguo diaconado hasta nuestros días, tanto
con la enseñanza de sus preceptos como con sus ejemplos innumerables; caridad
que, UNIENDO ARMONIOSAMENTE LAS
ENSEÑANZAS Y LA PRÁCTICA DEL MUTUO AMOR, REALIZA DE MODO ADMIRABLE EL MANDATO
DE ESE DOBLE DAR QUE COMPENDIA POR ENTERO LA DOCTRINA Y LA ACCIÓN SOCIAL DE LA
IGLESIA”.
La Iglesia, PARTÍCIPE DE:
LOS GOZOS Y DE LAS ESPERANZAS,
DE LAS ANGUSTIAS Y DE LAS
TRISTEZAS DE LOS HOMBRES,
ES SOLIDARIA CON CADA HOMBRE Y CON CADA MUJER DE
CUALQUIER LUGAR Y TIEMPO, Y LES LLEVA LA ALEGRE NOTICIA DEL REINO DE
DIOS QUE CON JESUCRISTO HA VENIDO Y VIENE EN MEDIO DE ELLOS.
Para la
humanidad, la Iglesia es –en este mundo– el sacramento del amor de Dios, “EL PROYECTO VISIBLE DEL AMOR DE DIOS HACIA
LA HUMANIDAD” Y, POR ELLO, DE LA
ESPERANZA MÁS GRANDE, QUE ACTIVA Y SOSTIENE TODO PROYECTO Y EMPEÑO DE AUTÉNTICA
LIBERACIÓN Y PROMOCIÓN HUMANA.
Fecundar y
fermentar la sociedad con el Evangelio.
Con su
Doctrina Social, la Iglesia se hace cargo del anuncio que el Señor le ha confiado:
el Evangelio del Reino.
En cuanto
Evangelio que resuena mediante la Iglesia en el hoy del hombre, la Doctrina
Social ES PALABRA QUE ILUMINA Y LIBERA.
Esto significa
que posee la eficacia de verdad y de gracia del Espíritu de Dios, que PENETRA LOS CORAZONES DISPONIÉNDOLOS A
CULTIVAR PENSAMIENTOS Y PROYECTOS:
DE AMOR:
DE JUSTICIA,
DE LIBERTAD Y
DE PAZ.
El Concilio
Vaticano II nos recuerda que, con su enseñanza social, la Iglesia quiere
anunciar y actualizar el Evangelio en la compleja red de las relaciones
sociales.
Busca fecundar
y fermentar la sociedad misma con el Evangelio. “Para ello es importante que en
América los agentes de evangelización (obispos, sacerdotes, profesores,
animadores pastorales, etc.) asimilen este tesoro que es la doctrina social de
la Iglesia e, iluminados por ella, se hagan capaces de leer la realidad actual
y de buscar vías para la acción”. Evangelización y promoción humana. “En este
esfuerzo por conocer el mensaje de Cristo y hacerlo guía de la propia vida hay
que recordar que LA EVANGELIZACIÓN HA
IDO UNIDA SIEMPRE A LA PROMOCIÓN HUMANA Y A LA AUTÉNTICA LIBERACIÓN CRISTIANA.
«AMOR A DIOS Y AMOR AL PRÓJIMO SE FUNDEN ENTRE SÍ: en el más humilde encontramos a Jesús mismo y en Jesús encontramos a
Dios».
Por lo mismo, será también necesaria una
catequesis social y una adecuada formación en la doctrina social de la Iglesia.
Es muy útil
para ello el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.
LA VIDA CRISTIANA NO SE EXPRESA SOLAMENTE EN LAS
VIRTUDES PERSONALES, SINO TAMBIÉN EN LAS VIRTUDES SOCIALES Y POLÍTICAS”.
“La Iglesia,
con su doctrina social, no sólo no se aleja de la propia misión, sino que es
estrictamente fiel a ella.
La redención
realizada por Cristo y confiada a la misión salvífica de la Iglesia ES CIERTAMENTE DE ORDEN SOBRENATURAL.
