NORMITA
Has ido libremente al lado del Señor en favor de
nosotros, porque viviste con Jesús, por Jesús y en Jesús, Y POR ESO DIOS TE HA ACEPTADO Y SALVADO DE LA MUERTE, DÁNDOTE UNA NUEVA
VIDA ETERNA DE REALIZACIÓN PLENA COMO HIJA SUYA, PARTÍCIPE
DE SU VIDA.
HOY TE SOSTIENE EL SEÑOR, NO TE HAS
HUNDIDO EN LA NADA, HAS SIDO ACOGIDA EN LA VIDA ETERNA DE DIOS Y PRESERVADA
COMO PERSONA, COMO ÉL MISMO Y TODO ÉL EN TU NUEVA VIDA DE RESUCITADA.
La resurrección de Cristo y tu
resurrección se envuelven mutuamente.
Viviste con la verdad más profunda de nuestra existencia QUE ES SABERNOS AMADOS, porque el Señor
siempre te miró con la misma ternura de una madre y te ha llevado amparada en
la sombra de su brazo.
EL SEÑOR, SIEMPRE ILUMINÓ TU VIDA CON SU DICHOSA PRESENCIA.
Dios siempre te decía eres mi amiga, y hoy te ha dicho: YA ESTÁS EN MI REINO Y NADA NOS SEPARARÁ.
SOMOS UNO.
Y lo que sucede es que Él siempre
con esa voz suave y amorosa que habla en
el silencio y en la soledad de nuestros
corazones, no es escuchado o no es CONVINCENTE A PESAR QUE NOS LLEGA POR INFINITOS CAMINOS Y EN DIFERENTES TONOS, Y
ESTO SUCEDE PORQUE MUCHOS NO LE PRESTAN
OÍDOS, VÍCTIMAS DEL TIEMPO Y DEL DINERO.
Siempre nos TRATASTE CON
TERNURA Y AMOR y nos llamabas para hablarnos de alguien más grande que
nosotros. Y NOS HABLABAS DE DIOS.
Es así que llegamos a conocer
el verdadero sentido de nuestras vidas con luz y con verdad, juntos en esta búsqueda espiritual PARA REGRESAR A DIOS, NUESTRO CREADOR.
Nos enseñaste que el mayor regalo que podemos darle a una persona ES LA CONDICIÓN DE SER AMADO, al poner
en acción ese amor con el cual hemos sido creados.
Nos aconsejabas a no vivir solo para nuestros propios
intereses porque de esa manera nos decías que:
ü Ya no hay espacio para los demás,
ü Ya no entran los
pobres,
ü Ya no se escucha
la voz de Dios,
ü Ya no se goza la
dulce alegría de su amor,
ü Ya no palpita el
entusiasmo por hacer el bien.
Una vida sin
dignidad no es una vida Cristiana, eso, no desea Dios para nosotros.
ESTABAS
SEGURA QUE DIOS NUNCA SE CANSA DE PERDONAR; SOMOS NOSOTROS LOS QUE NOS CANSAMOS
DE RECURRIR A SU TIERNA MISERICORDIA QUE
NUNCA NOS DESILUSIONA Y NOS DEVUELVE LA ALEGRÍA.
Nunca te abrumaste por el consumismo
vanidoso, materialista, ni por los placeres superficiales BUSCANDO SÍ, EL ENRIQUECIMIENTO DE UNA VIDA CRISTIANA.
Gracias a los
jesuitas aprendimos contigo que el sufrir, y el morir con Jesucristo, TIENEN SENTIDO Y ESPERANZA, PORQUE NOS
ELEVA, NOS ENNOBLECE, Y SIEMPRE SERÁ BELLO Y BUENO. Porque Él padeció y
murió como nosotros, con nosotros y por nosotros PARA MOSTRARNOS UN SEPULCRO VACÍO DESPUÉS DE LA BARBARIE, Y DARNOS SU
LUZ SOBRE LA TIERRA DESPUÉS DE LAS TINIEBLAS.
Normita, nos enseñaste que
ser cristiano no es una emoción momentánea,
sino UN MODO DE VIVIR mostrándonos
siempre compasivos y misericordiosos; y
nos decías que así no viviremos tristes, con un
vacío interior, aislados, porque con Jesucristo siempre nace y renace la
alegría.
Siempre te
preocupaste para que tengamos CORAZONES
CREYENTES, DESPRENDIDOS Y SENCILLOS, porque
sólo así es que se puede colaborar en la superación de los actuales niveles de deshumanización en el
mundo.
ÉL SIEMPRE ILUMINABA TU CAMINO por más densas que fueran las sombras.
Te transformaste interiormente
liberándote de las ataduras a las veleidades, a lo fatuo, al lujo, abdicando a
una vida materialista de antivalores propios de este mundo, en el cual nos deben querer por lo que somos y no por lo que
tenemos, CONVIRTIÉNDONOS ASÍ EN
CRIATURAS NUEVAS.
El bien se te arraigó
y desarrolló, para vivir con dignidad y plenitud, CONDUCIÉNDOTE POR EL CAMINO QUE RECONOCE AL OTRO Y BUSCA SU BIEN.
Normita,
asumiste verdaderamente, con tus ojos, el mensaje de Cristo en su belleza, y lo
acogiste con fe con inteligencia y en el corazón, ayudándote
a contemplar las dimensiones de misterio QUE PROVOCÓ TU ASOMBRO, HACIÉNDOLO TUYO.
NO TENGAMOS DUDA DE QUE INCLUSO EN EL DOLOR MÁS
INTENSO, EN LA CULPA MÁS HONDA Y EN LA MUERTE MÁS INEXPLICABLE, EL AMOR DE DIOS
ES UNA FUERZA ENORME PARA ACEPTAR Y SOPORTAR LA SITUACIÓN.
EL DIOS DE JESÚS ESTA JUNTO A LOS QUE SUFREN CON
SU AMOR SALVADOR, ACOMPAÑÁNDONOS Y
COMPADECIÉNDONOS.
ESTÁ PRESENTE CON SU AMOR QUE COMPARTE LAS
HERIDAS Y LA CONSTERNACIÓN. SIEMPRE QUE EL HOMBRE GRITE A DIOS POR CUALQUIER
DOLOR O SUFRIMIENTO, SIEMPRE ESTARÁ ACOMPAÑADO POR EL GRITO DE ESE DIOS HUMANO
QUE ES JESÚS. AHÍ ESTÁ COMO EXPRESIÓN
MÁXIMA DEL AMOR QUE SALVA.
!GRACIAS NORMITA,
HASTA PRONTO¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario