¿SERVIMOS A LOS DEMÁS Y ESTAMOS AYUDANDO A RESOLVER EL PROBLEMA DE LA VIDA?

El pan es el símbolo con el que Jesús quiso identificarse en lo más característico de su persona y de su obra por nosotros: JESÚS, HOMBRE PARA LOS DEMÁS, ENTREGA SU VIDA POR LA VIDA DEL MUNDO COMO PAN DE VIDA ETERNA. 

Al mismo tiempo, el pan es el alimento en nuestra vida temporal Y LA GARANTÍA DEL BANQUETE ETERNO, QUE DIOS NUESTRO PADRE CELEBRARÁ CON NOSOTROS CUANDO SU REINO SE HAYA REALIZADO PLENAMENTE.


Por la densidad de contenido del signo del pan, los primeros cristianos consideraron especialmente importante el pasaje de la multiplicación de los panes y prueba de ello es que los cuatro evangelios lo consignaron con particular atención. 

Además, por la forma como lo redactaron, hicieron ver a través de él la importancia que tenía la Eucaristía en la vida de la primitiva comunidad de la Iglesia. 

Para ellos era claro que ENTENDER EL SIMBOLISMO DEL PAN EQUIVALÍA A ENTENDER A JESÚS EN LO MÁS NUCLEAR DE SU MISTERIO Y 
A ENTENDER EL SIGNIFICADO DEL «MEMORIAL» DE SU MUERTE Y RESURRECCIÓN QUE CELEBRABAN PARA HACER PRESENTE AL SEÑOR, ALIMENTARSE DE ÉL, Y COMULGAR CON ÉL EN LA PROPIA ENTREGA A LOS DEMÁS. 

La Eucaristía era para los primeros cristianos, EL SIGNO REALIZADOR DE SU UNIÓN CON CRISTO Y DE LA UNIÓN QUE DEBÍA EXISTIR ENTRE ELLOS.
 
Por eso el texto está casi calcado de la institución de la Eucaristía. “Jesús tomó los panes, levantó los ojos al cielo, los bendijo, los partió y se los dio a los discípulos para que los repartieran”. 

Son las mismas palabras de la consagración del pan eucarístico: “TOMÓ EL PAN, LO BENDIJO, LO PARTIÓ Y SE LO DIO A SUS DISCÍPULOS DICIENDO: TOMEN, COMAN, ESTO ES MI CUERPO”.
 
LA COMUNIDAD TIENE SU CENTRO EN LA EUCARISTÍA. 

VIVE DEL DON DE SU SEÑOR, OFRECIDO Y RECIBIDO COMO EL PAN DE VIDA. 

Vive también el anhelo del Señor DE SERVIR A LOS DEMÁS Y AYUDAR A RESOLVER EL PROBLEMA DE LA VIDA, SIGNIFICADO EN EL HAMBRE DE LA MULTITUD: HAMBRE DE PAN Y HAMBRE DE EVANGELIO. 

TODO EL SER DE JESÚS Y SU MENSAJE, TODO LO QUE NOSOTROS CREEMOS Y ESPERAMOS, SE SINTETIZA EN EL GESTO DE DAR DE LO QUE UNO TIENE Y DE LO QUE UNO ES. 

Eso significa partir juntos el pan. El pan está hecho para ser compartido. 

CUANDO EL PAN SE ACUMULA EN POCAS MANOS Y SE QUEDA GENTE CON HAMBRE, AHÍ LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA ESTÁ INCOMPLETA.

 Por eso, cuando los primeros cristianos celebraban la Cena del Señor, hacían que en su única e indivisible celebración SE EFECTUARA LA DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES –PARA QUE NO HUBIERA POBRES ENTRE ELLOS  – Y EL COMER JUNTOS EL CUERPO DEL SEÑOR, PAN DE LA UNIDAD, QUE LES HACÍA TENER “UN SOLO CORAZÓN Y UNA SOLA ALMA”.

 Por eso, como dijo alguna vez el cardenal Ratzinger, después Benedicto XVI: 

“NO SE PUEDE SEPARAR EL SACRAMENTO DEL CUERPO DE CRISTO DEL SACRAMENTO DEL HERMANO”. 

Si nos dispusieramos a recibir toda la gracia transformadora de la Eucaristía, TODA NUESTRA VIDA QUEDARÍA CONVERTIDA EN UN PAN QUE SE COMPARTE. 

