domingo, 18 de diciembre de 2016

UNO DE SUS PRINCIPALES OBJETIVOS DE CARITAS ES LOGRAR UNA NUEVA SOCIEDAD RECONCILIADA EN LA JUSTICIA Y EN EL AMOR.

UNO DE SUS PRINCIPALES OBJETIVOS DE CARITAS ES LOGRAR UNA NUEVA SOCIEDAD RECONCILIADA EN LA JUSTICIA Y EN EL AMOR.


DOCTRINA SOCIAL:
UNA LUZ PARA LA MISIÓN DE LA IGLESIA EN EL MUNDO.

La Doctrina Social de la Iglesia es un conjunto de normas y principios referentes a la realidad social, política y económica de la humanidad, BASADA EN EL EVANGELIO Y EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA.

El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia y el Catecismo  de la Iglesia Católica la definen como un “CUERPO DOCTRINAL RENOVADO QUE SE VA ARTICULANDO A MEDIDA QUE LA IGLESIA, EN LA PLENITUD DE LA PALABRA REVELADA POR JESUCRISTO Y MEDIANTE LA ASISTENCIA DEL ESPÍRITU SANTO, LEE LOS HECHOS SEGÚN SE DESENVUELVEN EN EL CURSO DE LA HISTORIA”.

“Nada, pues, tiene de extraño que la Iglesia Católica, siguiendo el ejemplo y cumpliendo el mandato de Cristo, HAYA MANTENIDO CONSTANTEMENTE EN ALTO LA ANTORCHA DE LA CARIDAD DURANTE DOS MILENIOS, ES DECIR, DESDE LA INSTITUCIÓN DEL ANTIGUO DIACONADO HASTA NUESTROS DÍAS, TANTO CON LA ENSEÑANZA DE SUS PRECEPTOS COMO CON SUS EJEMPLOS INNUMERABLES; caridad que, uniendo armoniosamente las enseñanzas Y LA PRÁCTICA DEL MUTUO AMOR, REALIZA DE MODO ADMIRABLE EL MANDATO DE ESE DOBLE DAR QUE COMPENDIA POR ENTERO LA DOCTRINA Y LA ACCIÓN SOCIAL DE LA IGLESIA”.

LA IGLESIA, partícipe de los gozos y de las esperanzas, de las angustias y de las tristezas de los hombres, ES SOLIDARIA CON CADA HOMBRE Y CON CADA MUJER DE CUALQUIER LUGAR Y TIEMPO, Y LES LLEVA LA ALEGRE NOTICIA DEL REINO DE DIOS QUE CON JESUCRISTO HA VENIDO Y VIENE EN MEDIO DE ELLOS.

Para la humanidad, la Iglesia es –en este mundo– el sacramento del amor de Dios, “EL PROYECTO VISIBLE DEL AMOR DE DIOS HACIA LA HUMANIDAD” Y, POR ELLO, DE LA ESPERANZA MÁS GRANDE, QUE ACTIVA Y SOSTIENE TODO PROYECTO Y EMPEÑO DE AUTÉNTICA LIBERACIÓN Y PROMOCIÓN HUMANA.

Fecundar y fermentar la sociedad con el Evangelio. Con su Doctrina Social, la Iglesia se hace cargo del anuncio que el Señor le ha confiado: el Evangelio del Reino.

En cuanto Evangelio que resuena mediante la Iglesia en el hoy del hombre, LA DOCTRINA SOCIAL ES PALABRA QUE ILUMINA Y LIBERA.

Esto significa que posee la eficacia de verdad y de gracia del Espíritu de Dios, QUE PENETRA LOS CORAZONES DISPONIÉNDOLOS A CULTIVAR PENSAMIENTOS Y PROYECTOS DE AMOR, DE JUSTICIA, DE LIBERTAD Y DE PAZ.

El Concilio Vaticano II nos recuerda que, con su enseñanza social, la Iglesia quiere anunciar y actualizar el Evangelio en la compleja  red de las relaciones sociales.
Busca fecundar y fermentar la sociedad misma con el Evangelio.
“Para ello es importante que en América los agentes de evangelización (obispos, sacerdotes, profesores, animadores pastorales, etc.) asimilen este tesoro que es la doctrina social de la Iglesia e, iluminados por ella, se hagan capaces de leer la realidad actual y de buscar vías para la acción”.

Evangelización y promoción humana. “En este esfuerzo por conocer el mensaje de Cristo y hacerlo guía de la propia vida hay que recordar que LA EVANGELIZACIÓN HA IDO UNIDA SIEMPRE A LA PROMOCIÓN HUMANA Y A LA AUTÉNTICA LIBERACIÓN CRISTIANA. «AMOR A DIOS Y AMOR AL PRÓJIMO SE FUNDEN ENTRE SÍ: EN EL MÁS HUMILDE ENCONTRAMOS A JESÚS MISMO Y EN JESÚS ENCONTRAMOS A DIOS».

Por lo mismo, será también necesaria una catequesis social y una adecuada formación en la doctrina social de la Iglesia.
Es muy útil para ello el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. La vida cristiana no se expresa solamente en las virtudes personales, SINO TAMBIÉN EN LAS VIRTUDES SOCIALES Y POLÍTICAS”.

“La Iglesia, con su doctrina social, no sólo no se aleja de la propia misión, sino que es estrictamente fiel a ella.