Esta dimensión
no es expresión limitativa, sino integral de la salvación”. “Lo sobrenatural NO DEBE SER CONCEBIDO COMO UNA ENTIDAD O UN
ESPACIO QUE COMIENZA DONDE TERMINA LO NATURAL, SINO COMO LA ELEVACIÓN DE
ÉSTE, DE TAL MANERA QUE NADA DEL ORDEN DE LA CREACIÓN Y DE LO HUMANO ES
EXTRAÑO O QUEDA EXCLUIDO DEL ORDEN SOBRENATURAL Y TEOLOGAL DE LA FE Y DE LA
GRACIA, SINO MÁS BIEN ES EN ÉL:
RECONOCIDO,
ASUMIDO Y
ELEVADO”.
Benedicto XVI,
en su encíclica Caritas in veritate, nuevamente recuerda las palabras de su
predecesor Pablo VI, quien reconoció la estrecha relación entre el desarrollo y
la evangelización. “ENTRE EVANGELIZACIÓN
Y PROMOCIÓN HUMANA (DESARROLLO, LIBERACIÓN) EXISTEN EFECTIVAMENTE LAZOS MUY
FUERTES”.
“EL TESTIMONIO DE LA CARIDAD DE CRISTO MEDIANTE
OBRAS DE JUSTICIA, PAZ Y DESARROLLO FORMA PARTE DE LA EVANGELIZACIÓN, PORQUE A
JESUCRISTO LE INTERESA TODO EL HOMBRE”.
HACIA UNA NUEVA SOCIEDAD RECONCILIADA EN LA JUSTICIA
Y EN EL AMOR.
Se requiere que las obras de misericordia
estén acompañadas por la búsqueda DE UNA
VERDADERA JUSTICIA SOCIAL, QUE VAYA ELEVANDO EL NIVEL DE VIDA DE LOS
CIUDADANOS, PROMOVIÉNDOLOS COMO SUJETOS DE SU PROPIO DESARROLLO.
En su encíclica
Deus caritas est el Papa Benedicto XVI ha tratado con claridad inspiradora la
compleja relación entre justicia y caridad.
Ahí nos dice
que “EL ORDEN JUSTO DE LA SOCIEDAD Y DEL
ESTADO ES UNA TAREA PRINCIPAL DE LA POLÍTICA” Y NO DE LA IGLESIA.
Pero la Iglesia
“no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia”, ya identificó la urgencia de esta opción
preferencial de Cristo por los más pobres y excluidos, QUE DEBE CONCRETARSE EN EL COMPROMISO EVANGÉLICO DE LA IGLESIA.
Este
compromiso está fundado en el testimonio mismo de Cristo: un compromiso con los
más necesitados.
Se nos
recuerda que “la Iglesia debe mirar, por consiguiente, a Cristo cuando se
pregunta cuál ha de ser su acción evangelizadora.
El Hijo de
Dios demostró la grandeza de ese compromiso AL HACERSE HOMBRE, PUES SE IDENTIFICÓ CON LOS HOMBRES HACIÉNDOSE UNO DE
ELLOS, SOLIDARIO CON ELLOS Y ASUMIENDO LA SITUACIÓN EN QUE SE ENCUENTRAN, EN SU
NACIMIENTO, EN SU VIDA, Y –SOBRE TODO– EN SU PASIÓN Y MUERTE, DONDE LLEGÓ A LA
MÁXIMA EXPRESIÓN DE LA POBREZA”.
“Por esta sola
razón, LOS POBRES MERECEN UNA ATENCIÓN
PREFERENCIAL, CUALQUIERA QUE SEA LA SITUACIÓN MORAL O PERSONAL EN QUE SE
ENCUENTREN.
Hechos a
imagen y semejanza de Dios, para ser sus hijos, ESTA IMAGEN ESTÁ ENSOMBRECIDA Y AÚN ESCARNECIDA.
Por eso Dios
toma su defensa y los ama. Es así como los pobres son los primeros
destinatarios de la misión, Y SU
EVANGELIZACIÓN ES, POR EXCELENCIA, SEÑAL Y PRUEBA DE LA MISIÓN DE JESÚS”.