LA SOLIDARIDAD LLEGARÍA A SER EL DISTINTIVO MÁS CLARO DE QUE CREEMOS EN DIOS Y SEGUIMOS A JESÚS, conforme  lo dicho por San Juan en su 1ª Carta: “QUIEN NO AMA A SU HERMANO A QUIEN VE, NO PUEDE AMAR A DIOS A QUIEN NO VE”.
 
MEZCLADOS ENTRE LA MULTITUD HAMBRIENTA, MOSTRÉMONOS DISPUESTOS A ACOGER EN NUESTRAS PERSONAS EL PODER QUE JESÚS MANIFIESTA EN EL MILAGRO DE LOS PANES. 

Y DEJEMOS QUE JESÚS NOS SEÑALE EL CAMINO QUE DEBEMOS DAR A NUESTRAS VIDAS. 

CONMOVIDO POR EL HAMBRE DE LA GENTE, HAMBRE DE PAN Y DE EVANGELIO, JESÚS NOS DIRÁ: DENLES USTEDES DE COMER. 

No puede uno decir como los discípulos: “que vayan y se compren” lo que necesitan para sobrevivir. 

EN LAS PALABRAS DE JESÚS HAY UN IMPERATIVO A SUS DISCÍPULOS DE ENTONCES Y DE AHORA A IDENTIFICARSE CON ÉL, QUE ES CUERPO ENTREGADO, PAN, ALIMENTO QUE SE RECIBE Y SE COMPARTE.
 
El relato tiene 3 escenas:

La primera escena 
Es la presentación de Jesús misericordioso que, movido a compasión, TOMA LA INICIATIVA PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LA VIDA, REPRESENTADO EN EL HAMBRE DE LA MULTITUD.

Al ver al gentío, se le conmovieron las entrañas. 
Es interesante saber QUE, EN HEBREO, EL SUSTANTIVO HESED DESIGNA LA MISERICORDIA Y TAMBIÉN EL SENO MATERNO. 

LA MISERICORDIA ES CUALIDAD FUNDAMENTAL DEL SER DE DIOS, QUE ES AMOR, AMOR DE PADRE Y DE MADRE O AMOR DE UN PADRE MATERNAL.
 
En la segunda escena, 
Los discípulos piden a Jesús que despida a la gente para que se busquen qué comer. 

Ellos tienen otra manera de pensar, distinta a la de su Maestro. 
SIGUEN DEPENDIENDO DE LA LÓGICA DEL COMPRAR Y DEL PODER. 

JESÚS LES ORDENA PASAR A LA LÓGICA DEL COMPARTIR: 
LES PIDE QUE TRAIGAN LO QUE TIENEN. 

Y aunque la comunidad siempre va a alegar que es incapaz de resolver el problema, porque los medios con que cuenta son insuficientes (no tenemos más que cinco panes y dos peces), JESÚS SE VALDRÁ DE ELLOS PARA QUE A NADIE LE FALTE.
 
En la tercera escena, 
Jesús toma los panes de la comunidad, hace que la comunidad participe. 

Pronuncia sobre ellos la bendición, es decir, HACE QUE BAJE SOBRE EL PAN DE LA COMUNIDAD LA GRACIA DE DIOS. 
Con ella, LOS BIENES SE TRANSFORMAN Y READQUIEREN LA FINALIDAD PARA LA QUE EL CREADOR LOS HIZO, QUE ES LA DE SERVIR AL SOSTENIMIENTO DE TODOS. 

Entonces, esos panes, ya dispuestos para ser compartidos, se los da Jesús a los discípulos para que los repartan. 

PONGAMOS LO NUESTRO A DISPOSICIÓN DE QUIEN LO NECESITE Y VEREMOS QUE ALCANZA HASTA SOBRAR: CON LO QUE SOBRÓ LLENARON DOCE CANASTAS.
 
Los primeros de la primitiva Iglesia partían el pan en las casas y repartían sus bienes PARA QUE A NADIE LE FALTARA NADA Y NO HUBIERA POBRES ENTRE ELLOS. 

Pidámosle al Señor que ese ideal de la Eucaristía de los primeros cristianos, DE COMULGAR EN EL SER MISMO DEL SEÑOR Y MANIFESTARLO EN NUESTRO SERVICIO Y ENTREGA A LOS DEMÁS, SE NOS GRABE PROFUNDAMENTE Y ORIENTE NUESTRO ESTILO DE VIDA Y NUESTRAS DECISIONES.