viernes, 6 de enero de 2017

ELEGÍA A UNA AMIGA QUE VIVIÓ AMANDO A CRISTO

                                                   NORMITA


Has ido libremente al lado del Señor en favor de nosotros, porque viviste con Jesús, por Jesús y en Jesús, Y POR ESO DIOS TE HA ACEPTADO Y SALVADO DE LA MUERTE, DÁNDOTE UNA NUEVA VIDA ETERNA DE REALIZACIÓN PLENA COMO HIJA SUYA, PARTÍCIPE DE SU VIDA.

HOY TE SOSTIENE EL SEÑOR, NO TE HAS HUNDIDO EN LA NADA, HAS SIDO ACOGIDA EN LA VIDA ETERNA DE DIOS Y PRESERVADA COMO PERSONA, COMO ÉL MISMO Y TODO ÉL EN TU NUEVA VIDA DE RESUCITADA.

La resurrección de Cristo y tu resurrección se envuelven mutuamente.

Viviste con la verdad más profunda de nuestra existencia QUE ES SABERNOS AMADOS, porque el Señor siempre te miró con la misma ternura de una madre y te ha llevado amparada en la sombra de su brazo.
EL SEÑOR, SIEMPRE ILUMINÓ TU VIDA CON SU DICHOSA PRESENCIA.

Dios siempre te decía eres mi amiga, y hoy te ha dicho: YA ESTÁS EN MI REINO Y NADA NOS SEPARARÁ. SOMOS UNO.

 Y lo que sucede es que Él siempre con  esa voz suave y amorosa que habla en el silencio y en la soledad de nuestros  corazones, no es escuchado o no es CONVINCENTE A PESAR QUE NOS LLEGA POR INFINITOS CAMINOS Y EN DIFERENTES TONOS, Y ESTO SUCEDE PORQUE MUCHOS  NO LE PRESTAN OÍDOS, VÍCTIMAS DEL TIEMPO Y DEL DINERO.
Siempre nos TRATASTE CON TERNURA Y AMOR y nos llamabas para hablarnos de alguien más grande que nosotros. Y NOS HABLABAS DE DIOS.

Es así que llegamos a  conocer el verdadero sentido de nuestras vidas con luz y con verdad,  juntos en esta búsqueda  espiritual PARA REGRESAR A DIOS, NUESTRO CREADOR.

Nos enseñaste que el mayor regalo que podemos darle a una persona ES LA CONDICIÓN DE SER AMADO, al poner en acción ese amor con el cual hemos sido creados.

Nos aconsejabas a no vivir solo para nuestros propios intereses porque de esa manera nos decías que:
ü Ya no hay espacio para los demás,
ü Ya no entran los pobres,
ü Ya no se escucha la voz de Dios,
ü Ya no se goza la dulce alegría de su amor,
ü Ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien.
Una vida sin dignidad no es una vida Cristiana, eso, no desea Dios para nosotros.

ESTABAS SEGURA QUE DIOS NUNCA SE CANSA DE PERDONAR; SOMOS NOSOTROS LOS QUE NOS CANSAMOS DE  RECURRIR A SU TIERNA MISERICORDIA QUE NUNCA NOS DESILUSIONA Y NOS DEVUELVE LA ALEGRÍA.

Nunca te abrumaste por el consumismo vanidoso, materialista, ni por los placeres superficiales BUSCANDO SÍ, EL ENRIQUECIMIENTO DE UNA VIDA CRISTIANA.
Gracias a los jesuitas aprendimos contigo que el sufrir, y el morir con Jesucristo, TIENEN SENTIDO Y ESPERANZA, PORQUE NOS ELEVA, NOS ENNOBLECE, Y SIEMPRE SERÁ BELLO Y BUENO. Porque Él padeció y murió como nosotros, con nosotros y por nosotros PARA MOSTRARNOS UN SEPULCRO VACÍO DESPUÉS DE LA BARBARIE, Y DARNOS SU LUZ SOBRE LA TIERRA DESPUÉS DE LAS TINIEBLAS.

Normita, nos enseñaste que ser cristiano no es una emoción momentánea,
sino UN MODO DE VIVIR mostrándonos  siempre compasivos y misericordiosos; y nos decías que así no viviremos tristes, con un vacío interior, aislados, porque con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.

Siempre te preocupaste para que tengamos CORAZONES CREYENTES, DESPRENDIDOS Y  SENCILLOS, porque sólo así es que se puede colaborar en la superación de los  actuales niveles de deshumanización en el mundo.
ÉL SIEMPRE ILUMINABA TU CAMINO por más densas que fueran las sombras.

Te transformaste  interiormente liberándote de las ataduras a las veleidades, a lo fatuo, al lujo, abdicando a una vida materialista de antivalores propios de este mundo, en el cual nos  deben querer por lo que somos y no por lo que tenemos, CONVIRTIÉNDONOS ASÍ EN CRIATURAS NUEVAS.

El bien se te arraigó y desarrolló, para vivir con dignidad y plenitud, CONDUCIÉNDOTE POR EL CAMINO QUE RECONOCE AL OTRO Y BUSCA SU BIEN.

Normita, asumiste verdaderamente, con tus ojos, el mensaje de Cristo en su belleza, y lo acogiste con fe con inteligencia y en el corazón,  ayudándote  a contemplar las dimensiones de misterio QUE PROVOCÓ TU ASOMBRO, HACIÉNDOLO TUYO.

NO TENGAMOS DUDA DE QUE INCLUSO EN EL DOLOR MÁS INTENSO, EN LA CULPA MÁS HONDA Y EN LA MUERTE MÁS INEXPLICABLE, EL AMOR DE DIOS ES UNA FUERZA ENORME PARA ACEPTAR Y SOPORTAR LA SITUACIÓN.

EL DIOS DE JESÚS ESTA JUNTO A LOS QUE SUFREN CON SU AMOR SALVADOR, ACOMPAÑÁNDONOS  Y COMPADECIÉNDONOS.

ESTÁ PRESENTE CON SU AMOR QUE COMPARTE LAS HERIDAS Y LA CONSTERNACIÓN. SIEMPRE QUE EL HOMBRE GRITE A DIOS POR CUALQUIER DOLOR O SUFRIMIENTO, SIEMPRE ESTARÁ ACOMPAÑADO POR EL GRITO DE ESE DIOS HUMANO QUE ES JESÚS. AHÍ ESTÁ COMO  EXPRESIÓN MÁXIMA DEL AMOR QUE SALVA.


!GRACIAS NORMITA,  HASTA  PRONTO¡

No hay comentarios:

Publicar un comentario