´´ACERCÁNDONOS AL POBRE PARA ACOMPAÑARLO Y SERVIRLO
HACEMOS LO QUE CRISTO NOS ENSEÑÓ AL HACERSE HERMANO NUESTRO, POBRE COMO
NOSOTROS.
Por eso, el
servicio a los pobres es la medida privilegiada, aunque no excluyente, de
nuestro seguimiento a Cristo.
EL MEJOR SERVICIO AL HERMANO ES LA EVANGELIZACIÓN
QUE LO DISPONE A REALIZARSE COMO HIJO DE DIOS, LO LIBERA DE LAS INJUSTICIAS
Y LO PROMUEVE INTEGRALMENTE”; asimismo LO CAPACITA PARA TRABAJAR, JUNTO CON LOS
MIEMBROS DE SU COMUNIDAD, A FAVOR DE UN AUTÉNTICO DESARROLLO HUMANO
INTEGRAL.
La opción
preferencial por los pobres es uno de los rasgos que marca la fisonomía de la
Iglesia latinoamericana y caribeña y, por tanto, una condición sine qua non
para la labor de Cáritas en el Perú.
Juan Pablo II,
dirigiéndose a nuestro continente, sostuvo que “convertirse al Evangelio, para
el pueblo cristiano que vive en América, significa revisar todos los ambientes
y dimensiones de su vida, ESPECIALMENTE
TODO LO QUE PERTENECE AL ORDEN SOCIAL Y A LA OBTENCIÓN DEL BIEN COMÚN”.
Como
discípulos misioneros de Jesucristo ESTAMOS
LLAMADOS A DESCIFRAR Y CONTEMPLAR EN LOS ROSTROS SUFRIENTES DE NUESTROS
HERMANOS EL ROSTRO DE CRISTO QUE NOS LLAMA A SERVIRLO EN ELLOS:
“Los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo”.
“Todo lo que tenga que ver con Cristo tiene que ver con los pobres, y
todo lo relacionado con los pobres reclama a Jesucristo: «Cuanto hicieron con
uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron» (Mt 25,40).
Juan Pablo II destacó que este texto bíblico «ilumina el misterio de
Cristo».
Porque en Cristo EL GRANDE SE
HIZO PEQUEÑO, EL FUERTE SE HIZO FRÁGIL, EL RICO SE HIZO POBRE”.
“Sólo la cercanía que nos hace amigos nos permite apreciar
profundamente los valores de los pobres de hoy, sus legítimos anhelos y su modo
propio de vivir la fe.
La opción por los pobres debe conducirnos a la amistad con los pobres.
Día a día, los pobres se hacen sujetos de la evangelización y de la
promoción humana integral:
EDUCAN A SUS HIJOS EN LA FE,
VIVEN UNA CONSTANTE SOLIDARIDAD ENTRE PARIENTES Y
VECINOS,
BUSCAN CONSTANTEMENTE A DIOS Y
DAN VIDA AL PEREGRINAR DE LA IGLESIA.
A la luz del Evangelio reconocemos SU
INMENSA DIGNIDAD Y SU VALOR SAGRADO A LOS OJOS DE CRISTO, pobre como ellos
y excluido entre ellos.
Desde esta experiencia creyente, compartiremos con ellos la defensa de
sus derechos” la reflexión y preocupación sobre el desarrollo humano entra con
fuerza en el Magisterio de la Iglesia.
Frente a ideologías emergentes QUE
VALORABAN AL HOMBRE SÓLO POR SU DIMENSIÓN PRODUCTIVA O ECONÓMICA, Pablo VI
señala que el verdadero desarrollo humano debe considerar a “todos los hombres
y a todo el hombre”.
Benedicto XVI, en Caritas in veritate, retomando toda la extensa y profunda
reflexión sobre este tema, nos señala que “el desarrollo humano integral como
vocación exige también QUE SE RESPETE LA
VERDAD.