La redención realizada por Cristo y confiada a la misión salvífica de la Iglesia es ciertamente de orden sobrenatural.
Esta dimensión no es expresión limitativa, sino integral de la salvación”. “Lo sobrenatural no debe ser concebido como una entidad o un espacio que comienza donde termina lo natural, SINO COMO LA ELEVACIÓN DE ÉSTE, DE TAL MANERA QUE NADA DEL ORDEN DE LA CREACIÓN Y DE LO HUMANO ES EXTRAÑO O QUEDA EXCLUIDO DEL ORDEN SOBRENATURAL Y TEOLOGAL DE LA FE Y DE LA GRACIA, SINO MÁS BIEN ES EN ÉL RECONOCIDO, ASUMIDO Y ELEVADO”.

Benedicto XVI, en su encíclica Caritas in veritate, nuevamente recuerda las palabras de su predecesor Pablo VI, quien reconoció la  estrecha relación entre el desarrollo y la evangelización.

“ENTRE EVANGELIZACIÓN Y PROMOCIÓN HUMANA (DESARROLLO, LIBERACIÓN) EXISTEN EFECTIVAMENTE LAZOS MUY FUERTES”. 
“EL TESTIMONIO DE LA CARIDAD DE CRISTO MEDIANTE OBRAS DE JUSTICIA, PAZ Y DESARROLLO FORMA PARTE DE LA EVANGELIZACIÓN, PORQUE A JESUCRISTO LE INTERESA TODO EL HOMBRE”.

 HACIA UNA NUEVA SOCIEDAD RECONCILIADA EN LA JUSTICIA Y EN EL AMOR.
Se requiere que las obras de misericordia ESTÉN ACOMPAÑAS POR LA BÚSQUEDA DE UNA VERDADERA JUSTICIA SOCIAL, QUE VAYA ELEVANDO EL NIVEL DE VIDA DE LOS CIUDADANOS, PROMOVIÉNDOLOS COMO SUJETOS DE SU PROPIO DESARROLLO.

En su encíclica Deus caritas est el Papa Benedicto XVI ha tratado con claridad inspiradora la compleja relación entre justicia y caridad.
Ahí nos dice que “EL ORDEN JUSTO DE LA SOCIEDAD Y DEL ESTADO ES UNA TAREA PRINCIPAL DE LA POLÍTICA”35 Y NO DE LA IGLESIA.

Pero la Iglesia “no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia”.

 Opción preferencial por los pobres y excluidos.
La III Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, reunida en Puebla, ya identificó la urgencia de esta opción preferencial de Cristo por los más pobres y excluidos, que debe concretarse en el compromiso evangélico de la Iglesia.

Este compromiso está fundado en el testimonio mismo de Cristo: un compromiso con los más necesitados.

Se nos recuerda que “LA IGLESIA DEBE MIRAR, POR CONSIGUIENTE, A CRISTO CUANDO SE PREGUNTA CUÁL HA DE SER SU ACCIÓN EVANGELIZADORA.

El Hijo de Dios demostró la grandeza de ese compromiso al hacerse hombre, pues se identificó con los hombres haciéndose uno de ellos, solidario con ellos y asumiendo la situación en que se encuentran, en su nacimiento, en su vida, y –sobre todo– en su pasión y muerte, DONDE LLEGÓ A LA MÁXIMA EXPRESIÓN DE LA POBREZA” entregando su vida con amor por nosotros.

“Por esta sola razón, los pobres merecen una atención preferencial, cualquiera que sea la situación moral o personal en que se encuentren.

Hechos a imagen y semejanza de Dios, para ser sus hijos, ESTA IMAGEN, HOY,  ESTÁ ENSOMBRECIDA Y AÚN DESHONRADA.

Por eso Dios toma su defensa y los ama. Es así como los pobres son los primeros destinatarios de la misión, y su evangelización es, por excelencia, señal y prueba de la misión de Jesús”.

“ACERCÁNDONOS AL POBRE PARA ACOMPAÑARLO Y SERVIRLO HACEMOS LO QUE CRISTO NOS ENSEÑÓ AL HACERSE HERMANO NUESTRO, POBRE COMO NOSOTROS.

Por eso, EL SERVICIO A LOS POBRES ES LA MEDIDA PRIVILEGIADA, AUNQUE NO EXCLUYENTE, DE NUESTRO SEGUIMIENTO A CRISTO.

EL MEJOR SERVICIO AL HERMANO ES LA EVANGELIZACIÓN QUE LO DISPONE A REALIZARSE COMO HIJO DE DIOS, LO LIBERA DE LAS INJUSTICIAS Y LO PROMUEVE INTEGRALMENTE”; asimismo lo capacita para trabajar, junto con los miembros de su comunidad, a favor de un auténtico desarrollo humano integral.

La opción preferencial por los pobres es uno de los rasgos que marca la fisonomía de la Iglesia latinoamericana y caribeña Y, POR TANTO, UNA CONDICIÓN SINE QUA NON PARA LA LABOR DE CÁRITAS EN EL PERÚ.

Juan Pablo II, dirigiéndose a nuestro continente, sostuvo que “convertirse al Evangelio, para el pueblo cristiano que vive en América, significa revisar todos los ambientes y dimensiones de su vida, ESPECIALMENTE TODO LO QUE PERTENECE AL ORDEN SOCIAL Y A LA OBTENCIÓN DEL BIEN COMÚN”.


Como discípulos misioneros de Jesucristo ESTAMOS LLAMADOS A DESCIFRAR Y CONTEMPLAR EN LOS ROSTROS SUFRIENTES DE NUESTROS HERMANOS EL ROSTRO DE CRISTO QUE NOS LLAMA A SERVIRLO EN ELLOS: “LOS ROSTROS SUFRIENTES DE LOS POBRES SON ROSTROS SUFRIENTES DE CRISTO”

No hay comentarios:

Publicar un comentario