La vocación al progreso impulsa a los hombres a «hacer, conocer y tener
más para ser más».
Pero la cuestión es: ¿QUÉ
SIGNIFICA «SER MÁS»?
A esta pregunta, Pablo VI responde indicando lo que comporta
esencialmente el «auténtico desarrollo»: «debe ser integral, es decir, PROMOVER A TODOS LOS HOMBRES Y A TODO EL
HOMBRE».
En la concurrencia entre las diferentes visiones del hombre que, más
aún que en la sociedad que vivió Pablo VI, se proponen también en la de hoy, LA VISIÓN CRISTIANA TIENE LA PECULIARIDAD
DE AFIRMAR Y JUSTIFICAR EL VALOR INCONDICIONAL DE LA PERSONA HUMANA Y EL
SENTIDO DE SU CRECIMIENTO.
La vocación cristiana al desarrollo ayuda a buscar la promoción de
todos los hombres y de todo el hombre.
Pablo VI escribe: «lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada
hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera».
La fe cristiana se ocupa del desarrollo, no apoyándose en privilegios o
posiciones de poder, ni tampoco en los méritos de los cristianos, que
ciertamente se han dado y también hoy se dan, junto con sus naturales
limitaciones, SINO SÓLO EN CRISTO, al
cual debe remitirse toda vocación auténtica al desarrollo humano integral.
El Evangelio es un elemento fundamental del desarrollo porque, en él,
Cristo, «en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta
plenamente el hombre al propio hombre»”.
“Cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene
sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su
verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,22)”.
Y éste es el proyecto de Dios: una Historia de Salvación, una Historia
que empieza en Israel y que avanza hasta nuestro momento presente, en el que
estamos llamados –como nuevo Pueblo de Dios, como Cáritas– a ser promotores y
protagonistas.
“Sobre todo el fondo de la experiencia religiosa universal se destaca
la Revelación que Dios hace progresivamente de Sí mismo al pueblo de Israel.
Esta Revelación responde de un modo inesperado y sorprendente a LA BÚSQUEDA HUMANA DE LO DIVINO, GRACIAS A
LAS ACCIONES HISTÓRICAS EN LAS QUE SE MANIFIESTA EL AMOR DE DIOS POR EL HOMBRE”.
Dios crea, por un acto de su amor, al hombre y a la mujer (Cf. Gen
1,26-27) y les da la misión de dominar la tierra.
Por ello, estamos llamados a ser instrumento eficaz de la gratuidad
divina en el jardín en el que Dios los ha puesto como cultivadores y guardianes
de la creación.
“El libro del GÉNESIS NOS
PROPONE ALGUNOS FUNDAMENTOS DE LA ANTROPOLOGÍA CRISTIANA:
LA INALIENABLE DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA, QUE
TIENE SU RAÍZ Y SU GARANTÍA EN EL DESIGNIO CREADOR DE DIOS;
LA SOCIABILIDAD CONSTITUTIVA DEL SER HUMANO, QUE
TIENE SU PROTOTIPO EN LA RELACIÓN ORIGINARIA ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER, CUYA
UNIÓN ES LA EXPRESIÓN PRIMERA DE LA COMUNIÓN DE PERSONAS HUMANAS;
ELSIGNIFICADO DEL ACTUAR HUMANO EN EL MUNDO QUE
ESTÁ LIGADO AL DESCUBRIMIENTO Y AL RESPETO DE LAS LEYES DE LA NATURALEZA QUE
DIOS HA IMPRESO EN EL UNIVERSO CREADO, PARA QUE LA HUMANIDAD LO HABITE Y LO
CUSTODIE SEGÚN SU PROYECTO.
ESTA VISIÓN DE LA PERSONA HUMANA, DE LA SOCIEDAD Y
DE LA HISTORIA HUNDE SUS RAÍCES EN DIOS Y ESTÁ ILUMINADA POR LA REALIZACIÓN DE
SU DESIGNIO DE SALVACIÓN”
No hay comentarios:
Publicar un comentario